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Vasopresores y fármacos antihipertensivos

Los pacientes con nefropatía grave con frecuencia reciben

antihipertensivos y otros fármacos cardiovasculares (v. cap. 2).

Más del 90% de las tiazida

s 55

y el 70% de la furosemid

a 56

se

excretan por el riñón y tienen duraciones de acción prolongadas

en pacientes con función renal anormal o ausente. El propranolol

es metabolizado casi por completo en el hígado, y el esmolol

es biodegradado por esterasas en el citosol de los eritrocitos,

por lo que sus efectos no están prolongados en pacientes con

función renal anormal o ausent

e 57 .

Los calcioantagonistas

nifedipino, verapamilo y diltiazem se metabolizan extensamente

en el hígado para dar productos farmacológicamente inertes;

se pueden administrar a las dosis habituales en pacientes con

insuficiencia rena

l 58 .

La nitroglicerina es útil porque se metabo-

liza rápidamente, y menos del 1% se expresa sin modificaciones

por la orin

a 59 .

Ha habido un resurgir del uso del nitroprusiato desde su

introducción inicial como hipotensor en la década de 1920. El

cianuro es un intermediario en el metabolismo del nitroprusiato

sódico, y el tiocianato es el producto metabólico final. Aunque se

ha descrito bien la toxicidad por cianuro como complicación del

tratamiento con nitroprusiato sódic

o 60 ,

se sabe menos que el tio-

cianato también es potencialmente tóxico. La semivida del tiocia-

nato normalmente es mayor de 4 días, y está prolongada en

pacientes con insuficiencia rena

l 60

. Se ha descrito hipoxia, náuseas,

acúfeno, espasmos musculares, desorientación y psicosis cuando la

concentración de tiocianato es mayor de 10mg/100ml. El nitro-

prusiato sódico es menos deseable para una administración pro-

longada que el trimetafán y la nitroglicerina.

La hidralazina tiene una acción más lenta que los otros

tres fármacos que se han señalado. Su acción finaliza por hidroxi-

lación y posterior glucuronación en el hígado, y aproximadamente

el 15% se excreta sin modificaciones por la orin

a 61 .

La semivida de

eliminación de la hidralazina está prolongada en pacientes urémi-

cos, por lo que es necesario tener precaución cuando se adminis-

tr

a 62 .

Después de una única dosis intravenosa de 0,5mg/kg de

labetalol, el volumen de distribución, la depuración y la semivida

de eliminación fueron similares en pacientes con NFT y en volun-

tarios normale

s 63

. El esmolol es independiente de la función renal,

porque es metabolizado por las esterasas citosólicas de los

eritrocito

s 64 .

Si es necesaria la administración de un vasopresor, sería eficaz

un estimulante

a

-adrenérgico directo como la fenilefrina. Este tipo

de vasopresor produce la máxima interferencia con la circulación

renal. Aunque los estimulantes

b

-adrenérgicos como el isoproterenol

mantienen la perfusión cardíaca y cerebral sin vasoconstricción renal,

también incrementan la irritabilidadmiocárdica. Cuando sea posible,

es mejor sustituir el tratamiento farmacológico por medidas sencillas

como expansión del volumen plasmático. Si estas medidas son inade-

cuadas se deben utilizar estimulantes

b

-adrenérgicos o dopamina.

Insuficiencia renal aguda y hemodiálisis

Insuficiencia renal aguda

Se define la insuficiencia renal aguda (IRA) como la incapacidad

súbita de los riñones de modificar el volumen y el contenido de la

orina de forma adecuada en respuesta a las necesidades homeos-

táticas. Son términos sinónimos

necrosis tubular aguda

y

necrosis

de las nefronas inferiores

. Los tres tipos principales de IRA según

los antecedentes etiológicos predominantes son prerrenal (produ-

cida por problemas circulatorios agudos que producen una altera-

ción de la perfusión renal), renal (producida por nefropatías

primarias o secundarias, toxinas y pigmentos), y posrenal (produ-

cida por obstrucción del aparato urinario

) 65

. La

tabla 55-12

pre-

senta las causas prerrenales, renales y posrenales frecuentes de

oliguria perioperatoria. La insuficiencia renal habitualmente es

reversible si se mejora rápidamente el estado circulatorio; la insu-

ficiencia posrenal es reversible cuando se elimina la obstrucción.

La IRA secundaria a una nefropatía primaria es la más grave de los

tres tipos y la mayoría de las veces precisa hemodiálisis.

La insuficiencia renal también se clasifica según el flujo uri-

nario, porque con frecuencia se encuentran los términos

insuficien-

cia renal oligúrica, no oligúrica

y

poliúrica

. El diagnóstico de

insuficiencia renal aguda oligúrica se hace cuando las concentra-

ciones de creatinina y BUN aumentan progresivamente con un flujo

urinario menor de 20ml/h en un paciente hidratado adecuada-

mente que tiene tensión arterial estable y vías urinarias permeables.

Los valores de la química urinaria se muestran en la

tabla 55-13

.

En algunos casos, los pacientes con IRA pueden tener flujos urina-

rios normales o elevados (

>

2,5 l/día), aunque tienen alteraciones

bioquímicas similares a las alteraciones que aparecen en pacientes

con diuresis baja. Su tratamiento es menos complejo que el de los

pacientes oligúricos, porque es más fácil mantener un tratamiento

farmacológico adecuado y una nutrición correcta debido a las limi-

taciones menos estrictas de la ingesta diaria de líquidos.

El principal problema que se produce en la IRA es la impo-

sibilidad de mantener el equilibrio dinámico entre la ingesta con

la dieta de sustancias esenciales y la producción de productos de

desecho. Este desequilibrio da lugar a un aumento progresivo de la

concentración sérica de urea, creatinina, ácido úrico, magnesio,

sulfato, fosfato, algunos aminoácidos y ácidos orgánicos, y polipép-

tidos; aumento diario del potasio sérico de 0,3 a 3mEq/l excepto

cuando haya pérdida simultánea de potasio por diarrea o vómitos

1882



Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV

Tabla 55-11

 Datos farmacocinéticos de los inhibidores de la colinesterasa en pacientes normales, anéfricos y trasplantados renales

Fármaco

Pacientes estudiados

Semivida de

eliminación (h)

Eliminación (ml/kg/min)

Volumen de

distribución (l/kg)

Neostigmina

Normales

1,3

8,4

0,7

Anéfricos

3 *

3,

9 *

0,8

Trasplantados renales

1,7

9,4

1,1

Piridostigmina

Normales

1,9

8,6

1,1

Anéfricos

6,

3 *

2,

1 *

1

Trasplantados renales

1,4

10,8

1

Edrofonio

Normales

1,9

8,2

0,9

Anéfricos

3,

6 *

2,

7 *

0,7

Trasplantados renales

1,4

9,9

0,9

*

p

<

0,05 frente a los pacientes normales.