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los pacientes con IA crónica, la PTDVI permanece relativamente

normal porque el VTDVI aumenta lentamente

( fig. 50-27 )

. El flujo

anterógrado mejora por la vasodilatación periférica. Típicamente se

mantiene una FE normal por un gran volumen por latido. Sin

embargo, con el tiempo se producen aumentos en el estrés parietal

del ventrículo izquierdo y poscarga. A la larga, a medida que pro-

gresan la dilatación y la hipertrofia del ventrículo izquierdo, se desa-

rrolla una disfunción irreversible del ventrículo izquierdo y los

pacientes se vuelven sintomáticos. Como mecanismo compensador

del bajo gasto cardíaco se produce una constricción simpática de la

vasculatura periférica para mantener la presión sanguínea, pero esta

adaptación da lugar a un empeoramiento del reflujo y del gasto

cardíaco.

Aunque los pacientes con IA crónica pueden permanecer

asintomáticos durante décadas, puede llegar a requerirse una

reducción en la poscarga a medida que progresa la enfermedad.

Una cuestión crítica que permanece sin respuesta es en qué punto

del curso de la enfermedad debe efectuarse la cirugía para prevenir

el desarrollo de disfunción irreversible del ventrículo izquierdo,

especialmente en los pacientes con IA crónica grav

e 347 .

I

nsuficiencia

aórtica

aguda

.

 La IA aguda es menos

común que la IA crónica, pero comporta un pronóstico más

sombrío. Las causas comunes de la IA aguda incluyen traumatismo,

endocarditis bacteriana y disección aórtica. Rara vez, la IA aguda

se produce como complicación idiopática, como después de una

valvuloplastia aórtic

a 347 .

La fisiopatología de la IA aguda gira alre-

dedor del hecho de que causa un aumento agudo en el volumen

que llega al ventrículo izquierdo. Al no haber tenido tiempo el

ventrículo izquierdo para sufrir el proceso de hipertrofia excén-

trica, como sí ocurre en la IA crónica, no se encuentra preparado

para acomodarse a este súbito aumento de volumen. Tal como se

muestra en la

figura 50-27 ,

este súbito aumento en la PTDVI causa

una desviación a la derecha en el bucle de presión-volume

n 348 .

Se

activa una respuesta simpática; la taquicardia y el aumento en el

estado contráctil son los principales mecanismos compensadores

para mantener un gasto cardíaco adecuado. A menos que sea

tratada apropiadamente la IA, estos mecanismos compensadores

fracasan rápidamente. Además, la respuesta simpática causa

también una constricción simpática de la vasculatura periférica,

aumentando así la RVS y empeorando aún más la IA. La función

del ventrículo izquierdo puede deteriorarse rápidamente y necesita

una cirugía de urgencia. El tratamiento vasodilatador puede esta-

bilizar temporalmente al paciente durante el transporte al

quirófan

o 347,349 .

M

anejo anestésico

.

 El manejo anestésico de los pacientes

con IA debe incluir el mantenimiento de una frecuencia cardíaca

relativamente rápida (aproximadamente 90 latidos/min) y una RVS

relativamente baja mientras se mantiene la precarga y la contracti-

lidad. Se recomienda una ligera premedicación. La

tabla 50-13

muestra los objetivos anestésicos para inducir y mantener la anes-

tesia en los pacientes con IA. Al considerar la elección de los fár-

macos para la anestesia general en estos pacientes, se deben evitar

las medicaciones que causan bradicardia o una presión sanguínea

elevada, porque estos cambios empeoran el grado de IA y pueden

precipitar una insuficiencia del ventrículo izquierdo.

Constituye un estándar la colocación de una vía arterial en

el preoperatorio. Durante la cirugía y en el período postoperatorio

se evita una presión arterial «alta» en los pacientes sometidos a

valvuloplastia de la válvula aórtica porque la incisión aórtica crea

la posibilidad de hemorragia o de disección aórtica. Es estándar una

vía central y puede considerarse un catéter en la AP para la moni-

torización de la función cardíaca durante y después de la operación.

En el período previo a la derivación, la ETE permite al anestesista

asegurarse de la causa de la IA, valorar la gravedad de la IA y deter-

minar el tamaño y función del ventrículo izquierdo. Además, la

valoración por la ETE en el período posderivación inmediato

confirma el posicionamiento y función apropiados de la nueva

válvula.

La separación de la DCP puede complicarse por disfunción

ventricular izquierda preexistente. Además, la valvuloplastia mecá-

nica da lugar a un ligero gradiente de presión transvalvular. Por

consiguiente, pueden requerirse agentes inotrópicos para mejorar

la función del ventrículo izquierdo. Debe continuarse con el

aumento de la precarga para mantener el llenado del ventrículo

izquierdo dilatado.

Otras valvulopatías

Valvulopatía tricuspídea

I

nsuficiencia

tricuspídea

.

 La valvulopatía del lado

derecho en adultos es con mucha frecuencia manifestación de hiper-

tensión pulmonar secundaria a enfermedad pulmonar intrínseca,

enfermedad pulmonar vascular, o cardiopatía del lado izquierdo. La

IT primaria puede ser reumática, traumática o infecciosa. La IT

secundaria o funcional puede ser manifestación de cor pulmonale,

hipertensión pulmonar primaria o cardiopatía del lado izquierdo

que da lugar a aumento de la presión vascular pulmonar.

La valvulopatía tricúspídea tiene una naturaleza predomi-

nantemente de reflujo. Los pacientes con IT significativa pueden

tener síntomas de disnea y datos de aumento de presión en la

aurícula derecha (p. ej., hepatomegalia, edema periférico). Los

cambios compensadores con IT de larga duración implican la dila-

tación de las cavidades derechas, la aurícula y el ventrículo. Por la

hipertrofia de la aurícula derecha, muchos pacientes exhiben FA.

La IT y la hipertrofia del ventrículo derecho de larga duración

pueden dar lugar a disfunción sistólica del ventrículo derecho, lo

que lleva a una mayor hipertrofia de la cavidad, dilatación anular

tricuspídea y agravamiento de la IT. Si la insuficiencia tricúspídea

es secundaria a estados de precarga con presión en el ventrículo

derecho, como en la hipertensión pulmonar, se produce hipertrofia

del ventrículo derecho. Esta hipertrofia y aumento de la presión en

el ventrículo derecho pueden llevar a desplazamiento a la izquierda

del tabique interventricular y trastorno de la función sistólica y

diastólica del ventrículo izquierdo.

Los intereses del manejo anestésico incluyen la preservación

de la precarga y un soporte inotrópico apropiado, según dicte la

situación clínica. Si la IT es secundaria a elevaciones en la presión

Anestesia para los procedimientos de cirugía cardíaca

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Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

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Figura 50-27

 Bucle de presión-volumen en la insuficiencia aórtica (IA).

IA aguda, bucle medio; IA crónica, bucle derecho.

(Adaptada de Jackson JM,

Thomas SJ, Lowenstein E: Anesthetic management of patients with valvular

heart disease.

Semin Anesth

1:239, 1982.)