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Anestesia para la cirugía robótica

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Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito

auriculotomías derecha e izquierda se combinan con crioablación

para interrumpir los ritmos reentrantes y restaurar un ritmo

sinusal. De forma tradicional, este procedimiento ha requerido la

realización de una esternotomía medial y el uso de circulación

extracorpórea. Con la evolución de tecnologías como la crioterapia,

las microondas y la radiofrecuencia, se dispone de nuevos aparatos

portátiles para su uso en la cirugía mínimamente invasiva.

Se han utilizado muchos abordajes para la cirugía de la

ablación mínimamente invasiva de la fibrilación auricular. El abor-

daje en el que se utiliza el sistema da Vinci a través de una mini-

toracotomía derecha con canulación periférica y circulación

extracorpórea es el más utilizad

o 30 .

También se ha descrito un

abordaje totalmente endoscópico con corazón latient

e 47

.

En esta sección se describe el abordaje endoscópico en un

corazón latiente. El paciente se coloca en decúbito supino. Además

de los monitores estándar, también se monitorizan la presión arte-

rial invasiva y la presión venosa central. Se puede utilizar un catéter

de arteria pulmonar en los pacientes adecuados. Después de la

inducción de la anestesia, la tráquea se intuba con un tubo endo-

traqueal de doble luz. La posición del tubo se confirma mediante

un broncoscopio de fibra óptica. Se inserta una sonda de ETE para

la monitorización cardíaca intraoperatoria y para descartar la pre-

sencia de un coágulo en la orejuela de la aurícula izquierda. En el

tórax se aplican los electrodos de un desfibrilador externo. A con-

tinuación, se inicia la ventilación monopulmonar (izquierda), se

excluye el pulmón derecho y se insufla el hemitórax derecho con

CO

2

. Se realizan tres incisiones de 1 cm para los puertos de entrada

a nivel de los espacios intercostales tercero, cuarto y quinto, en la

línea axilar anterior, para los brazos robóticos y el endoscopio. El

corazón se expone después de disecar el pericardio. Con una sonda

de microondas se realiza una lesión circular continua rodeando las

venas pulmonares. Las arritmias en el período postoperatorio

precoz se tratan con amiodarona y

b

-bloqueante

s 47,48

.

Colocación de un marcapasos de ventrículo izquierdo

Muchos pacientes con insuficiencia cardíaca presentan una disin-

cronía secundaria a un retraso de la activación de la pared libre del

ventrículo izquierdo, lo que puede causar una mayor disminución

de la función ventricular. Esta disincronía puede empeorar una

insuficiencia mitral y aumenta la mortalidad

49 .

Se ha demostrado

que la resincronización ventricular mejora la función ventricular,

la capacidad de esfuerzo y la calidad de vid

a 50 .

La estimulación

estándar con marcapasos se realiza insertando unos electrodos

endocárdicos transvenosos en la aurícula y el ventrículo derechos.

Se inserta un electrodo epicárdico del ventrículo izquierdo canu-

lando el seno coronario en la aurícula derecha y avanzándolo a

través de las tributarias venosas del seno coronario hasta la super-

ficie ventricular. Este abordaje tiene una tasa de fracaso del 15-20%,

debido a la incapacidad de canular el seno coronario. El desplaza-

miento del electrodo ventricular izquierdo también puede contri-

buir a una tasa de fracaso tardío del 5-10

% 32 .

En estos pacientes, la

única opción consiste en colocar un electrodo epicárdico a través

de una mini-toracotomía izquierda. La mini-toracotomía se asocia

a una menor morbilidad. Algunos grupos quirúrgicos han desarro-

llado un abordaje robótico totalmente endoscópici

o 51-53

.

El abordaje totalmente endoscópico se describe en esta

sección. Después de aplicar los monitores estándar y de insertar

una vía arterial, se induce la anestesia general y la tráquea se intuba

con un tubo endotraqueal de doble luz. La posición del tubo endo-

traqueal se verifica con un broncoscopio de fibra óptica. A conti-

nuación, se inserta una sonda de ETE y un catéter de arteria

pulmonar. El paciente se coloca en una posición de toracotomía

posterolateral. Se inicia la ventilación monopulmonar (derecha) y

el pulmón izquierdo se excluye, tras lo que el hemitórax izquierdo

se insufla con CO

2

a una presión de 8-10 mmHg.

Los brazos robóticos se insertan a través de incisiones en los

espacios intercostales quinto y noveno. El electrodo de estimula-

ción se introduce a través de un puerto de trabajo y se conecta entre

la primera y segunda obtusa marginal entre la base y el vértice. Un

segundo electrodo de estimulación se conecta entre la segunda

obtusa marginal y el pericardio se cierra sobre los electrodos.

Ambos electros se tunelizan hasta una incisión situada en la axila

y se vuelven a comprobar para determinar los requisitos de esti-

mulación umbral. El electrodo con el mejor umbral se conecta al

marcapasos, mientras que el otro se tapa y se fija a la fascia para

un uso futuro. Si se necesita una estimulación derecha, se inserta

por vía transvenosa en este momento y se conecta al marcapasos

biventricular. Este abordaje permite una entrada fiable en el tórax

para la inserción del electrodo ventricular izquierdo, a la vez que

posibilita un acceso cardíaco completo para el mapeo.

Cirugía torácica

Aunque la cirugía toracoscópica videoasistida (VATS por sus siglas

en inglés) está bien establecida, su uso se limita a procedimientos

simples (v.

cap. 49

). Pocos centros realizan procedimientos comple-

jos como las lobectomías pulmonares y timectomías mediante

VAT

S 54 .

Es de esperar que la cirugía robótica pueda superar algunas

de las limitaciones de la VATS convencional.

En comparación con la cirugía mínimamente invasiva rea-

lizada en otras regiones corporales, la cirugía torácica robótica

presenta una serie de dificultades distintas, como la rigidez de la

pared torácica y el movimiento del corazón, los pulmones y el

mediastino. Las dificultades relacionadas con la anestesia son la

ventilación monopulmonar prolongada y la inestabilidad hemodi-

námica asociada a la insuflación con CO

2

del hemitórax.

La colocación del paciente desempeña un papel fundamen-

tal en la exposición de áreas que serían inaccesibles de otro modo,

porque las estructuras mediastínicas son pesadas y móviles, y

cambian de posición en respuesta a la gravedad. El decúbito supino

o ligeramente lateral (con elevación de 15-30 grados de un lado)

es ideal para las enfermedades del mediastino anterior. El decúbito

lateral a 90 grados puede ser óptimo para las masas hiliares y las

lobectomías. Una posición casi de decúbito prono puede crear una

exposición mejor para las masas mediastínicas posteriore

s 55 .

La

insuflación con CO

2

también tiene un papel destacado a la hora de

lograr una exposición adecuada al empujar el mediastino al lado

contrario, mientras se comprime el pulmón alejándolo del lado

quirúrgico. También reduce el empañamiento y elimina el humo

del electrobisturí. El inconveniente de la insuflación con CO

2

es la

inestabilidad hemodinámica.

A medida que el uso de la robótica en cirugía ha aumentado,

su papel en la cirugía robótica ha evolucionado en los últimos años.

Algunos de los procedimientos que se realizan son múltiples inter-

venciones esofágicas, como la miotomía de Heller, la resección de

masas esofágica

s 56

y la esofagectomí

a 57

. Otras intervenciones son

la resección de masas mediastínicas y la timectomí

a 54 .

Neurocirugía

Desde el final de la década de 1980 hasta 1993, los neurocirujanos

investigaron el uso de robots para situar con precisión sondas de

resección y aparatos en el parénquima nervioso de modo que se

realizara una cirugía mínimamente invasiva y se protegiera el

tejido sano

(v. cap. 53 ).

La navegación estereotáxica durante la

neurocirugía ha proporcionado un sistema guiado por imagen

para el seguimiento en tiempo real de los extremos de los instru-

mentos quirúrgicos.