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intentar aumentar el flujo colateral y prevenir la isquemia cerebral.

En pacientes con una oclusión contralateral de la arteria carótida

interna o estenosis grave, se defiende una hipertensión inducida,

hasta aproximadamente un 10-20%por encima de los valores basales,

durante el período de pinzamiento de la aorta cuando no se realiza

monitorización neurofisiológica. La conservación o la elevación de

la presión arterial puede lograrse manteniendo un plano de anestesia

general superficial o administrando fármacos simpaticomiméticos,

como fenilefrina y efedrina. La administración de vasopresores para

aumentar la presión arterial durante la endarterectomía carotídea

debe llevarse a cabo con cautela, porque el incremento de la presión

arterial y la frecuencia cardíaca pueden aumentar las necesidades de

oxígeno del miocardio, así como el riesgo de isquemi

a 405

o infarto

de miocardio. También se ha defendido un uso restrictivo de vaso-

presores en casos concretos de isquemia cerebra

l 406 .

En una publica-

ción, la hipertensión inducida durante el período de oclusión

carotídea no se asoció a isquemia miocárdic

a 407

.

La manipulación quirúrgica del seno carotídeo con activa-

ción de los reflejos de los barorreceptores puede ocasionar la apa-

rición brusca de bradicardia con hipotensión. La interrupción de

la manipulación quirúrgica restablece con rapidez la hemodiná-

mica y la infiltración de la bifurcación carotídea con lidocaína

al 1% suele prevenir la aparición de episodios adicionales. Sin

embargo, esta infiltración puede incrementar la incidencia de

hipertensión intra y postoperatori

a 408 .

Yo no defiendo la infiltración

de rutina de la bifurcación carotíde

a 409 .

La administración de isoflurano se interrumpe cuando se

cierran los planos aponeuróticos profundos del cuello y se aumenta

el óxido nitroso hasta el 70% controlando la ventilación de forma

manual. Al colocar los vendajes quirúrgicos se administran fármacos

para revertir el bloqueo neuromuscular y se aumenta el oxígeno hasta

el 100%. En este momento yo reduzco los estímulos externos del

paciente dejando tranquila la habitación, apago las luces quirúrgicas

y coloco al paciente en decúbito con el cabecero de la camilla ligera-

mente elevado. Voy asistiendo la ventilación con suavidad hasta que

el paciente muestra movimientos o abre espontáneamente los ojos.

Con raras excepciones, todos los pacientes se extuban una vez con-

firmada la integridad neurológica. Las deficiencias neurológicas al

despertar deben ser comentadas de forma inmediata con el cirujano

para valorar la necesidad de angiografía, reintervención o ambas. El

período de despertar y extubación puede asociarse a una hipertensión

notable con taquicardia, que puede precisar de una intervención far-

macológica radical. Es posible que durante este período deba reali-

zarse un control hemodinámico más exigente que durante la

inducció

n 407 .

Se ha descrito que la administración de propofol en

lugar de isofluorano consigue una estabilidad hemodinámica mayor

y con menos intervenciones farmacológicas durante el despertar en

los pacientes que van a someterse a una endarterectomía carotíde

a 407 .

Además, se observó una incidencia significativamente menor de

isquemia miocárdica al despertar en el grupo de propofol que en el

de isoflurano (1 de 14 frente a 6 de 13). Es especialmente importante

señalar que todos los pacientes con isquemia miocárdica al despertar

mostraban presiones arteriales sistólicas superiores a 200 mmHg.

Anestesia regional y local

Las técnicas de anestesia local y regional para la endarterectomía

carotídea llevan empleándose durante más de 40 años y muchos

centros las consideran las técnicas de elecció

n 410,411 .

La anestesia regio-

nal se realiza bloqueando los dermatomos C2 a C4 mediante un

bloqueo del plexo cervical superficial y profundo (v. cap. 42). Puede

obtenerse una anestesia adecuada mediante un bloqueo aislado del

plexo cervical superficial, posiblemente porque el anestésico local se

distribuye hacia las raíces nerviosas cervicale

s 412

. La infiltración local

del campo quirúrgico también consigue el bloqueo sensitivo necesario.

La anestesia regional permite una valoración neurológica continua del

paciente despierto, lo cual parece ser el método más sensible para

detectar una perfusión o una función cerebral inadecuada

s 413

. Otras

ventajas descritas es que se evita la costosa monitorización cerebral, se

reduce la necesidad de derivació

n 414-416

, se consigue una mayor estabi-

lidad de la presión arterial con menos necesidades de fármacos vaso-

presore

s 415,417

y se abaratan los costes hospitalario

s 414,417,418 .

La anestesia local o regional exige una colaboración impor-

tante por parte del paciente durante toda la intervención y la mejor

manera de mantenerla consiste en una comunicación constante y

una manipulación cuidadosa de los tejidos. La infiltración comple-

mentaria de anestésico local por parte del cirujano, sobre todo en el

margen inferior y la ramamandibular, suele resultar útil. La sedación,

si se administra, debe mantenerse al mínimo para poder realizar una

valoración neurológica continua. El nivel de consciencia, el discurso

y la prensión con la mano contralateral se valoran de forma continua

durante toda la intervención. La prensión se puede valorar dándole

un muñeco antiestrés. La presión arterial se incrementa con fenile-

frina cuando el paciente manifieste cambios neurológicos durante el

pinzamiento de prueba de la arteria carótida o después de realizar la

derivación. Una prueba de pinzamiento durante 2-3 minutos con el

paciente despierto permite identificar con rapidez qué pacientes

pueden beneficiarse de la derivació

n 419

. La aceptación por parte del

paciente de las técnicas de anestesia regional es alt

a 420

, como se pone

de manifiesto por la preferencia que manifiesta el 92% por repetir

el bloqueo del plexo cervical para una endarterectomía carotídea

futur

a 421

. El campo quirúrgico estéril se coloca a modo de «tienda

de campaña» sobre la cabeza y la cara para disminuir la ansiedad

generada por una posible claustrofobia. Se ha sugerido la inexisten-

cia de contraindicaciones absolutas para la anestesia regional en la

endarterectomía carotíde

a 320

. Yo evito la anestesia regional en los

siguientes casos: paciente que expresa manifiestamente su preferen-

cia por la anestesia general (p. ej., claustrofobia), barreras idiomáti-

cas que dificulten la comunicación y una anatomía vascular difícil.

Esta última barrera la suelen constituir pacientes de cuello corto y

con una bifurcación alta (más cefálica) en los que puede ser nece-

saria una retracción submandibular enérgica.

Anestesia regional frente a general

La mayor parte de los artículos en los que se han comparado las

anestesias local o regional con la general no indican diferencias en la

incidencia perioperatoria de ictus o muerte en función de la técnica

anestésic

a 27,320,321,326,418,422-424

. En tres estudios se ha encontrado un

aumento de la incidencia de ictus perioperatorios durante la anestesia

genera

l 325,425 .

En cinco estudios se ha apreciado una elevación de la

incidencia perioperatoria de ictus con la anestesia genera

l 27,326,422,424 .

Las posibles desventajas de la anestesia local o regional son la inca-

pacidad para usar protección cerebral farmacológica con anestésicos,

el pánico o la pérdida de colaboración del paciente, las convulsiones

o la pérdida de conocimiento con el pinzamiento carotídeo y el acceso

inadecuado a la vía respiratoria en caso de necesitar una reconversión

a anestesia general. La incidencia de complicaciones graves por el

bloqueo del plexo cervical es baja; sin embargo, se han encontrado

concentraciones casi tóxicas de anestésicos locales en cerca de la

mitad de los pacientes tras un bloqueo del plexo cervical superficial

y profund

o 426 .

Aunque no se produjeron complicaciones graves

secundarias a la toxicidad por los anestésicos locales, hay que tener

cierta cautela al pedirle al cirujano que complemente la zona con

anestésicos locales adicionales. La paresia del nervio frénico es fre-

cuente después del bloqueo del plexo cervica

l 427

y tiene escasas reper-

cusiones clínicas, salvo en pacientes con enfermedad pulmonar

obstructiva crónica o disfunción del diafragma contralateral. La fre-

cuencia de reconversión de una anestesia regional a una general ha

oscilado en las publicaciones entre el 2-6

% 320,323,428

. En los pacientes

que van a someterse a una endarterectomía carotídea con bloqueo

del plexo cervical, la depresión del segmento ST durante el pinza-

miento o poco después del despinzamiento constituía un factor pro-

nóstico sólido de complicaciones cardíaca

s 429

.

En el 2,4 al 24% de los pacientes se producen cambios neuro-

lógicos intraoperatorios durante la endarterectomía carotídea con

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Anestesia por subespecialidades en el adulto

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