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Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV

Las complicaciones anestésicas son infrecuentes durante este

procedimiento, aunque se puede lesionar cualquier estructura que

tenga que manipular el cirujano. El anestesiólogo debe tener pre-

sente la posibilidad de una conversión a una toracotomía abierta

si se produce una hemorragia masiva o si no logra localizar el

nódulo pulmonar que debe analizarse. La mayoría de las interven-

ciones toracoscópicas requieren la colocación de un tubo de tórax

en el postoperatorio. Es esencial tener un tubo de tórax funcional

con un drenaje sellado bajo agua, de modo que la extubación se

pueda realizar con seguridad.

Lobectomía

La lobectomía es la operación estándar para el tratamiento del

cáncer de pulmón, porque la recidiva local del tumor es menor en

comparación con resecciones más limitadas. La lobectomía suele

realizarse a través de una toracotomía abierta o mediante VATS. En

ocasiones, si la estadificación clínica del cáncer de pulmón corres-

ponde a un estadio avanzado, una lobectomía programada se con-

vierteenunabilobectomía(pulmónderecho)ounaneumonectomía

durante la cirugía. Aunque la incisión clásica para las lobectomías

es la toracotomía posterolateral, también se utilizan incisiones

anterolaterales y laterales con conservación muscular.

La analgesia postoperatoria suele lograrse con analgesia

epidural torácica (AET) o analgesia paravertebral (v. «Analgesia

postoperatoria» después). En todos los pacientes que requieren

una toracotomía abierta o una cirugía mayor mediante VATS se

utiliza una vía arterial para el control de la gasometría arterial y

la medición de la presión arterial sistémica. Además, se debería

colocar un catéter intravenoso de gran calibre para facilitar una

transfusión rápida si es preciso. Los pacientes en quienes se

realiza una lobectomía deben mantenerse normotérmicos, nor-

motensos y con unos valores aceptables de Pao

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y de saturación

de oxígeno, sobre todo durante la VMP. Se debería utilizar una

manta térmica en las extremidades inferiores para evitar la hipo-

termia y sus efectos perjudiciales durante la VPH. Los problemas

intraoperatorios que pueden producirse son la lesión de la vía

respiratoria al utilizar dispositivos de aislamiento pulmonar y la

posibilidad de una hemorragia o de hipoxemia durante la VMP.

Después de haber disecado el lóbulo y los vasos sanguíneos, se

realiza una maniobra de prueba en la que el cirujano pinza el

bronquio quirúrgico para confirmar que se extirpa el lóbulo espe-

cífico. Esta maniobra se lleva a cabo despinzando el extremo del

conector del TDL del lado correspondiente o, en el caso de un

bloqueador bronquial, desinflando el balón de bloqueo y reex-

pandiendo el pulmón con ventilación manual. Durante la lobec-

tomía por VATS, debido a la interferencia con el campo quirúrgico

causada por la reinsuflación del lóbulo residual, puede que se

solicite al anestesiólogo que inspeccione con fibroscopia el árbol

bronquial para confirmar la permeabilidad del bronquio del

lóbulo no afectado. Una vez que se ha realizado la lobectomía, el

muñón bronquial suele ponerse a prueba con una presión posi-

tiva de 30 cmH

2

O en el circuito anestésico para detectar la pre-

sencia de fugas de aire. Un paciente sometido a una lobectomía

no complicada se suele poder desintubar en el quirófano siempre

que la función respiratoria preoperatoria sea adecuada (v. «Eva-

luación preoperatoria» antes) y que el paciente esté alerta, con

una temperatura adecuada y cómodo.

Los tumores de Pancoast son carcinomas del surco superior

del pulmón y pueden invadir o comprimir las estructuras locales,

como el plexo braquial inferior, los vasos sanguíneos subclavios, el

ganglio estrellado (lo que causa un síndrome de Horner) y las

vértebras. La lobectomía puede requerir un procedimiento en dos

tiempos, con una operación inicial en la que se realiza una instru-

mentación/estabilización de la columna vertebral. Durante la

lobectomía, puede que se requiera una resección amplia de la pared

torácica y puede necesitarse una transfusión masiva. Las vías peri-

féricas y los elementos de monitorización deben estar en el brazo

contralateral, debido a la frecuente compresión de los vasos ipsila-

terales durante la cirugía.

Lobectomía en manguito

Las resecciones bronquiales en manquito se realizan para tratar

neoplasias o estenosis benignas. El carcinoma broncógeno es la

indicación más frecuente para una lobectomía en manguito,

seguida de los tumores carcinoides, las metástasis endobronquia-

les, los tumores primarios de la vía respiratoria y los adenomas

bronquiales. Las resecciones en manguito se han asociado con

una estancia más corta en la unidad de cuidados intensivos y

con períodos más breves de ventilación mecánica postoperatoria.

La lobectomía en manguito que implica el uso de técnicas de

conservación del parénquima en pacientes con una reserva pul-

monar limitada es una cirugía alternativa para los pacientes que

no pueden tolerar una neumonectomía. La supervivencia global

es mayor y con menos recidivas locorregionales después de la

lobectomía en manguito, técnica que consiste en una resección

del bronquio principal sin incluir el parénquima y con la posibi-

lidad de resecar las arterias pulmonares para evitar la neumonec-

tomía (

fig. 49-38 )

.

Figura 49-38

 Diagrama del procedimiento quirúrgico para una

lobectomía superior derecha en manguito. Obsérvese que no será

posible colocar un tubo endobronquial o un bloqueador bronquial

en el bronquio principal derecho ipsilateral durante este

procedimiento.

(De Shields TW: Surgical therapy for carcinoma of

the lung.

Clin Chest Med

14:121, 1993.)