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a una anomalía de la autorregulación per se. La normalización de

la presión de perfusión renal mejora el FSR incluso si esto se logra

con tratamiento vasoconstrictor.

El túbulo

El túbulo consta de cuatro segmentos diferentes: túbulo proximal,

asa de Henle, túbulo distal y segmento conector. El asa de Henle se

divide en porción recta (la porción recta del túbulo proximal), los

segmentos descendente y ascendente de la rama delgada y la rama

gruesa ascendente. Cada túbulo distal drena en un tubo colector,

que discurre por la corteza, la médula externa y la médula interna

antes de penetrar en la pelvis renal a nivel de la papila (v.

fig. 8-1 )

.

Hay dos tipos de nefronas. Las nefronas corticales pueblan

la corteza renal externa y media, son mucho más numerosas,

reciben alrededor del 85% del FSR y presentan asas de Henle cortas.

Las nefronas yuxtamedulares se disponen en la corteza renal

interna, reciben aproximadamente el 10% del FSR y disponen de

glomérulos mayores y de largas asas de Henle, que se introducen

en profundidad hasta la médula intern

a 2

. Sus arteriolas eferentes

drenan en unos conductos vasculares alargados, los vasos rectos,

que se disponen en estrecha proximidad a las asas de Henle.Aunque

los vasos rectos reciben menos del 1% del FSR, desempeñan un

papel destacado al generar el mecanismo de contracorriente para

la hipertonicidad medular y la capacidad de concentración renal

(v. más adelante).

Reabsorción y secreción tubulares

El túbulo tiene una gran capacidad de reabsorción de agua y

NaCl. Cada día se filtran 180 l de un ultrafiltrado glomerular libre

de proteínas, del cual se reabsorberá casi el 99% del agua y del

sodio.

Muchas otras sustancias filtradas se reabsorben por com-

pleto, pero algunas, como la glucosa, presentan una tasa máxima de

reabsorción tubular (máximo tubular). La reabsorción tubular de

glucosa aumenta a un ritmo igual al de la carga filtrada. Si el FG

es constante, el ritmo será directamente proporcional a la concen-

tración plasmática de glucosa. Una vez que se supera el máximo

tubular (375mg/dl), no se reabsorbe más y se produce glucosuria.

Por tanto, la glucosuria aumenta en proporción directa a la carga

filtrada.

Muchos solutos endógenos y exógenos destacados se

secretan a la luz tubular desde la sangre capilar. Algunos también

presentan un máximo tubular de secreción, como el

p

-aminohi-

purato (PAH), que se utiliza para calcular el FPR. Existe una

sorprendente relación entre la estructura y la función de los

diferentes segmentos del túbulo

( fig. 8-7 )

. Los componentes más

activos desde el punto de vista metabólico son el túbulo proximal,

el asa gruesa ascendente de Henle y la primera parte del túbulo

distal.

La

figura 8-8

muestra una célula tubular del asa gruesa

ascendente de Henle, que incluye todos los mecanismos principa-

les de reabsorción y secreción. De cada membrana celular apical

protruye un cilio principal equipado con un mecanosensor

Fisiología renal

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Sección I

Fisiología y anestesia

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Figura 8-7

 Relaciones entre estructura y función en el túbulo renal. Los componentes de un metabolismo más activo del túbulo son el túbulo proximal, el asa

gruesa ascendente de Henle y la primera parte del túbulo distal. Sus células son grandes y la superficie capilar (membrana basolateral) presenta numerosas

invaginaciones ricas en mitocondrias. Las células del túbulo proximal tienen un borde en cepillo en su superficie luminal (membrana apical celular), mientras

que las de las asas descendente y delgada ascendente de Henle son aplanadas y con pocas mitocondrias. La segunda parte del túbulo distal y el tubo colector

son de naturaleza intermedia. Las células intercaladas del túbulo distal tienen muchas mitocondrias, mientras que las células principales disponen de pocas.

(De Stanton BA, Koeppen BM: Elements of renal function.

En

Berne RM, Levy MN [eds.]:

Phisiology,

4.

a

ed. St. Louis, Mosby, 1998, págs. 677-698.)