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Control de la anestesia
III
con un riesgo de traumatismos mínim
o 79 ,aunque con el inconve-
niente de que el tubo más ancho que puede pasar a través de una
ML del n.° 3 o 4 es de 6mm (DI). El tubo traqueal debe ser, además,
lo suficientemente largo para que el globo de neumotaponamiento
quede 2cmmás allá de las cuerdas vocales cuando el extremo proxi-
mal esté a la altura del conector de la ML. Un tubo de microcirugía
laríngea de 6mm (DI) es especialmente idóneo, ya que es lo sufi-
cientemente largo y el diámetro del globo de neumotaponamiento
es conveniente para pacientes adultos. Sin embargo, la ventilación
con presión positiva durante la intubación fibróptica a través de una
ML del n.° 3 o 4 con un tubo traqueal de 6mm es insatisfactoria,
debido a que el canal de aire queda restringido entre el tubo y la
M
L 80 .Se han descrito técnicas para la extracción posterior de la ML,
pero pueden fallar y exponer al paciente al peligro de una extuba-
ción accidental. El AIC
( fig. 40-15) se utiliza en la técnica fibróptica
de dos fases, en la cual se facilita la introducción de un tubo traqueal
más ancho y una extracción segura de la M
L 72. Esta guía hueca tiene
56cm de largo y encaja cómodamente sobre un LFF estándar (más
estrecho de lo recomendado), alejado de su punto controlable. El
AIC se monta sobre el LFF y todo el conjunto se dirige bajo visión
Figura 40-14
Secuencia de introducción de un laringoscopio de Bullard.
A,
Posición inicial con el mango del Bullard cerca del tórax y la punta en el interior de
la boca.
B,
A medio camino se rota el laringoscopio de Bullard.
C,
Se completa la rotación del laringoscopio, de modo que la punta se sitúe sobre la pared
faríngea posterior y el mango vertical. El anestesiólogo ha subluxado la mandíbula para aumentar el espacio por detrás de la lengua.
D,
El anestesiólogo localiza
y optimiza la visión de la laringe. El laringoscopio de Bullard se ha desplazado hacia delante de modo que la punta queda por detrás de la epiglotis y la eleva.