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Control de las vías respiratorias en el adulto

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Sección III

Control de la anestesia

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito

y más robustos y portátiles que el LFF. Pueden dividirse en larin-

goscopios indirectos rígidos (LIR) y estiletes ópticos (EO).

La pala del LIR puede retraer los tejidos para lograr una

línea de visión desde la lente distal, y esta capacidad puede ser

importante cuando hay poco espacio en la orofaringe y la laringo-

faringe. Los EO son dispositivos ópticos que encajan en el interior

de un tubo traqueal.

El término «videolaringoscopio» ha sido empleado por fabri-

cantes de dispositivos que difieren en numerosas características. Este

término no es una buena descripción para este tipo de dispositivos,

ya que la pantalla no es el elemento clave de su éxito. Sin embargo,

los sistemas de vídeo tienen sus ventajas. Su valor en la enseñanza

de la intubación fibróptica flexible y la técnica de LI

R 73

está demos-

trado y puede mejorar las tasas de éxito. Es más fácil de usar, ya que

los anestesiólogos no necesitan seguir el ocular con la cabeza. Está

facilitada la observación de estructuras durante su introducción y

su retirada. La pantalla de vídeo facilita la ayuda de personal auxiliar,

que puede visualizar el efecto de las manipulaciones. Las cintas de

vídeo de la intubación pueden revisarse con posterioridad.

Laringoscopio indirecto rígido

Los LIR varían notablemente en cuanto a sus características y su

técnica. La mayoría dispone de una curva distal diseñada para ajus-

tarse a la curva anatómica entre las porciones oral y faríngea de la

lengua. La tecnología usada para transferir la imagen desde la lente

distal consta de lentes y prismas (p. ej., Airtraq, TruView), fibra

óptica (p. ej., Bullard, Upsherscope,WuScope) y transmisión electró-

nica desde un chip de vídeo hasta un monitor (p. ej., Glidescope,

McGrath, Pentax AWS). Pueden usarse con la cabeza y el cuello en

posición neutra o en posición de «olfateo». La técnica recomendada

para elevar la epiglotis puede ser directa o indirecta. La elevación

directa tiene más probabilidades de éxito en presencia de hipertrofia

de la amígdala lingual o de otras lesiones laríngeas. La técnica de paso

del tubo traqueal está integrada en el diseño de algunos LIR. La INT

guiada por LIR es una técnica sumamente útil que vence los proble-

mas de paso del tubo traqueal oral inherente en algunos LIR.

El laringoscopio de Bullard fue el primer LIR y apareció a

finales de la década de 1980. Se han logrado tasas de éxito suma-

mente altas en pacientes en los que no se podía visualizar la laringe

con el laringoscopio de Macintos

h 47

. Las técnicas pueden dividirse

en fases diferentes. En la

figura 40-14

se representa la técnica con

el laringoscopio de Bullard. La mayoría de los LIR se giran sobre

el dorso de la lengua desde la orofaringe hacia el interior de la

laringofaringe. Una vez que la punta del LIR está en la posición

correcta con respecto a la epiglotis, se aplica una fuerza de eleva-

ción para levantarla. La visualización de la laringe se optimiza

ajustando la fuerza de elevación y la posición del LIR.

La técnica de avance del tubo traqueal depende del diseño

del LIR. Puede lograrse un avance del tubo integrado, bien con un

fiador específico acoplado al LIR o bien con un canal para el tubo.

La salida del tubo desde el fiador o del canal está diseñada para

converger con la línea de visión, unos pocos centímetros distales a

la lente. El tubo es guiado en dirección lateral o posterolateral con

respecto al LIR y en ocasiones el avance se ve estorbado por el

cartílago posterior derecho o por el pliegue aritenoepiglótico. Este

problema puede resolverse manipulando el LIR, de manera que las

cuerdas vocales queden a la derecha del centro de la imagen y

dejando espacio suficiente entre el tubo y el pliegue aritenoepigló-

tico. Puede insertarse un introductor con una punta angulada en

el interior de los tubos a través de un canal específico para facilitar

aún más el avance hacia la tráquea.

Algunos LIR carecen de un sistema de avance integral del

tubo traqueal, por lo que se recomienda usar un fiador indepen-

diente para crear la configuración óptima y enfrentar el tubo traqueal

hasta la glotis. Se ha aconsejado una configuración en «palo de

hockey» o una curvatura que cuadre con el LIR, aparte de la utiliza-

ción de fiadores ajustables. Lo más probable es que el paso de tubos

traqueales con fiadores independientes junto al LIR resulte difícil,

pero las tasas de éxitomejoran con la experiencia. El vector de avance

de los tubos traqueales orales hacia el interior de la laringe es de

aproximadamente 90 grados desde la dirección de la fuerza aplicada

hasta el extremo proximal del tubo. Aunque se han mencionado

resultados buenos, puede que fracase la intubación traqueal aunque

se visualice la laringe y sea preciso realizar varios intentos de avance

del tubo traquea

l 74 .

Se han descrito lesiones en los pliegues palatofa-

ríngeos y en el paladar por el paso a ciegas de tubos traqueales fiados

desacoplados por la boca. La técnica recomendada para disminuir las

lesiones de partes blandas consiste en mirar por la boca durante el

avance del Glidescope, al monitor cuando se optimiza la posición, a

la boca de nuevo al avanzar el tubo traqueal fiado hacia la faringe o

al monitor al pasar el tubo traqueal hacia la tráque

a 75 .

Hay pruebas sólidas de la eficacia de los LIR en numerosas

situaciones. Deben aceptarse como una alternativa necesaria a la

laringoscopia directa y deberían estar incluidos en el plan A (plan

inicial de intubación traqueal) ante una vía respiratoria difícil impre-

vista. También podrían usarse en la laringoscopia directa difícil

prevista en los pacientes que no colaboran, cuando no se dispone

de un LFF y posiblemente cuando se prevea un grado menor de

dificultad con la laringoscopia directa. Las ventajas inherentes a la

mínima necesidad de movimiento del cuello y de una visión más

fiable de la laringe que con los laringoscopios directos constituyen

indicaciones firmes para su uso en pacientes con inestabilidad de la

columna cervical en caso de no disponer de un LF

F 57,76

.

Estiletes ópticos

Los EO son fiadores o estiletes robustos y portátiles que incorporan

una lente distal y un sistema óptico. Pueden ser rígidos o maleables

o bien tener una punta que puede flexionarse y extenderse. El tubo

traqueal se monta sobre el estilete y se avanza bajo visión hasta una

distancia variable en el interior de la laringe. El estilete se mantiene

en dicha posición mientras se avanza el tubo traqueal hacia el inte-

rior de la tráquea. Se pueden usar dos vías de abordaje, en la línea

media o latera

l 77

. Los EO no pueden retraer los tejidos y se han

mencionado fallos en la identificación de estructuras anatómicas. La

visión más allá de la lente puede mejorarse separando la estructura

faríngea con la maniobra de subluxación mandibula

r 76,77

, despla-

zando la lengua y mediante la apertura de la faringe con un larin-

goscopio de Macintosh o de McCoy, o bien aplicando tracción

anterior sobre la lengu

a 77 .

En los pacientes de mayor dificultad puede

ser necesario combinar la subluxación mandibular con una larin-

goscopia directa. La colocación retrasada de la punta en el interior

del tubo puede ayudar a mantener la punta limpia de sangre y secre-

ciones. Se ha publicado una tasa de éxito alta en la intubación difícil

imprevist

a 78 ,

pero algunos autores consideran que la técnica es difi-

cultosa. Se ha usado con éxito para el paso de tubos de doble luz y

en pacientes en los que la LFF ha resultado dificultosa. El EO puede

ser una opción mejor que el laringoscopio de Macintosh, pero no

tan buena como un LIR, en los pacientes con lesiones de la columna

cervica

l 76 .

También se ha usado con éxito en pacientes despiertos.

Intubación traqueal a través

de una mascarilla laríngea

La mascarilla laríngea (ML) clásica LMAc se ha usado para facilitar

la intubación traqueal, tanto como medida de rescate como en ciru-

gías programadas. Las técnicas a ciegas tienen una tasa de éxito baja

y conllevan un riesgo notable de traumatismos en las vías respira-

torias. Sin embargo, el paso de un tubo traqueal montado en un LFF

a través de una ML puede lograr una tasa alta de intubación traqueal