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En la lesión renal mediada de forma hemodinámica, la res-

puesta inicial a la hipoperfusión renal es el aumento de la absor-

ción activa de NaCl en el asa gruesa ascendente, lo que aumenta

el consumo de oxígeno en el contexto de un aporte disminuido

del mismo. Las respuestas simpático-suprarrenales posteriores y la

vasoconstricción cortical renal pueden ser un intento compensa-

dor de redistribuir el flujo sanguíneo hacia la médula. Al final, los

depósitos de ATP se agotan y cesa la reabsorción activa de NaCl.

Esto aumenta la concentración de NaCl en el líquido tubular que

alcanza la mácula densa en el túbulo distal y, por tanto, origina la

liberación de angiotensina y la vasoconstricción arteriolar aferente

(es decir, la retroalimentación tubuloglomerular). Desde el punto

de vista teleológico, el descenso resultante del FG beneficia el

balance de oxígeno renal al disminuir la reabsorción de solutos y

el consumo de oxígeno en el asa gruesa ascendente medular de

Henl

e 13 .

Esta hipótesis supone que las agresiones isquémicas o nefro-

tóxicas de los túbulos renales podrían aliviarse mediante la admi-

nistración de diuréticos de asa o de sustancias dopaminérgicas.

Estos fármacos inhiben la reabsorción activa de sodio en la rama

gruesa ascendente, lo que disminuye el consumo de oxígeno y

favorece el equilibrio tubular de este gas.

Túbulo distal y tubo colector

La reabsorción de sodio está mediada por un sistema de simporte

de NaCl en la membrana apical celular, que es el lugar donde

actúan los diuréticos tiazídico

s 12 .

La última parte del túbulo distal

está constituida por dos tipos celulares. Las células principales

reabsorben sodio y agua y secretan potasio mediante la bomba

Na

+

/K

+

-ATPasa y las células intercaladas secretan H

+

y reabsorben

bicarbonato por medio de una bomba H

+

-ATPasa en la membrana

celular apical.

Mecanismos reguladores de la reabsorción

de sal y agua

Equilibrio osmótico

La capacidad del riñón para concentrar orina depende de la inte-

racción de al menos tres procesos: 1) la producción de un intersti-

cio medular hipertónico por el mecanismo de contracorriente y

reciclaje de la urea, 2) la concentración y posterior dilución del

líquido tubular en el asa de Henle y 3) la acción de la hormona

antidiurética (ahora conocida como AVP) que aumenta la per-

meabilidad al agua en la última parte del túbulo distal y en los

tubos colectores.

El intersticio medular se vuelve hipertónico por el efecto

multiplicador de contracorriente del asa de Henle. El principal

mecanismo es la separación del soluto y el agua (el efecto aislado)

por la combinación de la reabsorción de NaCl y la impermeabili-

dad al agua en la rama ascendente. Esto aumenta la concentración

de NaCl y la osmolalidad en el intersticio medular. La rama des-

cendente es permeable del todo al agua, que difunde hacia

el intersticio a lo largo de un gradiente osmótico, por lo que el

líquido tubular se vuelve progresivamente hiperosmótico en la

curva del asa.

Los vasos rectos, que se disponen en íntimo contacto con las

largas asas de Henle de las nefronas yuxtamedulares, mantienen

esta condición al extraer agua y añadir soluto a medida que pasan

a través del intersticio medular. Se establece, por tanto, un gradiente

osmótico progresivo entre la corteza (300mOsm/kg), la zona yux-

tamedular (600mOsm/kg) y la médula profunda (1.200mOsm/kg).

Este proceso se favorece por el reciclaje pasivo de la urea, que

difunde fuera del tubo colector medular interno hacia el intersticio

y después hacia el asa distal de Henle. Estos procesos se resumen

en la

figura 8-10 .

Concentración y dilución tubulares

Hipovolemia

La contracción del volumen extracelular (hipovolemia) activa una

serie de sistemas neurohormonales vasoconstrictores que retienen

sal: el sistema simpático-suprarrenal, el eje renina angiotensina-

aldosterona y la AVP. Al principio, el FG y la carga filtrada de sodio

disminuyen.La reabsorción de sodio en el túbulo proximal aumenta

de un 66 a un 80% por la actividad simpática y por la angiotensina II,

así como por la disminución de la presión capilar peritubular indu-

cida por la vasoconstricción renal. La llegada de sodio al asa gruesa

ascendente de Henle, al túbulo distal y al tubo colector disminuye,

pero la aldosterona estimula la reabsorción de sodio en estos seg-

mentos. En el túbulo colector también se reabsorbe agua con

avidez, bajo la influencia de la AVP, de forma que la orina se con-

centra en gran medida (osmolalidad, 600mOsm/kg), pero queda

casi sin sodio (10mEq/l).

Los diuréticos anulan la capacidad renal de concentrar la

orina al lavar la médula hipertónica, bien mediante un efecto

osmótico, que evita la reabsorción de agua (p. ej., manitol) o por la

inhibición del transporte activo de NaCl en el asa gruesa ascen-

dente (p. ej., furosemida) o en la primera parte del túbulo distal

(p. ej., hidroclorotiazida). Una manifestación precoz y destacada de la

necrosis tubular aguda es la pérdida de la capacidad de concentrar

la orina, producida por la disfunción de la bomba Na

+

/K

+

-ATPasa

dependiente de energía en el asa gruesa ascendente de Henle.

Hipervolemia

La expansión del volumen extracelular (hipervolemia) está contro-

lada por una serie de neuropéptidos vasodilatadores excretores de

sal, de los que predomina el factor natriurético auricular (ANF) o

tipo A. El FG y la carga filtrada de sodio aumentan por una com-

binación de descensos reflejos de la actividad simpática y de la an­

giotensina II y por la liberación de ANF. Junto al aumento de la

presión hidrostática capilar peritubular, estas respuestas producen

que la reabsorción de sodio en el túbulo proximal baje del 67 al

50%. La disminución de la aldosterona plasmática reduce la absor-

ción de sodio desde el asa gruesa ascendente de Henle hasta el tubo

colector. La presencia de ANF y la ausencia de AVP alteran la

absorción de agua en el tubo colector, de forma que se produce una

orina diluida (osmolalidad, 300mOsm/kg) con abundante sodio

(80mEq/l).

Los diuréticos de asa, que deprimen la capacidad de reab-

sorción tubular, y la necrosis tubular aguda, que la anula por com-

pleto,puedenproducir unperfil urinario idéntico (baja osmolalidad,

sodio urinario elevado) incluso en presencia de hipovolemia.

Pruebas de función renal

Marcadores clínicos de la función renal

Diuresis

La oliguria perioperatoria es frecuente, es casi siempre prerrenal

y pocas veces indica un fracaso renal agudo. Por otro lado, la

ausencia de oliguria no lo excluye. La oliguria perioperatoria se

define como una diuresis inferior a 0,5ml/kg/h y frecuentemente

es interpretado como una señal de afectación de la función renal.

Sin embargo, en el período perioperatorio, la oliguria es práctica-

mente inevitable. Es inducida por la hipotensión, aparece como

respuesta a una respuesta prerrenal (adecuada) a la hipovolemia

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Fisiología y anestesia

I