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Evaluación y preparación preanestésica

En la entrevista preoperatoria debe informarse al paciente sobre la

naturaleza y la duración del procedimiento y de las limitaciones de

los movimientos. Se debe obtener una descripción tanto del aura

como de las crisis comiciales para facilitar su reconocimiento. Hay

que establecer si el paciente está sufriendo convulsiones de tipo gran

mal. Si se pretenden identificar los focos epileptógenos mediante

electrocorticografía intraoperatoria, es habitual interrumpir o reducir

la dosis de anticomiciales a la mitad, de acuerdo con el riesgo perci-

bido de crisis incontroladas. Las premedicaciones con efecto antico-

micial (p. ej., benzodiazepinas) no deben utilizarse porque pueden

interferir con la localización EEG intraoperatoria.

Técnica anestésica

Los objetivos de la técnica anestésica son:

1. Minimizar la incomodidad de los pacientes asociada con las

partes potencialmente dolorosas del procedimiento y con la

restricción prolongada de los movimientos.

2. Asegurar la sensibilidad y el cumplimiento del paciente

durante las fases del procedimiento que requieran una eva-

luación bien del habla o bien de las respuestas motoras/

sensitivas ante la estimulación cortical.

3. Elegir las técnicas anestésicas que produzcan una mínima

inhibición de la actividad comicial espontánea.

Probablemente existen muchas formas de proporcionar seda-

ción que son compatibles con los objetivos antes mencionados.

Actualmente se utilizan muchas técnicas que van desde estrategias de

mínima sedación, pasando por técnicas de sedaciónprofunda durante

las que se logra una insensibilidad intermitente con ventilación

espontánea y una vía aérea desprotegida, hasta técnicas de sueño-

vigilia-sueño con un control intermitente de la vía aérea con mascari-

lla laríngea (ML), a veces mediante ventilación con presión positiva.

Antes de comenzar, el anestesista debe comprender que el ele-

mento esencial de la «anestesia» para una craneotomía con el paciente

consciente es la técnica anestésica local del cirujano. La «sedación» no

puede compensar una inadecuada anestesia del cuero cabelludo, como

la que se logra con infiltraciones puntuales y bloqueos nerviosos

( fig. 53-17 )

. Los anestesistas no deben quedarse anclados en la idea de

que es su responsabilidad proporcionar el equivalente a una anestesia

general en un paciente que respire de forma espontánea con una vía

respiratoria desprotegida y casi inaccesible.

Para la sedación, algunos médicos utilizan principalmente

propofol mediante una infusión controlada por el médico o por el pa-

cient

e 300,301 .

La combinación de propofol con fentanilo o remifentani-

lo en bajas dosis (p. ej., remifentanilo 0,02 a 0,05

m

g/kg/min) también

resulta razonabl

e 302,303

. Hay que tener cuidado cuando se administren

fármacos sedantes adicionales, sobre todo opioides, cuyos efectos

depresores respiratorios podrían ser sinérgicos con los del propofol.

Esta consideración resulta especialmente relevante cuando se emplean

fijaciones de tipometálico. Los puntos metálicos de fijación restringen

de forma significativa la capacidad del anestesista para intervenir

rápidamente en caso de una depresión respiratoria excesiva o de una

pérdida de la permeabilidad de la vía respiratoria.

En caso de utilizar propofol, debe interrumpirse al menos

15 minutos antes del registro del EEG. Apesar de un despertar precoz,

el propofol deja una «huella» residual en el EEG que se caracteriza

por actividad beta de alta frecuencia y gran amplitud que puede

enmascarar la actividad anómala que se está buscando en el EEG

de la superficie cortica

l 300 .

La utilización de dexmedetomidina, que

además de sedación y ansiólisis proporciona algo de analgesia con

una depresión respiratoria mínima va en aument

o 304-306 .

Los autores

de estas series describen unas condiciones satisfactorias para las

pruebas funcionales, incluidas la estimulación cerebral para el

mapeo del habla, con una infusión constante de dexmedetomidina

de 0,1 a 0,5

m

g/kg/h durante la prueb

a 305,307,308

. Sin embargo, se ha

descrito un retraso a la hora de lograr una respuesta satisfactoria

del pacient

e 306,309

, por lo que parece recomendable utilizar tasas

de infusión más moderadas (es decir, 0,1 a 0,3

m

g/kg/h) durante

pruebas neurocognitiva

s 307 .

La administración de antieméticos (es

decir, ondansetrón, dexametasona o ambos) probablemente debe

ser de rutina, especialmente cuando se administran opiáceos.

Varios grupos han descrito la utilización de la ML, habitual-

mente con sedación de opioide-propofol y ventilación espontánea

durante la craneotomía; una vez expuesta la superficie cerebral se

interrumpe la administración del sedante y se retira la M

L 304-307,310 .

Muchas estrategias pueden ser eficaces, pero hasta donde alcanzan

nuestros conocimientos, no se han descrito técnicas de ML en

pacientes sujetos mediante elementos metálicos de fijación.

La monitorización convencional no invasiva es casi siempre

suficiente. Una capnografía fiable que confirme la permeabilidad de

la vía aérea y el estímulo respiratorio en cada respiración es un

componente esencial de la técnica si se pretende una sedación pro-

funda en cualquier momento del procedimiento. Estos procedimien-

tos suelen ser prolongados, por lo que una atención a los detalles

relativos a la comodidad del paciente (p. ej., mantas térmicas, piel de

cordero, temperatura ambiental) mejorará su tolerancia.

Las fases más incómodas del procedimiento son la colocación

del cabezal metálico (no todos los grupos lo utilizan) y la craneoto-

mía. Muchos pacientes también encuentran dolorosa lamanipulación

de la duramadre, sobre todo la tracción de la duramadre subtemporal.

La propia manipulación del parénquima cerebral supratentorial es

indolora. El volumen de anestésico local utilizado para infiltrar en los

puntos de fijación y practicar un bloqueo de campo del cuero cabe-

lludo puede ser considerable. Resulta adecuado que el anestesista

realice un seguimiento de las dosis de anestésico local utilizadas.

El anestesista debería participar de forma activa en el

momento de la colocación de la cabeza. Cuanto mayor sea la movi-

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Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV

Figura 53-17

 Nervios cutáneos en el cuero cabelludo.