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Asistencia clínica en entornos especiales: bajas y altas presiones y el espacio

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Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito

Captación de los gases inertes

Respirar aire a presión ambiental elevada puede provocar una nar-

cosis por nitrógeno, que es la disminución, dependiente de la dosis,

de la actividad cerebral debida a las propiedades anestésicas de dicho

gas. Esto sólo se produce en cualquier grado significativo a presiones

ambientales que superen las 4 ATA (presión terapéutica que sólo se

emplea en las EGA o ED graves). La captación de nitrógeno también

puede causar una ED durante o después de la descompresión

(v. antes). Sin embargo, las pautas de descompresión en cámara son

tan conservadoras que esto pocas veces sucede (la mayoría de los

centros hiperbáricos utilizan las tablas de descompresión con aire

comprimido de la U.S. Nav

y 109

). Se puede proporcionar una seguri-

dad adicional a los cuidadores haciendo que respiren O

2

al 100%

durante un período de tiempo justo antes y durante la descompresión

( tabla 70-7 )

. Los escasos episodios de ED en los cuidadores que están

en un ambiente hiperbárico suelen ser leves y por lo general consis­

ten en artralgias ligeras. La narcosis por nitrógeno y la ED sólo

podrían producirse en cuidadores en una cámara hiperbárica multi­

plaza; los pacientes respiran al 100% O

2

, por lo que no son susceptibles.

Barotraumatismo

A medida que se modifica la presión ambiental, la de los espacios

corporales que contienen gas debe igualarse a ella, o bien modificar

su volumen. Esto puede suceder con facilidad en los compartimentos

distensibles, como el aparato digestivo, pero puede producirse rotura

tisular y hemorragia si se obstaculiza el flujo libre de entrada y salida

del gas en los espacios que lo contienen y que están rodeados de una

cubierta rígida, como el pulmón, los senos paranasales y el oído

medio. De hecho, el efecto secundario más frecuente en el uso de una

cámara hiperbárica sea la dificultad que algunos pacientes experi-

mentan al equilibrar la presión del oído medi

o 130

. En pacientes des-

piertos, se puede conseguir la equilibración mediante varias técnicas,

como la realización intermitente de la maniobra de Valsalva, deglutir

cuando se pinza la nariz, avanzar la mandíbula o simplemente al

deglutir de forma intermitente durante la compresión. Los pacientes

que han recibido previamente radioterapia en la cabeza y el cuello o

que han tenido infecciones de las vías respiratorias tienen más riesgo.

La equilibración puede facilitarse mediante la aplicación de un vaso-

constrictor nasal tópico (p. ej., oximetazolina al 0,05%). En los pacien-

tes que no puedan compensar a pesar de estas medidas, o en aquellos

obnubilados o intubados, puede precisarse la miringotomía o la colo-

cación de tubos de timpanostomía. En teoría, la exposición al OHB

en pacientes con obstrucción de la trompa de Eustaquio podría causar

la rotura de la ventana del laberinto, pero hasta donde nosotros

sabemos, no se ha descrito ningún caso durante este tratamiento.

El barotraumatismo pulmonar es más probable durante la

descompresión. Las áreas de hipoventilación regional podrían

causar una hiperpresurización pulmonar y una rotura alveolar, cau-

sante de neumotórax, neumomediastino o EG

A 131,132 .

El barotrau-

matismo pulmonar durante el tratamiento con OHB es excepcional,

probablemente debido a las lentas velocidades de descompresión

que suelen utilizarse.

Aunque sería de esperar que el neumotórax disminuyera de

tamaño y se reabsorbiera con más rapidez tras la compresión, la

fuga continua de aire del pulmón podría provocar un neumotórax

a tensión durante la descompresió

n 131 .

Un neumotórax detectado

antes del tratamiento suele tratarse mediante la inserción de un

tubo de tórax y un drenaje bajo agua o una válvula de tipo Heim­

lich. Debe tenerse cuidado al emplear algunos reguladores comer-

ciales de aspiración pleural, porque pueden ejercer una gran presión

negativa durante la compresión de la cámar

a 133 ,

que puede dismi-

nuirse por uno de los acompañantes en la cámara multiplaza

mediante la válvula manual de descarga de presión con la que

cuenta la unidad de drenaje del tórax.

A pesar de estos posibles efectos adversos del tratamiento

con OHB, las complicaciones graves son excepcionale

s 130 .

Aspectos prácticos

del tratamiento hiperbárico

Monitorización del paciente

A pesar de los cambios de las propiedades acústicas del aire com-

primido, la presión arterial puede medirse sin dificultad mediante

un esfigmomanómetro y un estetoscopio estándar (v. cap. 28). Se

recomienda el uso de manómetros aneroides, en lugar de columnas

de mercurio, para evitar el riesgo de contaminación de un ambiente

cerrado. La monitorización del electrocardiograma (ECG) y de la

presión intravascular requiere que los cables del transductor se

pueden instalar empotrados en las paredes de la cámara y conec-

tarse a preamplificadores en el exterior. Se pueden emplear los

monitores habituales de cuidados intensivos para mostrar las

mediciones simultáneas de presión arterial y de la arteria pulmo-

nar, así como la determinación intermitente del gasto cardíaco

mediante termodilución. Si se usan bolsas de presión para el fun-

cionamiento de los sistemas de flujo continuo en la monitorización

vascular, es necesario represurizar las bolsas durante la compresión.

De modo similar, será necesario purgarlas de forma intermi-

tente cuando se descomprima la cámara o antes. Las vías del balón

del catéter de AP deberían dejarse abiertas a la cámara durante la

compresión y descompresión.

La desfibrilación puede provocar un incendio si saltan chispas

y hay materiales combustibles cerca de las palas. La formación de

chispas y la producción de calor pueden minimizarse utilizando un

Tabla 70-7

 Valores de gasometría arterial y de frecuencia cardíaca en reposo en un grupo de voluntarios sanos expuestos de forma aguda a varias altitudes

en una cámara hipobárica (media±DE)

Altitud

(m)

Presión barométrica

(mmHg)

Pa

o

2

(mmHg)

Sa

o

2

(%)

Pa

co

2

(mmHg)

pH

Frecuencia

cardíaca (lpm)

0

750

103±11

99±1

34±5

7,44±0,04

78±15

1.500

632

78±8

94±4

33±3

7,42±0,04

92±16

3.000

523

58±8

88±4

33±4

7,42±0,03

98±16

4.500

429

42±7

76±8

28±4

7,48±0,03

107±17

Sa

o

2

, saturación de oxígeno. Datos del experimento publicado por Torre-Bueno JR, Wagner PD, Saltzman HA, y cols.: Diffusion limitation in normal humans during exercise at

sea level and simulated altitude.

J Appl Physiol

58:989-995, 1985.