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Anestesia para la cirugía oftalmológica y otorrinolaringológica

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Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

un riesgo de obstrucción total de la vía respiratoria, lo que requiere

la realización de una vía respiratoria quirúrgica en condiciones

subóptimas. La decisión de realizar una traqueotomía bajo anestesia

local se toma junto con el cirujano y depende de muchos factores,

como la experiencia del anestesista, la gravedad de la enfermedad

de la vía respiratoria y los requisitos quirúrgicos después de la

resección. Desde el punto de vista técnico, la traqueotomía con

anestesia local en un paciente despierto que tenga un compromiso

grave de la vía respiratoria es difícil. El paciente no suele tolerar que

se le coloque en la posición ideal con extensión de la cabeza en

decúbito supino y el procedimiento debe realizarse en sedestación

semiincorporada. La infiltración, manipulación y disección quirúr-

gicas suelen tolerarse mal cuando existe un compromiso de la vía

respiratoria. La sedación debería evitarse durante este período,

debido al riesgo de obstrucción total de la vía respiratoria.

El cambio de la cánula de traqueotomía en un paciente que

tiene una traqueotomía desde hace mucho tiempo y cuyo trayecto

ha estado estable durante muchos meses no suele ser complicado y

se puede efectuar a la cabecera de la cama. Por el contrario, el cambio

de una cánula en una traqueotomía reciente en la primera semana

puede ser peligroso, porque el trayecto es inestable y los tejidos

blandos pueden cerrarse con facilitad después de extraer la cánula.

Los intentos de introducir a la fuerza una cánula de traqueotomía

por dicho trayecto pueden provocar falsas vías, enfisema subcutáneo,

imposibilidad de oxigenar al paciente y una situación crítica. Se

deben evitar los cambios precoces de la cánula, pero pueden ser

necesarios para optimizar el tamaño y reducir las fugas de aire. Estos

cambios precoces deben llevarse a cabo con catéteres de intercambio

de la vía respiratoria después de una preoxigenación y los debe rea-

lizar un clínico experto que pueda recuperar la vía respiratoria.

Anestesia para la cirugía

oftalmológica

Anatomía ocular

El ojo es una esfera de unos 24mm. Se encuentra situado en la

órbita ósea, cuya forma es piramidal. La pared del globo tiene tres

capas: esclera, tracto uveal y retina.

La esclera es la capa más externa y constituye la porción

resistente y fibrosa que forma el «blanco del ojo». La córnea trans-

parente es la parte más anterior de la esclera. La mayor parte de

potencia de enfoque del ojo procede de la curvatura de la córnea.

La capa media (tracto uveal) tiene tres estructuras: la coroides,

el iris y el cuerpo ciliar. La coroides es una capa de vasos sanguíneos

localizados a nivel posterior. La hemorragia de esta capa es una causa

de hemorragia expulsiva postoperatoria. El iris pigmentado controla

la entrada de luz mediante fibras musculares que modifican el

tamaño de la pupila. La estimulación simpática dilata la pupila al

provocar la contracción de los músculos dilatadores del iris, mientras

que la estimulación parasimpática produce miosis (contracción

pupilar) al hacer que se contraigan los músculos esfínter del iris. El

cuerpo ciliar se sitúa justo detrás del iris y produce humor acuoso.

Las fibras del músculo ciliar ajustan el enfoque al reducir la tensión

de las fibras suspensorias (o zónulas) del cristalino. La opacificación

del cristalino da lugar a una catarata. La uveítis es un trastorno

inflamatorio de estas estructuras (iris, coroides y cuerpo ciliar).

La porción más interna del ojo es la retina. La luz estimula

los fotorreceptores retinianos para producir señales neurales que

viajan por el nervio óptico hasta el cerebro. La retina carece de

capilares y es la capa coroides la que proporciona el oxígeno a la

retina. El desprendimiento de la retina respecto a la coroides com-

promete la irrigación retiniana y es una causa destacada de ceguera.

La retina acaba a unos 4mm por detrás del iris. La zona situada

entre el limbo de la córnea y la retina se denomina pars plana. La

ausencia de retina en esta parte hace que sea un área de entrada

segura para los procedimientos de vitrectomía.

La porción central del ojo está rellena por el cuerpo vítreo, un

líquido denso que presenta inserciones a los vasos sanguíneos y al

nervio óptico. La tracción del cuerpo vítreo sobre la retina es una causa

de desprendimiento de la misma. Las cicatrices, hemorragias o la

opacificación del cuerpo vítreo se tratan mediante una vitrectomía.

Los músculos extraoculares mueven el globo en el interior

de la órbita. Se originan en un anillo fibroso situado cerca del

vértice de al órbita y se insertan en la esclera. Los seis músculos

extraoculares se sitúan en un cono por detrás del ojo rodeando al

nervio ocular, la arteria y vena oftálmicas y el ganglio ciliar.

Los párpados tienen una capa externa de piel, una capa

muscular, una placa tarsal de cartílago y una capa de conjuntiva.

La conjuntiva es una mucosa que reviste la zona interior de los

párpados y que cubre el globo hasta la unión esclerocorneal.

La glándula lagrimal se sitúa en la zona temporal superior

de la órbita. Segrega lágrimas para lubricar la superficie del globo.

Las lágrimas se drenan a través de los puntos lagrimales situados

cerca del ángulo medial de los párpados y fluyen por los canalículos

hacia el saco lagrimal, para drenar en la nasofaringe.

La arteria oftálmica proporciona la mayor parte de la irriga-

ción de las estructuras orbitarias. Es una rama de la arteria carótida

interna, muy próxima al polígono de Willis. Las venas oftálmica

superior e inferior drenan directamente al seno cavernoso.

Las estructuras oculares están inervadas por nervios cranea-

les. El nervio óptico (NC II) transmite las señales neurales de la

retina. Los nervios oculomotor (NC III), troclear (NC IV) y abdu-

cens (NC VI) controlan los músculos extraoculares. La sensibilidad

del tacto y del dolor se transmite por el nervio trigémino (NC V).

La sensibilidad del párpado inferior se vehicula por el nervio

maxilar y la del superior por el ramo frontal del nervio oftálmico.

El ramo nasociliar del nervio oftálmico envía fibras sensitivas al

ángulo medial del ojo, el saco lagrimal y el ganglio ciliar.

El ganglio ciliar proporciona la inervación sensitiva a la

córnea, el iris y el cuerpo ciliar. Las fibras parasimpáticas se origi-

nan en el nervio oculomotor (NC III) y hacen sinapsis en el ganglio

ciliar antes de inervar el músculo esfínter del iris. Las fibras sim-

páticas se originan en el plexo carotídeo y discurren a través del

ganglio ciliar para inervar el músculo dilatador del iris. El bloqueo

con anestesia local del ganglio ciliar produce una pupila fija en

posición de dilatación media.

El nervio facial (NCVII) sale de la base del cráneo por el agujero

estilomastoideo. Proporciona la inervación motora del músculo orbi-

cular a través del ramo cigomático. El bloqueo con anestesia local del

nervio facial puede evitar la contracción palpebral forzada.

Reflejo oculocardíaco

Aschner y Dagnini fueron los primeros en describir el reflejo oculo-

cardíaco, en 190

8 95a,95b

. La tracción sobre los músculos extraoculares

o la presión sobre el globo produce bradicardia, bloqueo auriculoven-

tricular, ectopia ventricular o asistolia. Se observa sobre todo al trac-

cionar elmúsculo rectomedial, peropuedeocurrir con la estimulación

de cualquiera de los contenidos orbitarios, incluido el periostio.

El reflejo es trigeminovagal. La rama aferente va de los con-

tenidos orbitarios al ganglio ciliar y a la división oftálmica del

nervio trigémino hasta el núcleo sensitivo del trigémino, cerca del

cuarto ventrículo. La rama eferente discurre por el nervio vago

hasta el corazó

n 96 .

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