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la eliminación de radicales libres, la disminución de la secreción de

renina y el aumento de la síntesis renal de prostaglandina

s 120

.

Se ha aconsejado la administración de diuréticos de asa y de

dopamina a dosis bajas (1-3

m

g/kg/min) para proteger a los riñones

frente a las lesiones inducidas por el pinzamiento aórtico, ya que

aumentan el flujo de sangre renal y la diuresis intraoperatoriamente.

Algunos clínicos defienden la administración rutinaria de estos fár-

macos en pacientes con insuficiencia renal preoperatoria y para

intervenciones en las que se necesite un pinzamiento de la aorta

suprarrenal. La administración intraoperatoria de estos fármacos

exige una mayor vigilancia de la volemia intravascular y de los elec-

trólitos en el período postoperatorio. En realidad, estos fármacos

podrían tener consecuencias dañinas por la hipovolemia y la consi-

guiente hipoperfusión renal. Además, la actividad inotropa y crono-

tropa positiva de la dopamina puede provocar taquicardia y aumentar

el consumomiocárdico de oxígeno en pacientes con una reserva coro-

naria limitada. Aunque personalmente casi he abandonado por com­

pleto la utilización de dopamina, suelo administrar diuréticos a

pacientes con una diuresis baja después de despinzar la aorta, y sobre

todo a aquéllos con un tratamiento diurético crónico.

El mesilato de fenoldopam, un agonista selectivo de la dopa-

mina de tipo 1 que dilata de forma preferencial los lechos vascula-

res renal y esplácnico, ha logrado resultados prometedores en los

primeros trabajos como posible fármaco protector rena

l 121,122

. Sin

embargo, se desconoce su papel en la prevención de la disfunción

renal tras la cirugía de aort

a 123 .

El uso de vastatinas se asocia a una

función renal conservada tras la cirugía aórtica en la que se nece-

sita pinzar la aorta suprarrena

l 124 .

El preacondicionamiento isqué-

mico a distancia disminuye la incidencia de deterioro renal después

de la cirugía aórtica abiert

a 125 .

La forma más eficaz de proteger al riñón durante y después del

pinzamiento aórtico consiste en mantener una hemodinámica sisté-

mica óptima, manteniendo a la vez el volumen intravascula

r 126,127

. El

objetivo sería conseguir una precarga adecuada para que el ventrículo

izquierdo pudiera enfrentarse a los cambios de la contractilidad y la

poscarga asociados al pinzamiento mientras se mantiene el gasto

cardíaco. Sin embargo, cuando se aplica este tipo de tratamiento,

debería evitarse el exceso de volumen intravascular, dado que puede

elevarse de forma inadecuada la precarga o provocarse un edema

pulmonar en pacientes con una reserva miocárdica disminuida.

Estrategias terapéuticas

Los pacientes con un deterioro previo de la función ventricular y

una disminución de la reserva coronaria son más vulnerables al

estrés que origina el pinzamiento aórtico sobre el aparato cardio-

vascular. Las estrategias terapéuticas razonables para prevenir los

efectos perniciosos del pinzamiento aórtico consisten principal-

mente en medidas para disminuir la poscarga, normalizar la pre-

carga y mantener el gasto cardíaco. Pueden emplearse de forma

selectiva vasodilatadores, inotrópicos negativos y positivos o una

hipovolemia controlada (es decir, flebotomía).

Los pacientes con trastornos de la función ventricular que

tienen que someterse a un pinzamiento de la aorta supracelíaca

son los que más dificultades plantean. La isquemia miocárdica, que

refleja un equilibrio desfavorable entre el aporte y la demanda de

oxígeno por el miocardio, puede deberse a las consecuencias

hemodinámicas del pinzamiento aórtico. Es importante que el

pinzamiento de la aorta supracelíaca se lleve a cabo de forma

controlada (es decir, aplicando la pinza lentamente) para evitar un

estrés extremo y súbito sobre el corazón. Con frecuencia es preciso

disminuir la poscarga y la precarga. La disminución de la primera,

que suele lograrse gracias a la administración de nitroprusiato

sódico (un vasodilatador principalmente arteriolar), es imprescin-

dible para «descargar» al corazón y disminuir la tensión sobre la

pared ventricular. En una serie amplia de pacientes en los que se

necesitaba un pinzamiento de la aorta torácica descendente, se

consiguió mantener estable la función ventricular izquierda admi-

nistrando nitroprusiato sódico durante el pinzamiento. Este vaso-

dilatador permitía lograr un volumen intravascular adecuado

antes del despinzamiento, lo que permitía mantener estable la

situación hemodinámica después de soltar la pinza, aunque el iso-

flurano puede proporcionar una hemodinámica similar a la obte-

nida por el nitroprusiato sódico durante el pinzamiento de la aorta

torácic

a 102 .

Aunque no se emplea mucho, la amrinona proporciona

un control hemodinámico equivalente al nitroprusiato sódico

durante la cirugía de la aorta abdomina

l 128 .

Es igualmente impor-

tante mantener una precarga normal, lo que obliga a realizar un

ajuste cuidadoso de los líquidos y a la administración de vasodi-

latadores. En estos casos suele utilizarse nitroglicerina, ya que

aumenta la capacidad venosa en mayor medida que el nitropru-

siato sódico. La infusión de nitroglicerina durante la cirugía de la

aorta abdominal mantiene la función ventricular durante el

período de pinzamiento.

En los pacientes que no presentan datos de descompensa-

ción ventricular izquierda o de isquemia miocárdica durante el pinzamiento de la aorta supracelíaca, puede considerarse aceptable un

valor de presión arterial media aórtica proximal hasta de 120mmHg.

El cirujano puede solicitar una disminución adicional de la presión

arterial proximal si se encuentra un tejido aórtico friable. El flujo

sanguíneo distal a la pinza aórtica dependerá de la presión y dis-

minuye todavía más durante el tratamiento con vasodilatadore

s 104 .

En este contexto, los órganos vitales y los tejidos distales a la pinza

están expuestos al riesgo de hipoperfusión y de disminución del

flujo sanguíneo. Aunque es infrecuente, para mantener el gasto

cardíaco adecuado puede ser necesaria una intervención activa con

inotrópicos. En general, durante las intervenciones aórticas deberían

Anestesia para la cirugía vascular

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52

Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

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Cuadro 52-3

 Cambios fisiológicos durante el

despinzamiento aórtic

o *

e intervenciones terapéuticas

Cambios hemodinámicos

Contractilidad miocárdica

Presión arterial

Presión en la arteria pulmonar

Presión venosa central

Retorno venoso

Gasto cardíaco

Cambios metabólicos

Consumo de oxígeno corporal total

Lactato

Saturación de oxígeno venosa mixta

Prostaglandinas

Complemento activado

Factor depresor del miocardio

Temperatura

Acidosis metabólica

Intervenciones terapéuticas

Anestésicos inhalatorios

Vasodiladores

Administración de líquidos

Fármacos vasoconstrictores

Recolocación de la pinza si hipotensión importante

Considerar la administración de manitol

Considerar la administración de bicarbonato sódico

*Estos cambios tienen más importancia cuanto más dure el

pinzamiento y cuanto más proximal sea.