algo más rápidas en regiones corporales dependientes cuando se
usó el decúbito lateral para efectuar la técnica.
La anestesia caudal se puede llevar a cabo en tres posicio-
nes, aunque el decúbito prono es la más elegida en los adultos, el
decúbito lateral en los niños, y rara vez se usa la posición genu-
pectoral. La posición de decúbito lateral se utiliza en los niños
porque es más fácil mantener permeable la vía respiratoria en
dicha posición que en decúbito prono, y las referencias se palpan
con más facilidad que en los adultos (v. cap. 71). Esta considera-
ción es valiosa, ya que la anestesia caudal se suele combinar con
anestesia general en los pacientes pediátricos a fin de reducir la
cantidad de fármacos inhalatorios durante el período intraopera-
torio o para proporcionar analgesia postoperatoria. Por el contra-
rio, en los adultos se realiza a menudo un bloqueo caudal durante
la sedación preoperatoria y cuando se puede aplicar la posición
de decúbito prono. Al colocar al paciente en dicha posición, hay
que situar una almohada por debajo de las crestas ilíacas con
objeto de rotar la pelvis y facilitar la canalización del conducto
caudal. Otra ayuda adicional consiste en separar las piernas 20 gra
dos, con los talones rotados hacia fuera, lo que minimiza la con-
tracción de la musculatura glútea y facilita la inserción de la aguja (
fig. 41-16 ).
Proyección y punción
Para poder ejecutar la técnica epidural es preciso colocar la punta
de la aguja en el interior del ligamento amarillo para poner en
práctica los métodos de pérdida de resistencia y de «gota pen-
diente». La colocación de la aguja (con su mandril) en el interior
de este ligamento antes de acoplar la jeringa o de rellenarla con la
solución conveniente permite apreciar mejor la anatomía del
espacio epidural. Si la aguja se sitúa tan sólo en el ligamento supra-
espinoso y luego se comienza a realizar la técnica de la pérdida de
resistencia o de la gota pendiente, hay más probabilidades de apre-
ciar sensaciones falsas.
Cuando se emplea la vía de acceso lumbar, la profundidad
desde la piel hasta el ligamento amarillo suele ser de unos 4 cm. En
la mayoría de los pacientes (80%) se sitúa entre 3,5-6 cm de pro-
fundidad. En esta región, el ligamento amarillo tiene un grosor de
5-6mm en la línea media, por lo que se necesita controlar la aguja
si se quiere evitar una punción dural involuntaria. Algunos autores
Anestesias raquídea, epidural y caudal
1395
41
Sección III
Control de la anestesia
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito
Figura 41-15
(cont.)
C,
Catéter epidural
con un solo orificio en el extremo distal.
D,
Catéter multiperforado de punta
cerrada.
E,
Catéter epidural reforzado con
alambre elástico, con cubierta
polimerizada.
Figura 41-16
Decúbito prono para la técnica caudal. Se coloca una
almohada debajo de las crestas ilíacas anteriores para rotar la pelvis, las
piernas se separan 20 grados para facilitar la identificación del hiato sacro y
los talones se rotan hacia fuera para relajar la musculatura glútea.