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que en los pacientes de más edad, por lo que se necesita un ecógrafo

en condiciones y conocimientos excelentes de la anatomía para

identificar correctamente el nervio relevante

( fig. 71-3

).

En ocasiones se utilizan otras técnicas de localización, sobre

todo con fines educativos. La penetración en el espacio epidural

puede detectarsemediante undispositivo acústico. Puede emplearse

la electroestimulación para localizar la posición de la punta de la

aguja o del catéter en el interior de los espacios epidural o suba-

racnoide

o 122-124 .

La «prueba del silbido» (inyección de aire en el

espacio epidural a través del hiato sacro) y la búsqueda de pares-

tesias son técnicas del pasado que deberían dejar de usarse.

Elección de la solución anestésica

Los requisitos para elegir un anestésico local no son exactamente

los mismos en los niños que en los adultos, ya que las técnicas

regionales se emplean sobre todo con fines analgésicos más que

anestésicos. Los factores a tener en cuenta son: 1) la zona y la

importancia de la cirugía, 2) la duración prevista del dolor posto-

peratorio intenso, y 3) el ingreso hospitalario o el alta precoz. En

la

tabla 71-6

se indican las dosis habituales.

La lidocaína y la mepivacaína son los anestésicos de elección

para la cirugía ambulatoria. Para infusiones continuas se prefieren

la levobupivacaína y ropivacaína a la bupivacaína racémica, ya que

su perfil farmacocinético es más seguro. La infusión epidural de

ropivacaína no debería mantenerse durante más de 36 horas en los

lactantes menores de 3 mese

s 125 .

La administración de aditivos, como clonidina o ketamina,

mejora la calidad y la duración del bloqueo sin impedir un alta hos-

pitalaria precoz. En muchos casos, estos fármacos hacen innecesaria

la colocación de un catéter para establecer una infusión continua con

el fin de proporcionar una analgesia postoperatoria adecuada.

Durante muchos años, la anestesia epidural continua era la

única técnica disponible para tratar los dolores prolongados.

Durante los últimos años se ha demostrado la eficacia de las téc-

nicas de bloqueos nerviosos periféricos continuos con catétere

s 72 ,

con menos morbilidad y limitaciones que el bloqueo epidural con-

tinuo, permitiendo incluso el alta hospitalari

a 85

y el tratamiento

domiciliario en determinados pacientes. Para llevar a cabo estas

técnicas, la levobupivacaína o la ropivacaína a concentraciones

bajas (0,1-0,2%), mediante infusión continua (2-5ml/h) omediante

inyecciones a demanda (2-5ml), representan la mejor elección y la

más segura.

Elección de las agujas y los catéteres

para los bloqueos

La anestesia epidural (sacra, lumbar o torácica) se realiza con

agujas tipo Tuhoy de un calibre variable (17-22) y de 50-90mm de

longitud; en los recién nacidos y en los lactantes sería más conve-

niente utilizar agujas de Tuhoy más cortas (25mm), pero su dispo-

nibilidad no está generalizada. La anestesia caudal se ha venido

practicando durante años con casi todos los tipos de agujas. Esta

práctica ya no resulta aceptable y únicamente deberían usarse

agujas de bisel corto (agujas de Crawford) con una guía que selle

la luz o cánulas intravenosas con una aguja de introducción.

La anestesia intradural en los lactantes prematuros puede

realizarse con una aguja de punción lumbar neonatal (calibre 22),

o preferiblemente, con una aguja intradural más fina (menor de

50mm). El extremo distal de la aguja no tiene la misma importan-

cia que en los adultos, ya que la incidencia de cefalea pospunción

dural sigue siendo muy baja en los niños y no está influenciada por

el diseño de la punta de la aguj

a 126,127

. El aspecto más importante

2296

Anestesia pediátrica

V

Figura 71-3

 Imagen ecográfica del área inguinal para localizar el nervio

femoral a diferentes edades. El nervio femoral es claramente visible en el

adolescente de 16 años, pero resulta difícil identificarlo en el niño de 3 años.

Obsérvese el gran contraste de las imágenes de las aponeurosis en el

paciente más joven.

Tabla 71-6

 Dosis habituales y máximas recomendadas de los anestésicos locales para los bloqueos de conducción nerviosa (excluyendo el bloqueo de Bier

y la anestesia intradural)

Anestésico local

Concentraciones habituales

Dosis máximas de soluciones sin

epinefrina (mg/kg)

Dosis máximas de soluciones

con epinefrina (mg/kg)

Aminoésteres

 Procaína

1-2

7

10

 Cloroprocaína

2-3

7

10

Aminoamidas

 Lidocaína

0,25-2

5 (o 400 mg)

10 (o 700 mg)

 Mepivacaína

0,25-2

5-7 (o 400 mg)

No disponible

 Bupivacaína

0,125-0,5

2 (o 150 mg)

3 (o 200 mg)

 Levobupivacaína

0,125-0,5

3 (o 200 mg)

4 (o 250 mg)

 Ropivacaína

0,1-10

3 (o 300 mg)

No disponible (y no recomendada)