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refractarias a todo tipo apropiado de tratamiento médico y quirúr-

gic

o 370 .

Por lo general, la FE es inferior al 20%. Sin embargo, los

pacientes con IC de clase III de la NYHA que se hallan en riesgo

de muerte súbita relacionada con arritmias malignas se hallan en

ocasiones puestos en la lista de espera.

También es importante valorar la RVP y la «reversibilidad».

Los pacientes conmiocardiopatía isquémica o idiopática y aumento

de la PAI tienen con frecuencia RVP elevada reversible, afección

que generalmente se normaliza durante la primera semana después

del trasplante de corazón. Un gradiente de presión a través del

lecho vascular (conocido también como gradiente transpulmonar

y calculado como la diferencia entre la PAP media y la PCP media)

que es mayor de 14mmHg indica una elevación significativa de la

RVP. Una reducción en la PCP a 20mmHg que se produce durante

el tratamiento con medicación vasodilatadora pulmonar y se asocia

con PAP persistentemente elevada sugiere una RVP elevada. Una

RVP mayor de 5 dyn·s·c

m –5

y que no responde a los vasodilatadores

pulmonares indica un componente mayor «fijo» de resistencia vas-

cular, afección asociada con un mayor riesgo de mortalidad tem-

prana después de un trasplante cardíaco ortotópic

o 371 .

La UNOS asigna los corazones donantes de acuerdo con el

estado de prioridad de cada paciente, compatibilidad de grupos

ABO, emparejamiento de tamaño corporal y distancia desde el

centro donante. Se da la máxima prioridad a los pacientes hospi-

talizados con soporte de aparatos mecánicos de asistencia circula-

toria por descompensación hemodinámica aguda, pacientes

mantenidos con aparatos auxiliares que tienen complicaciones sig-

nificativas relacionadas con los aparatos, pacientes que requieren

infusión continua por vía intravenosa de una o de múltiples medi-

caciones inotrópicas a dosis elevadas, y los que tienen una espe-

ranza de vida de menos de 7 días sin trasplante.

En los últimos años se han ampliado los criterios de selección

tanto para los receptores de corazón como para los donantes de

corazó

n 372 .

Por ejemplo, pacientes en IC en dos categorías previa-

mente excluidas (los pacientes con diabetes y los mayores de 65 años)

son considerados en la actualidad candidatos a trasplante en muchos

centro

s 369

. Además, aunque los centros prefieren generalmente que

los donantes sean menores de 35 años, estos criterios se han expan-

dido para incluir a donantes apropiados (p. ej., los que no tienen

factores de riesgo cardíacos o datos de arteriopatía coronaria) con

60 o más años de edad.

Una vez ha sido identificado un donante prospectivo, el

centro transplantador ha de asegurarse de que el corazón es eva-

luado aún por ecocardiografía y posiblemente por angiografía

coronaria. Los donantes de corazón son aceptados después de una

cuidadosa determinación de hipotensión, hipoxia y traumatismo

tisular y después de la confirmación de la muerte cerebral y de la

viabilidad de órganos. La ecocardiografía es una herramienta esen-

cial para la evaluación del donante sobre todo una vez que el

paciente ha quedado apartado del soporte inotrópico. Puede utili-

zarse la ecocardiografía para valorar las anomalías globales y seg-

mentarías del movimiento parietal, función del ventrículo derecho,

función valvular, presencia de un agujero oval y presencia de aire

intracardíaco. Suele ser aceptable una ligera hipertrofia del ventrí-

culo izquierdo. El prolapso de la válvula mitral es común y no

contraindica la donación, a menos que cause una importante IM.

Idealmente, el donante no debe presentar trastornos hemo-

dinámicos o metabólicos importantes que requieran soporte ino-

trópico continuo a altas dosi

s 373 .

Frecuentemente, el donante ha

sido seleccionado para la donación multiorgánica y el equipo de

obtención del corazón ha de coordinarse potencialmente con los

equipos de obtención de riñón, hígado y pulmón. Las principales

preocupaciones del anestesista son mantener la estabilidad hemo-

dinámica y la euvolemia. Idealmente con una presión sanguínea

sistémica mayor de 100mmHg y PVC de 8-12mmHg, y mantener

los gases en sangre arterial dentro de los límites normales, con una

Pao

2

mayor de 100mmHg.

En el donante, después de una esternotomía media, se evalúa

cuidadosamente la función miocárdica y se inspecciona el corazón

en busca de anomalías. A continuación se permite a los otros

equipos que diseccionen los órganos restantes que han de ser

extraídos. Se logra la heparinización sistémica (300U/kg), se liga

la vena cava superior y se secciona transversalmente la vena cava

inferior. Se pinza transversalmente la aorta, se descomprime el

corazón y se infunde la solución de cardioplejía fría (4 °C). A con-

tinuación, se retira el corazón y se prepara para su transporte: se

coloca en una bolsa de plástico estéril que se coloca dentro de otra

bolsa llena con una solución salina fría con hielo. A continuación,

este paquete se transporta en un arcón congelador. Se piensa que

el tiempo límite superior entre la extracción y la reimplantación

del corazón es de aproximadamente 6 hora

s 373 .

Por consiguiente, desde la perspectiva del anestesista, el

período preoperatorio queda limitado con frecuencia por impor-

tantes restricciones de tiempo, porque la inducción debe ser progra-

mada en tiempo de tal modo que pueda comenzar inmediatamente

la DCP cuando llegue el corazón donante. No obstante, la evalua-

ción preoperatorio debe incluir todos los aspectos de una eva­

luación preanestésica de urgencia habitual, con inspección rápida de

los resultados de la labor diagnóstica cardiológica más reciente y

recogida de información sobre cualquier descompensación car-

díaca reciente, historia de procedimientos quirúrgicos previos, pre-

sencia de un cardioversor-desfibrilador implantable (DAI) que ha

de ser desactivado en el quirófano inmediatamente antes o después

de la inducción anestésica, valores de laboratorio actuales y última

ingesta oral.

El trasplante ortotópico de corazón se efectúa a través de una

esternotomía media. Dado que muchos receptores han sido some-

tidos a uno o más procedimientos quirúrgicos cardíacos, se efectúa

la nueva esternotomía cuidadosamente con una sierra oscilante. Se

prepara y se cubre con paños la región inguinal para proporcionar

una vía rápida para la canulación de la DCP, en caso de que sea

necesario. Después de la incisión pericárdica se administra hepa-

rina (300U/kg). Se colocan las cánulas para la DCP en la aorta

ascendente y en las venas cavas a través de la aurícula derech

a 369 .

Después de haber comenzado la DCP, se instaura hipotermia sis-

témica (28-30 °C). Se abre el corazón nativo a nivel de las aurículas.

Se anastomosan en primer lugar las aurículas izquierdas del

donante y del receptor, y después las aurículas derechas. Común-

mente, las venas cavas superior e inferior se anastomosan directa-

mente y se corta hacia abajo la aurícula izquierda hasta la entrada

de las venas pulmonares

( fig. 50-29

). Mientras se comienza el reca-

lentamiento sistémico, se anastomosan la AP y la aorta ascendente.

A continuación se aspira el aire del corazón y se utiliza ETE para

asegurarse de que se ha retirado el aire de las cavidades cardíacas

antes de que sea retirado el paciente de la DCP. Se administra una

dosis de esteroides (metilprednisolona) en el momento de comple-

tarse la última anastomosis, antes de liberar el pinzamiento trans-

versal de la aorta, para atenuar la respuesta inmunitaria

373 .

Puede

lograrse la reducción linfocitaria con una infusión de globulina

policlonal frente a los timocitos, preparación que contiene diversas

cantidades de anticuerpos específicos dirigidos frente a moléculas

de las células T, moléculas de las células B, monocitos, macrófagos,

neutrófilos, plaquetas y células endoteliales.

Si el corazón donante no llega a reanudar el ritmo sinusal

normal, se debe efectuar la cardioversión eléctrica. Muchos pacien-

tes necesitan una infusión y un agente inotrópico y cronotrópico

durante la reperfusión y retirada de la derivación. Si es baja la

frecuencia cardíaca, se infunde isoproterenol o dobutamina, y se

coloca de rutina un electrodo temporal en el ventrículo derecho;

la frecuencia se suele ajustar a 100 latidos/mi

n 369 .

La retirada de la

Anestesia para los procedimientos de cirugía cardíaca

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Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

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