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se difunde al plasma y se encuentra con la ALA-deshidrasa. Esta

enzima une dos moléculas de ALA para formar porfobilinógeno

(PBG). Las moléculas de PBG se disponen en forma lineal por la

acción de la PBG-desaminasa para formar el hidroximetilbilano

(HMB). El HMB se transforma en uroporfirinógeno III, que es

el precursor del coproporfirinógeno III. La mitocondria capta el

coproporfirinógeno III y lo convierte en protoporfirina IX a través

de las acciones de la coproporfirinógeno-oxidasa y la protoporfiri-

na-oxidasa. En el paso final de la vía, la ferroquelatasa cataliza la

formación de un complejo de ion ferroso y protoporfirina IX para

producir el hemo.

Porfirias.

 Los porfirinógenos expuestos al O

2

se oxidan rápida-

mente y forman las porfirinas correspondientes. La acumulación

de porfirinas en los tejidos produce las porfirias. Las porfirias son

enfermedades génicas raras caracterizadas por aberraciones en la

síntesis del hemo. Los pacientes con estos trastornos suelen perma-

necer asintomáticos hasta que algún factor estresante (endógeno o

exógeno) desencadena la crisis de porfiri

a 70

. El síndrome clínico

abarca reacciones neurológicas recurrentes, espectaculares y en

ocasiones mortales acompañadas de dolor abdominal (90%) y una

orina oscura (80%).

La porfiria intermitente aguda (PIA) es la porfiria más fre-

cuente. Su prevalencia en la población general es de 1 cada 10.000,

pero puede alcanzar 1 de cada 500 en pacientes psiquiátricos. La

PIA tiene una frecuencia cinco veces mayor en mujeres que en

varones.

Entre los desencadenantes de las crisis de porfiria están las

hormonas sexuales, los glucocorticoides, el consumo de tabaco

y varios, sobre todo barbitúricos y otros inductores del CYP

57,71 .

Recordar que la inducción del CYP conlleva la producción de

hemoproteínas CYP. Cuando el hemo se inserta en estas proteí-

nas CYP recién acuñadas, las concentraciones intracelulares del

hemo declinan

71-74 .

El resultado es menos inhibición por retroa-

limentación de la ALA-sintasa y por ello mayor producción de

AL

A 75 .

Los defectos en la vía del hemo hacen que los precursores

del hemo (proximales al lugar de bloqueo) se acumulen. Consi-

dérese, por ejemplo, a los pacientes con un déficit génico de

PBG-desaminasa; cuando la actividad de la ALA-sintasa aumenta,

también lo hacen las concentraciones tisulares de ALA y PBG.

Estos precursores del hemo, que tienen estructuras químicas aná-

logas a la del neurotransmisor ácido

g

-aminobutírico (GABA),

contribuyen probablemente a los efectos neurotóxicos de las

porfirias.

Metabolismo de la bilirrubina

La principal fuente de bilirrubina sérica es el metabolismo del

hemo. Los adultos sanos producen unos 300mg de bilirrubina

diarios, el 80% derivado de la fagocitosis de hematíes viejos por los

macrófagos del bazo, el hígado y la médula ósea. Estas células

reticuloendoteliales extraen la porción proteínica de la hemoglo-

bina y convierten el hemo en bilirrubin

a 57

. El primer paso es limi-

tante. La hemo-oxigenasa (HO), con O

2

como sustrato, escinde

mediante oxidación la porfirina macrocíclica del hemo para pro-

ducir biliverdina-IX

a

, monóxido de carbono (CO) y hierro diva-

lente libre en cantidades equimolares.

La mayor parte de la producción endógena de CO deriva de

reacciones de la HO. De este modo, la importancia biológica de la

HO puede extenderse más allá de la rotura del hemo. Para aclarar

este aspecto, el CO tiene muchas funciones fisiológicas, como la

regulación del tono vascular (vasodilatador), la agregación plaque-

taria, la proliferación del miocito vascular y la liberación de neu-

rotransmisore

s 76 .

Además, el CO ejerce efectos citoprotectores,

antiapoptósicos y antioxidantes en los órganos de todo el

organism

o 77,78

. La biliverdina también protege frente al estrés oxi-

dativ

o 77 ;

se convierte rápidamente en bilirrubina por la acción de

las reductasas citoplásmica

s 79

.

Tras la liberación de las células endoteliales, la bilirrubina se

une fuertemente a la albúmina plasmática. Los hepatocitos extraen

ávidamente esta bilirrubina de la albúmina. Producen conjugados

de bilirrubina (a través de la acción del ácido glucorónico y de la

bilirrubina UDP-glucoronosiltransferasa) y secretan estos conjuga-

dos a la bilis canalicular. Aunque el intestino excreta la mayor parte

de la bilirrubina, una pequeña cantidad vuelve al hígado en la cir-

culación enterohepática. De este modo, el torrente sanguíneo tiene

normalmente un mínimo de conjugados de bilirrubina, que llegan

directamente a través de la circulación enterohepática o indirecta-

mente a través de los conductos biliares y los vasos linfáticos.

Fisiología endocrina

El hígado es la glándula de mayor tamaño del ser humano y ejerce

funciones importantes en el metabolismo de las hormonas y sus

proteínas transportadora

s 60 .

Los hepatocitos producen varias sus-

tancias endocrinas, como el angiotensinógeno, la trombopoyetina

y el factor de crecimiento de tipo insulínico I (IGF-I

) 80 .

Captan

tiroxina (T

4

), el principal producto de la glándula tiroides, y pueden

activarla convirtiéndola en triyodotironina (T

3

) o inactivarla. El

hígado inactiva muchas otras hormonas, como la aldosterona, los

estrógenos, los andrógenos, la hormona antidiurética y la insulina.

Casi la mitad de la insulina producida por el páncreas nunca

alcanza la circulación sistémica, porque se degrada en el hígad

o 81 .

Respuestas inmunitarias e inflamatorias

El hígado es el mayor órgano reticuloendotelial en el cuerpo

humano. Los macrófagos hepáticos (células de Kupffer) constitu-

yen casi el 10% de toda la masa hepática. Las células de Kupffer

protegen y defienden al cuerpo frente a las intrusiones foráneas.

Antes de que la sangre venosa esplácnica entre en la circulación

central, las células de Kupffer la filtran mientras degradan toxinas,

procesan antígenos y fagocitan bacteria

s 82 .

Además, las células de

Kupffer son moduladores importantes de la inflamación

83 :

atenúan

las respuestas inflamatorias al eliminar sustancias incitantes del

torrente sanguíneo, pero también pueden inducir e intensificar la

inflamación al producir y liberar mediadores proinflamatorios y

reclutar neutrófilos en el hígad

o 83 .

Entre estos mediadores se

encuentran varias citocinas, quimiocinas, leucotrienos, proteasas,

radicales nitrogenados y especies del oxígeno reducidas. Si no se

controlan adecuadamente, estos mismos mediadores pueden

inducir o agravar lesiones en las células parenquimatosas y otras

células viva

s 83,87

. Por ejemplo, las células endoteliales de los sinusoi-

des y las venas hepáticas terminales (debido a su bajo contenido

de glutatión) son muy vulnerables al estrés oxidativo y a la lesión

vascular inducida por fármaco

s 88 .

Las células estrelladas residen

sobre todo en los espacios presinusoidales y son el principal lugar

de depósito de matriz. Cuando se activan por el estrés oxidativo o

sustancias químicas tóxicas, las células estrelladas pueden transfor-

marse en miofibroblastos sintetizadores de colágeno, lo que puede

causar una fibrosis extensa del hígado (p. ej., fibrosis hepática indu-

cida por metotrexato).

Metabolismo y excreción de xenobióticos

(fármacos)

Aunque los xenobióticos pueden estar en tejidos de todo el cuerpo

(pulmón, hígado, riñón, intestinos, piel) el hígado es el epicentro

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Fisiología y anestesia

I