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Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV

Broncoscopia rígida

La broncoscopia rígida se ha considerado tradicionalmente la

técnica de elección para la evaluación diagnóstica preoperatoria de

una obstrucción de la vía respiratoria que afecte a la tráquea y en

el tratamiento de la hemoptisis masiva y de los cuerpos extraños de

la vía respiratoria. El papel de la broncoscopia intervencionista con

láser, la dilatación bronquial o la inserción de endoprótesis está bien

establecido para el tratamiento paliativo de las lesiones endobron-

quiales malignas, así como para el tratamiento de las lesiones benig-

nas de las vías respiratorias centrales

( fig. 49-35 ) 153

. Debido a que la

broncoscopia rígida se realiza con instrumentación que permite

la ventilación, es el procedimiento de elección para los procedi-

mientos quirúrgicos, como la dilatación de una estenosis traqueal.

La obstrucción de la vía respiratoria central produce síntomas

de disnea, estridor o neumonía obstructiva y suele diagnosticarse de

forma errónea como asma. En la mayoría de los casos, la resección

y la reconstrucción quirúrgica proporciona las mayores probabili-

dades de lograr un tratamiento definitivo. El tratamiento broncos-

cópico es el primer paso para establecer un diagnóstico, estabilizar

la vía respiratoria obstruida y evaluar la resección. Las intervencio-

nes que suelen realizarse para estos pacientes son la dilatación, la

ablación con láser, la colocación de endoprótesis y la creación con

fines paliativos de un paso aéreo a través de un tumor obstructivo.

En los pacientes sometidos a broncoscopia rígida debería

realizarse una evaluación preoperatoria completa, con estudios

radiológicos. Las radiografías y la TC de tórax deberían revisarse

como parte de la evaluación preoperatoria. Si el tiempo lo permite,

se recomienda que los pacientes con estridor intenso reciban tra-

tamiento farmacológico para la estabilización temporal de su tras-

torno, como aerosoles de suero salino frío, epinefrina racémica

nebulizada y corticoides sistémico

s 154 .

A continuación se detallan cuatro métodos básicos de

control ventilatorio para la broncoscopia rígida:

1. Ventilación espontánea. La adición de anestesia tópica o de

bloqueos nerviosos a la vía respiratoria disminuye la tenden-

cia de mantener la respiración y de toser cuando se usan

anestésicos volátiles.

2. Oxigenación apneica (con/sin insuflación de oxígeno).

Requiere una preoxigenación exhaustiva y el anestesiólogo

tendrá que interrumpir la cirugía para ventilar al paciente

antes de que se produzca su desaturación. Esto debería per-

mitir al cirujano intervalos de trabajo de 3 minutos o más,

dependiendo de la afección subyacente del paciente.

3. Ventilación con presión positiva mediante un broncoscopio

dotado de ventilación

( fig. 49-36

). Esto permite utilizar un

circuito anestésico estándar, pero puede causar una fuga de

aire significativa si hay una discrepancia entre el tamaño de un

broncoscopio menor y una vía respiratoria de mayor calibre.

4. Ventilación a chorro. Puede realizarse con un inyector por-

tátil, como el inyector Sanders, o con un ventilador de alta

frecuencia. Estas técnicas son útiles sobre todo con la anes-

tesia intravenosa, porque captan gas del aire ambiente o de

un circuito anestésico conectado y la dosis de cualquier

anestésico volátil administrado será muy imprecisa.

El uso de fármacos anticolinérgicos (p. ej., glucopirrolato,

0,2mg i.v.) antes de la manipulación de la vía respiratoria dismi-

nuirá las secreciones durante la exploración broncoscópica. Para

los pacientes que se van a someter a broncoscopia rígida, el ciru-

jano debe estar a la cabecera de la cama durante la inducción de la

anestesia y estar preparado para establecer el control de la vía

respiratoria con el broncoscopio rígido. La inducción anestésica,

mantenida mediante la ventilación espontánea, utilizando un anes-

tésico inhalatorio combinado como el sevoflurano, con o sin un

fármaco intravenoso de corta acción (p. ej., propofol) puede utili-

zarse hasta que se asegure la vía respiratoria. Éste es el método de

control ideal en los niños, pero puede que no se tolere en los ancia-

nos, debido a la depresión cardiovascular asociada con las dosis

elevadas de anestésicos volátiles.

En los casos en los que no está contraindicado el uso de

relajantes musculares, un fármaco de corta duración de acción

(suxametonio) puede emplearse inicialmente para facilitar la intu-

bación con un TLS o con el broncoscopio rígido. Los relajantes no

despolarizantes pueden ser necesarios para los procedimientos pro-

longados, como la colocación de endoprótesis o la resección

tumoral. Se deben utilizar protectores dentales para no lesionar los

dientes superiores e inferiores y las encías con la presión del bron-

coscopio. Pueden administrarse infusiones de remifentanilo y pro-

pofol si se ha previsto un régimen anestésico intravenos

o 155 .

Esta

técnica es útil si el cirujano necesita acceder de forma repetida

(para aspirar o realizar una manipulación instrumental) en la

vía respiratoria abierta, porque mantiene el nivel de anestesia y evita

contaminar el quirófano con los vapores anestésicos espirados.

Cuando se utiliza un láser de

neodimio:itrio-aluminio

-

granate (Nd:YAG), la fracción inspirada de oxígeno debería mante-

nerse en el rango más bajo aceptable (es decir,

<

40% si es posible)

según la saturación de oxígeno del paciente, para evitar la posibilidad

de un incendio de la vía respiratoria (v

. cap. 67)

. Debido a que cual-

Figura 49-36

 Fotografía de un broncoscopio rígido con ventilación que tiene

un circuito anestésico conectado al puerto lateral. En esta fotografía, una

lente telescópica está situada cerrando el extremo proximal del

broncoscopio.

(De Kaplan J, Slinger P [eds.]:

Thoracic Anesthesia,

3.

a

ed.

Filadelfia, Churchill Livingstone, 2003.)

Figura 49-35

Izquierda,

fotografía de las vías respiratorias de un paciente

con colapso del bronquio del lóbulo inferior izquierdo después de un

trasplante pulmonar.

Derecha,

se ha colocado una endoprótesis de silicona

en el bronquio del lóbulo inferior izquierdo mediante broncoscopia rígida.