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Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV

carro lateral. Y lo que es más importante, una vez que los instru-

mentos se conectan a los brazos del robot y están en el interior del

paciente, la posición de su cuerpo no puede modificarse hasta que

los instrumentos se desconecten del todo y se extraigan de la

cavidad corporal. Cualquier movimiento del paciente debido a

la falta de relajante muscular puede ser desastroso. Los botones de

embrague permiten posicionar los brazos robóticos de forma

aproximada sin mover los instrumentos de los trocares o de las

puertas de acceso. La función de embrague permite a los ayudantes

quirúrgicos intercambiar varios instrumentos.

La torre óptica contiene el equipamiento informático reque-

rido para integrar los canales ópticos izquierdo y derecho que

proporcionan la visión estereoscópica y para el funcionamiento del

programa necesario para controlar la cinemática de los brazos

robóticos. El ordenador comunica el movimiento traducido desde

las manos del cirujano a un código digital que mueve palancas,

motores y cables mecánicos. Éstos permiten al robot articular los

movimientos exactos de la mano del cirujano.

Los instrumentos deben permanecer estériles en la cavidad

corporal, aunque se comuniquen con brazos robóticos no estériles.

Esta comunicación se facilita con instrumentos extraíbles desecha-

bles. Cada tipo de instrumento requiere diferentes fuerzas y escalas

de los movimientos, intrínsecas a la tarea realizada, y un procesa-

miento específico del programa informático. Se precisa personal

adicional de quirófano para extraer e intercambiar los instrumen-

tos para las tareas específicas a lo largo de la intervención. Los

monitores se colocan en lo alto de la torre para que todas las per-

sonas del quirófano tengan una visión del campo quirúrgico.

Un obstáculo que aún debe investigarse es la sensibilidad

táctil. La retroalimentación que el robot ofrece de la fuerza aplicada

por el cirujano es inferior. El robot proporciona cierta sensibilidad,

pero la fuerza ejercida no se correlaciona bien con la que se aplica

a los tejidos. Esta correlación varía con el tipo de instrumento y

depende de la torsión aplicada, por lo que el cirujano debe confiar

en las indicaciones visuales de la deformación tisular para estimar

cuánta presión se está generando.

El sistema quirúrgico ZEUS es otro ejemplo de telemanipu-

lador maestro-esclavo. Utiliza la ayuda del sistema robótico AESOP

para la visualización. Es, en esencia, un brazo mecánico utilizado

por el médico para posicionar el endoscopio, que es una cámara

quirúrgica insertada en el paciente. Los pedales o un programa

informático activado por voz permiten que el médico coloque la

cámara y dejan sus manos libres para seguir la intervención en el

paciente. Los manipuladores del sistema ZEUS se montan con

facilidad en la mesa del quirófano, de forma muy parecida al

AESOP. El sistema proporciona un filtro de temblor y de movi-

miento a una escala de 2:1 a 10:1.

Cirugía general

La tecnología robótica se ha impuesto por sí misma en el campo

de la cirugía laparoscópica gastrointestina

l 11 .

La primera operación

que utilizó telemanipulación robótica fue una colecistectomía lapa-

roscópica realizada en 1997 en Bruselas (Bélgica

) 12 .

Las técnicas

quirúrgicas asistidas por robot permiten al cirujano realizar las

incisiones más pequeñas posibles y el mínimo estrés quirúrgico.

Esta tecnología posibilita que el cirujano trabaje a una escala muy

pequeña en espacios estrechos. Casi todos los procedimientos

digestivos se han realizado con seguridad por los cirujanos utili-

zando esta tecnología. Los más frecuentes son la colecistectomía,

la fundoplicatura, la miotomía de Heller, la cirugía bariátrica y la

colectomí

a 13 .

La cirugía robótica permite superar alguno de los inconve-

nientes de los procedimientos laparoscópicos convencionales con

la imagen tridimensional, la eliminación de la inversión de los

movimientos, el escalado del movimiento y el filtrado del temblor

de reposo, a la vez que se permite una posición ergonómica y

cómoda. Otras ventajas descritas de la cirugía laparoscópica robó-

tica son una curva de aprendizaje cort

a 14 ,

una mejor calidad de la

reparació

n 15

y la facilidad a la hora de operar a pacientes con obe-

sidad mórbida porque los instrumentos rígidos ayudan a contra-

rrestar la fuerza de torsión de la pared abdomina

l 16

. La cirugía

laparoscópica robótica también se asocia a una elevada satisfacción

del pacient

e 17

. Debido a que no se dispone de datos sobre el pro-

nóstico de la cirugía robótica laparoscópica, sus mayores costes

pueden ser un elemento disuasorio para algunos programas qui­

rúrgicos.

Aspectos anestésicos

En el quirófano, el paciente se monitoriza con electrocardiograma,

pulsioximetría, sonda de temperatura axilar y manguito de presión

arterial no invasiva. Se debe contar con accesos venosos periféricos

bilaterales, pues la extremidad superior izquierda no está accesible

con facilidad durante la cirugía. La anestesia se puede mantener con

un fármaco volátil. La relajación muscular es fundamental, para

evitar cualquier movimiento del paciente mientras los instrumen-

tos quirúrgicos están en el interior de la cavidad abdominal. Deben

insertarse sondas orogástrica y urinaria. Siempre que sea posible,

se utilizarán calentadores corporales por convección de aire.

Una vez que el paciente se coloca en decúbito supino, se

prepara de forma estéril y se cubre con paños, tras lo que la cavidad

abdominal se insufla con dióxido de carbono (CO

2

) hasta una

presión inferior a 20 mmHg. El trocar para la cámara se coloca de

forma manual. Las incisiones para los puertos de la fundoplicatura

de Nissen y la colecistectomía se muestran en las

figuras 66-8 y 66-9 .

El carro lateral del robot se sitúa muy cerca de la cabeza del

paciente para conectar los otros trocares mediante guía visual con

la cámara del robot. Debido a la proximidad del carro lateral a la

cabeza del paciente, el acceso a su vía respiratoria, el cuello y

la cabeza es muy limitado. La cabeza se debe proteger frente a una

colisión involuntaria con los brazos robóticos cuando éstos se

mueva

n 18,19

. Una vez que el robot está conectado, la posición del

paciente no puede cambiarse. El equipo quirúrgico debería ser

Figura 66-8

 Puntos de incisión numerados para la fundoplicatura de Nissen

y localización de los brazos robóticos.