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Anestesia para la cirugía torácica

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Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito

Estenosis esofágica benigna

El reflujo crónico del contenido gástrico ácido puede causar ulce-

ración, inflamación y, en última instancia, estenosis esofágica. Los

cambios patológicos son reversibles si el contenido gástrico ácido

deja de contactar con la mucosa esofágica. La cirugía puede ser

necesaria si el tratamiento médico y las dilataciones son inade-

cuados. Hay dos tipos de reparaciones quirúrgicas, que suelen

realizarse ambas a través de una incisión toracoabdominal

izquierda. En la gastroplastia tras la dilatación esofágica se inter-

pone el fundus del estómago entre la mucosa esofágica y el medio

ácido del estómago. El resto del fundus puede suturarse a la

porción inferior del esófago para crear un efecto valvular. El

segundo tipo de reparación es la resección de la estenosis y la

creación de una esofagogastrostomía torácica terminolateral. Se

realiza una vagotomía y antrectomía para eliminar la acidez gás-

trica y un procedimiento de drenaje en y de Roux para evitar el

reflujo intestinal alcalino.

Perforación y rotura esofágicas

Hay muchas causas de perforación esofágica, como los cuerpos

extraños, endoscopia, uso de bujías de dilatación, intubación tra-

queal traumática, sondas gástricas y aspiración orofaríngea. Las

causas iatrogénicas son las más habituales, de las que la principal

es la endoscopia gastrointestinal. Una rotura es una herida por

hiperdistensión que suele deberse a vómitos descoordinados,

esfuerzos asociados con el levantamiento de peso, el parto o la

defecación, y a lesiones por aplastamiento del tórax y al abdomen.

La rotura suele localizarse a menos de 2 cm de la unión gastroeso-

fágica en el lado izquierdo. Dicha rotura se debe a un incremento

súbito de la presión abdominal mientas el esfínter esofágico infe-

rior está relajado y la entrada esofágica está obstruida. Al contrario

que la perforación, en presencia de una rotura, el contenido gás-

trico entra en el mediastino a presión y el paciente desarrolla sín-

tomas de un modo mucho más abrupto.

Además del dolor torácico y/o de espalda, los pacientes con

perforación o rotura esofágica intratorácica pueden presentar

hipotensión, diaforesis, taquipnea, cianosis, enfisema e hidrotórax

o hidroneumotóra

x 187 .

Los estudios radiológicos pueden mostrar

enfisema subcutáneo, neumomediastino, ensanchamiento medias-

tínico, derrame pleural y neumoperitoneo. Estos pacientes desarro-

llarán mediastinitis y sepsis con rapidez si no se realiza un

tratamiento quirúrgico, por lo que la reparación y el drenaje es

un procedimiento urgente que suele llevarse a cabo por una tora-

cotomía izquierda o derecha.

Acalasia

La acalasia es un trastorno en el que se produce una falta del peris-

taltismo esofágico y una incapacidad del esfínter esofágico inferior

para relajarse en respuesta a la deglución. Desde el punto de vista

clínico, los pacientes tienen una distensión esofágica que puede

provocar regurgitación y aspiración crónicas. El objetivo del trata-

miento consiste en aliviar la obstrucción distal. Esto puede llevarse

a cabo mediante la dilatación esofágica o con cirugía. La dilatación,

que conlleva un riesgo de perforación, puede lograrse por medios

mecánicos, hidrostáticos o neumáticos. La reparación quirúrgica

consiste en la miotomía de Heller que es una incisión a través del

músculo circular de la unión esofagogástrica. La miotomía suele

combinarse con una reparación de la hernia de hiato para evitar el

reflujo con posterioridad. Esto puede llevarse a cabo a través de

una toracotomía, laparotomía o laparoscopi

a 188 .

La operación

de Dor es una modificación del procedimiento en el que se inserta

una endoprótesis en el defecto muscular creado por la miotomía

para evitar la reaposición muscular y, por tanto, la disfagia

recidivante

189 .

Fístula del tracto esofagicorrespiratorio

Las fístulas del tracto esofagicorrespiratorio en adultos se deben en

la mayoría de las ocasiones a tumores malignos. En ocasiones, la

fístula es benigna y puede deberse a una lesión por un tubo traqueal,

traumatismo o inflamación. De las fístulas malignas, alrededor del

85% son secundarias al cáncer esofágico. A diferencia de los pacien-

tes pediátricos con fístulas del tracto esofagicorrespiratorio, que

suelen conectar el esófago distal con la pared traqueal posterior, estas

fístulas pueden conectar con cualquier parte del tracto respirato-

ri

o 190

. En la mayoría de los casos, las fístulas puede observarse en la

esofagoscopia o broncoscopia. En los casos debidos a cáncer, el obje-

tivo de la cirugía suele ser paliativo. La técnica de aislamiento pul-

monar dependerá de la localización de la fístula. Una posibilidad en

adultos que tienen una fístula traqueal distal es el uso de tubos endo-

bronquiales pequeños bilaterales (5-6mm de DI)

( fig. 49-40 ) 191

.

Divertículo de Zenker

El divertículo de Zenker es en realidad un divertículo de la porción

inferior de la faringe. Se produce a partir de una zona de debilidad

de la unión de los músculos tirofaríngeo y cricofaríngeo, justo

Figura 49-40

A,

Fotografía fibrobroncoscópica de una fístula traqueoesofágica debida a un cáncer de esófago. La fístula se observa en la parte posterior a

nivel de la carina a las 5 en punto. El bronquio principal izquierdo está a las 9 en punto y el bronquio principal derecho a las 2 en punto.

B,

Fotografía de la

colocación guiada por fibroscopia de tubos endobronquiales bilaterales (tubos de microlaringoscopia de 5mm de DI) para la reparación de una fístula

traqueoesofágica en el mismo paciente.

(Fotografías por cortesía del Dr. R. Grant.)