Table of Contents Table of Contents
Previous Page  1633 / 2894 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 1633 / 2894 Next Page
Page Background

Anestesia para la cirugía torácica

1633

49

Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito

a tensión con ventilación con presión positiva y 3) la posibilidad

de una ventilación inadecuada debido a una fuga de aire por la

fístula. De forma preoperatoria, es útil estimar la pérdida de

volumen corriente a través de la fístula broncopleural, lo que puede

realizarse de dos formas. En primer lugar, debería determinarse si

hay un flujo intermitente o continuo de burbujas de aire a través

del tubo de tórax. Si las burbujas de aire fluyen de forma intermi-

tente, la fístula será pequeña. Por el contrario, cuando un paciente

tiene una fístula broncopleural grande o una rotura bronquial, el

aire burbujeará de forma continua a través de la cámara del sello

bajo agua del sistema de drenaje del tubo de tórax. En segundo

lugar, el tamaño de la fístula broncopleural puede cuantificarse por

la diferencia entre el volumen corriente inhalado y el espirado. En

un paciente no intubado, esto puede determinarse mediante una

mascarilla bien ajustada y un espirómetro de respuesta rápida. En

los pacientes intubados, se determina conectando directamente el

espirómetro al tubo endotraqueal. Cuanto más grande sea la fuga

de aire, mayor será la necesidad de aislar la fístula broncopleural

utilizando un dispositivo de aislamiento pulmonar (un TDL o un

bloqueador bronquial independiente).

Se han utilizado varios abordajes no quirúrgicos (es decir,

varios sistemas de ventilación mecánica/drenaje con tubo de tórax)

para tratar a los pacientes con fístula broncopleural. Estos abordajes

consisten en VMP y ventilación pulmonar diferencial, incluida la ven-

tilación a alta frecuencia, PEEP de la cavidad pleural igual a la PEEP

intratorácica, así como válvulas unidireccionales en el tubo de tórax.

Para los pacientes en quienes va a realizarse una reparación

quirúrgica, se debe considerar cuidadosamente antes de la cirugía

la capacidad de aplicar de forma adecuada una ventilación con

presión positiva durante la intervención. Se debería colocar un

drenaje torácico antes de la inducción para evitar la posibilidad de

un neumotórax a tensión con la ventilación con presión positiva.

Si la fístula es pequeña, crónica y no está infectada, se puede usar

un TLS con seguridad, pero si es significativa, la mejor opción para

aplicar la ventilación con presión positiva es un TDL. El TDL puede

proporcionar ventilación con presión positiva al pulmón sano sin

pérdida de ventilación-minuto a través de la fístula y evitar el

peligro de la contaminación del pulmón no infectado con el mate-

rial infectado cuando el paciente se gira al decúbito lateral.

El método más seguro de lograr el aislamiento pulmonar es

la intubación con fibroscopio en el paciente despierto mediante un

TD

L 200 .

Sin embargo, esto requiere la colaboración del paciente y

una anestesia tópica excelente, y no suele ser posible. Otra opción

es mantener la ventilación espontánea durante la inducción y la

intubación hasta asegurar el aislamiento pulmonar. Esto evita la

posibilidad de una ventilación con presión positiva inadecuada

debido a una fuga de aire, pero no se tolera bien en los pacientes

mayores que tienen unas enfermedades concurrentes significativas.

Si el paciente tiene una fístula posneumonectomía, el TDL o el TLS

debe guiarse bajo visión directa con fibrobroncoscopia y el extremo

de la luz endobronquial debería colocarse en el pulmón existente

(p. ej., para una fístula derecha, un tubo izquierdo). Después de

abrir el tórax, si se encuentra una fístula excesiva cuando se usa un

TLS, la ventilación puede mejorarse taponando el pulmón y con el

control manual de la fuga de aire.

Una opción para evitar la manipulación instrumental de

la vía respiratoria en pacientes con fístula broncopleural tras la

neumonectomía es el uso de anestesia epidural torácica con seda-

ción intravenosa durante la cirugía mínimamente invasiv

a 201 .

Un

método alternativo de ventilar a los pacientes con múltiples fís-

tulas broncopleurales es el uso de ventilación de alta frecuencia

oscilatoria con hipercapnia permisiva. Esto evita el barotrauma-

tismo al pulmón no operado, disminuye la fuga de aire por la

fístula broncopleural y optimiza el resultado quirúrgic

o 202 .

La ventaja de la ventilación de alta frecuencia oscilatoria sobre

la ventilación mecánica convencional es que utiliza una presión

máxima en la vía respiratoria más baja y puede disminuir la fuga

de aire a través de la fístula. La extubación precoz en el quirófano

debería intentarse en todos los pacientes que van a someterse a

la reparación de una fístula para evitar barotraumatismos del

muñón quirúrgico por la ventilación con presión positiva en el

período postoperatorio.

Ampollas, bullas, quistes y neumatoceles

Ampollas

Una ampolla es una colección subpleural de aire bajo la pleura

visceral provocada por la rotura de un alveolo. El aire diseca a

través del parénquima pulmonar y se extiende hasta formar una

burbuja en la superficie del pulmón. Las ampollas se producen

sobre todo en los vértices pulmonares y pueden romperse al espacio

interpleural, lo que produce un neumotórax. Un único episodio de

neumotórax espontáneo se suele tratar de forma conservadora

mediante un drenaje con un tubo de tórax hasta que la fuga de aire

se haya detenido. La resección de las ampollas suele estar indicada

para los casos recidivantes de neumotórax, los de tipo bilateral o

para el uso prolongado de un tubo de drenaje de tórax. La resección

de las ampollas después de un único neumotórax puede estar indi-

cada si la profesión del paciente le expone a fluctuaciones rápidas

significativas de la presión atmosférica (p. ej., tripulación de cabina

o buceadores con escafandra). La resección suele combinarse con

un procedimiento para obliterar el espacio pleural mediante pleu-

rectomía parcial o abrasión pleural. La resección de las ampollas

se lleva a cabo en la mayoría de las ocasiones con VATS. Aunque

los procedimientos de VATS en sí mismos suelen asociarse a una

necesidad limitada de analgesia postoperatoria, la pleurectomía o

la abrasión es muy dolorosa.

Bullas

Las bullas son espacios pulmonares intraparenquimatosos rellenos

de aire y con una pared delgada provocados por la pérdida de tejido

estructural alveolar

( fig. 49-44

). Se suelen asociar con un cuadro

de enfisema, pero su causa exacta no se conoce con claridad.

Aunque existe una cierta confusión con la terminología al respecto,

en las lesiones seudobullosas del pulmón asociadas a malformacio-

nes congénitas o secundarias a traumatismos o infección es más

correcto utilizar el término de neumatocele o quiste. No hay unas

indicaciones quirúrgicas aceptadas de forma universal para la

resección de bullas pulmonares. En los pacientes con disnea sinto-

mática y una bulla (o bullas) gigante que ocupe más del 30% de un

hemitórax y en los que la radiografía y la TC sugieran que un tejido

pulmonar razonablemente funcional puede devolverse a una posi-

ción favorable desde el punto de vista anatómico, debería plan-

tearse la realización de una bullectomía. Los factores que respaldan

el efecto de las bullas como causa de la disnea de un paciente son

un patrón restrictivo en la espirometría (disminución proporcional

del VEMS y de la CVF) y una discrepancia en los estudios de

volumen pulmonar en los que la CRF medida mediante pletismo-

grafía supera a la medición de la CRF medida por dilución con

helio en más de 2 litros.

En el rango habitual de volumen corriente, las bullas son más

distensibles que el pulmón normal, y se rellenan de forma preferente

durante la ventilación espontánea. Sin embargo, más allá del rango

normal de volumen corriente, las bullas se vuelven mucho menos

distensibles y la presión intrabullosa aumenta de forma aguda

cuando la presión de la vía respiratoria aumenta. La medición de

las presiones intrabullosa in vivo en pacientes utilizando agujas

finas tanto antes como durante la anestesia no ha demostrado signos

de un mecanismo valvula

r 36

. Todas las bullas estudiadas se comu-