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Anestésicos intravenosos

La reversión de los efectos sobre el SNC después de la administra-

ción de barbitúricos de acción ultracorta como el tiopental y el

metohexital se produce como consecuencia de su redistribución, y

el metabolismo hepático es la única vía de eliminación de estos

fármacos (v. cap. 16). El tiopental tiene una unión a la albúmina

del 75 al 85

% 34

, y la concentración de esta proteína puede estar muy

reducida en la uremia. Como es un fármaco muy unido a proteínas,

la reducción de la unión permite que una mayor proporción de una

dosis administrada de tiopental llegue a los puntos receptores.

Además, el tiopental es un ácido débil, y su p

K

a

está en el intervalo

fisiológico; la acidosis hace que haya más tiopental no ionizado, no

unido y activo. Estos tres cambios combinados producen un

aumento de la fracción libre de tiopental desde el 15% en pacientes

normales hasta el 28% en pacientes con IR

C 35

. Al no haber en la

práctica modificaciones del metabolismo del tiopental en las nefro-

patías, se debe reducir la dosis para producir y mantener la anes-

tesi

a 35

. Las mismas consideraciones se aplican al metohexital,

aunque el metabolismo tiene una participación ligeramente mayor

en la finalización de su efecto terapéutico

36 .

El propofol no afecta de forma adversa a la función renal,

según se refleja por la medición de la concentración de creatinina.

La infusión prolongada de propofol puede dar lugar a la excreción

de orina verde por la presencia de fenoles en la orina. Esta colora-

ción no afecta a la función renal. La excreción de urato aumenta

después de la administración de propofol, y habitualmente se

manifiesta como orina turbia cuando el urato cristaliza en condi-

ciones de pH y temperatura bajo

s 37 .

No se ha descrito el destino de los narcóticos y los tranqui-

lizantes cuando se utilizan a dosis elevadas para la anestesia en

pacientes urémicos. Estos fármacos se metabolizan mucho antes

de su excreción, por lo que cuando se combinan con óxido nitroso

al 30-50% no deberían tener un efecto particularmente prolon-

gado. Las benzodiazepinas, especialmente el diazepa

m 13 ,

tienen

una vida media larga, porque tienden a acumularse en todos los

casos. Debido a la mayor reversibilidad de los anestésicos inhala-

torios potentes en relación con los fármacos intravenosos, los anes-

tésicos inhalatorios pueden tener ciertas ventajas para la inducción

de la anestesia general en pacientes urémicos.

Relajantes musculares y sus antagonistas

Se ha utilizado sin dificultades succinilcolina en pacientes con dis-

minución o ausencia de función renal (v. cap. 19). Su metabolismo

es catalizado por la pseudocolinesterasa para dar los productos

finales no tóxicos ácido succínico y colina. El precursor metabólico

de estos dos compuestos, succinilmonocolina, es excretado por el

riñón. Las dosis elevadas de succinilcolina, como las obtenidas tras

infusión continua, se deben evitar en pacientes con insuficiencia

renal. Aunque la concentración de pseudocolinesterasa está redu-

cida en la uremi

a 38

, estas reducciones son insuficientes y producen

un bloqueo prolongado. No se ha descrito que la hemodiálisis tenga

efecto sobre la concentración de la colinesteras

a 39 .

La administración de succinilcolina produce un aumento

rápido y transitorio de 0,5mEq/l de la concentración sérica de

potasio. En pacientes con traumatismos, quemaduras o lesiones

neurológicas, el aumento puede ser de 5 a 7mEq/l, probablemente

como consecuencia de la supersensibilidad de la membrana mus-

cular a la succinilcolina y la acetilcolina por denervació

n 40

, lo que

puede producir colapso cardiovascular. Un aumento exagerado del

potasio sérico podría ser particularmente peligroso en pacientes

urémicos con hiperpotasemia, por lo que no se recomienda el uso

de succinilcolina, salvo que al paciente se le haya realizado diálisis

en las 24 horas previas a la operación. Si al paciente se le ha reali-

zado recientemente diálisis o si tiene un potasio sérico normal, el

uso de succinilcolina se ha demostrado seguro.

La eliminación de los relajantes musculares no despolarizan-

tes ha sido bien estudiada. La insuficiencia renal influye en la far-

macología de los relajantes musculares no despolarizantes dando

lugar a disminución de la eliminación del fármaco o de sus meta-

bolitos por el riñón, o disminución de la actividad de las enzimas

que metabolizan el fármaco, como ocurre en el caso del mivacurio

(v.

tabla 55-12 )

. En consecuencia, la duración de la acción de los

relajantes musculares puede estar prolongada en pacientes con

insuficiencia renal.

Como se puede ver si se examinan los datos farmacocinéti-

cos de la

tabla 55-10 ,

la excreción de la tubocurarina está retrasada

en pacientes con insuficiencia rena

l 41 .

Aunque ya no se utiliza la

tubocurarina, los estudios con este fármaco sirvieron como norma

para los fármacos actuales. La eliminación está reducida, y el

volumen de distribución no se modifica, por lo que se produce un

aumento de la semivida de eliminación terminal. Al no modificarse

la unión a las proteínas ni la sensibilidad de la unión neuromus-

cular a la tubocurarina en pacientes con insuficiencia renal, la

consecuencia del retraso de la excreción sería una prolongación de

la duración de acción. Esto no sería evidente después de la admi-

nistración de una dosis única y pequeña, porque la redistribución,

y no la excreción, es responsable de la finalización de la acció

n 42 .

La recuperación después de una única dosis grande o de varias

dosis pequeñas de tubocurarina se relaciona directamente con la

semivida de eliminación terminal. Las dosis de mantenimiento en

pacientes con disminución de la función renal deben ser menores

que en pacientes con función renal normal, se debe aumentar el

intervalo entre dosi

s 43 ,

y la administración se debe monitorizar con

un estimulador nervioso.

Aproximadamente el 40-50% del pancuronio se excreta con

la orina. Una porción de esta excreción se produce después de su

biotransformación al metabolito menos activo 3-hidroxipancuro-

ni

o 43 .

El pancuronio tiene una semivida de eliminación terminal

1880



Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV

Tabla 55-9

 Efectos de diversos anestésicos sobre la función renal

FSR TFG Diuresis

Solutos

urinarios

Anestesia general

↓ ↓ ↓

Anestésicos intravenosos

Tiopental

↔ ↓ ↓

Midazolam

↔ ↔ ↓

Fentanilo/droperidol

↔ ↔ ↓

Fentanilo (altas dosis)

↔ ↔ ↔ ↔

Anestésicos inhalatorios

Halotano

↔ ↓ ↓

Enflurano

↓ ↓ ↓

Isoflurano

↔ ↓ ↓

PEEP

↓ ↓ ↓

o

Anestesia regional

Epidural (con adrenalina)

↓ ↓ ↓

o

Epidural (sin adrenalina)

↔ ↔ ↔

o

Raquídea

↔ ↔ ↔

o

Nota:

aunque se han presentado resultados contradictorios de los efectos de los

anestésicos sobre el FSR por diferentes métodos de investigación, la literatura

actual parece respaldar estos datos.

Clave:

, sin cambios significativos; o, datos significativos;

, disminución.

FSR, flujo sanguíneo renal; PEEP, presión positiva teleespiratoria; TFG, tasa de

filtración glomerular.

De Hemmings HC Jr: Anesthetics, adjuvant drugs and the kidney.

En

Malhotra V

(ed.):

Anesthesia for Renal and Genitourinary Surgery

. Nueva York, McGraw-Hill,

1996, pág. 20.