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Factores psicológicos

Los niños están aterrados por las condiciones ambientales desco-

nocidas del quirófano, y la mayoría no soporta la ansieda

d 66,67

.

Sienten que sus padres los han abandonado y temen a los extraños

que tratan de pincharles con agujas. Incluso aunque quisieran cola-

borar, carecen de una imagen corporal completa hasta que no

cumplen los 10 años, de modo que no pueden distinguir con cla-

ridad entre las porciones próximas a su cuerpo como el antebrazo

y el brazo. En general no comprenden el concepto de parestesia ni

el de bloqueo diferencial (es decir, el «tacto» no implica «dolor»).

La localización de los troncos nerviosos y de los espacios anatómi-

cos debe realizarse por medios físicos (electroestimulación, técni-

cas de pérdida de resistencia [PDR], ecografía) que no dependen

del grado de colaboración del paciente

(v. cap. 72)

.

Los lactantes y la mayoría de los niños son incapaces de

controlar su ansiedad y el miedo a las agujas; por tanto, antes de

realizar cualquier procedimiento de bloqueo es obligado sedar al

niño o proporcionar un grado de anestesia superficial para evitar

que se produzcan crisis de pánico y movimientos peligrosos

durante la realización de la técnica.

La anestesia regional tiene implicaciones psicológicas notables.

Una evolución postoperatoria sin dolor mejora la moral del enfermo,

de sus padres y del personal de enfermería. Al cirujano le agrada

explorar a un paciente tranquilo, alerta y dócil en el postoperatorio.

En ocasiones, la anestesia regional puede tener efectos psicológicos

negativos; la persistencia del bloqueo motor (e incluso sensitivo)

durante la evolución postoperatoria puede atemorizar a algunos niños,

en especial a los de 3-5 años, y a veces a sus padres, incluso aunque se

les haya explicado detalladamente antes de la intervención la evolu-

ción normal de los acontecimientos durante el postoperatorio. Esta

ansiedad postoperatoria se puede reducir con condiciones ambienta-

les acogedoras, empatía y explicaciones adicionales sobre la farmaco-

logía de los anestésicos locales. En cualquier caso, el bloqueo motor

debe evitarse cuando no sea absolutamente necesario para la cirugía.

Indicaciones, contraindicaciones

y complicaciones

Indicaciones

Las indicaciones para la anestesia regional en los niños no son

exactamente las mismas que en los adultos, no sólo porque los

procedimientos quirúrgicos son bastante diferentes, sino porque

los bloqueos regionales se aplican como técnicas analgésicas en los

niños anestesiados en lugar de hacerlo sobre pacientes conscientes

o con una sedación ligera.

Indicaciones anestésicas

Los niños maduros y los adolescentes están dispuestos en ocasiones

a someterse a un procedimiento quirúrgico con anestesia regional

manteniéndose conscientes. Si se pudiese proporcionar una anal-

gesia adecuada mediante un bloqueo regional, no existe ninguna

razón para rehusar dicha técnica, especialmente en procedimientos

de corta duración.

Esta estrategia terapéutica puede considerarse ocasional-

mente en niños con riesgos de complicaciones graves durante la

anestesia general por ciertos problema

s 68 :

Torsión testicular o hernia incarcerada con riesgo de ruptura

inmediata en niños que no están en ayunas.

Hernioplastia en lactantes pretérmino con una edad concep-

tual menor de 60 semanas y con riesgo de desarrollar apneas

postoperatorias graves.

Insuficiencia respiratoria aguda o crónica graves.

Situaciones urgentes en niños con trastornos metabólicos o

endocrinos graves.

Trastornos neuromusculares como miastenia grave o ciertos

tipos de porfiria.

Ciertos tipos de síndromes con malformaciones múltiples y

deformidades esqueléticas.

La inestabilidad cervical (con el riesgo de tetraplejía consi-

guiente derivado de la intubación traqueal) es constante en el

síndrome de Chiari y frecuente en la acondroplasia y en el sín-

drome de Down. Los pacientes con deformidades faciales, micros-

tomía y anomalías mandibulares pueden ser difíciles de intubar,

convirtiendo a la anestesia general en una técnica peligrosa. Por

otra parte, es extremadamente difícil ajustar la anestesia general

en los lactantes con epidermólisis bullosa; los bloqueos regionales

pueden convertirse en una alternativa y llevan aparejados una

morbilidad meno

r 69,70 .

Los politraumatizados con lesiones en las extremidades

pueden beneficiarse enormemente de los bloqueos nerviosos para

aliviar el dolor sin impedir la monitorización de los traumatismos

craneoencefálicos o de los desequilibrios hemodinámicos, y per-

miten limpiar y tapar las heridas y estabilizar transitoriamente las

fracturas, siempre y cuando se adopten las precauciones adecuadas

para que no se pase por alto la posibilidad de síndromes compar-

timentales (v. más adelante).

Analgesia intraoperatoria y postoperatoria y dolor

derivado del procedimiento

La analgesia es, en la actualidad, la indicación principal para los

bloqueos regionales en los niños, ya que son los que ofrecen la

mejor relación entre beneficios y riesgos para numerosas interven-

ciones quirúrgicas ambulatorias o con ingreso hospitalario: orto-

pédicas (como la cirugía de la escoliosis), torácicas, urológicas y del

hemiabdomen superior e inferio

r 71-74 .

La cirugía cardíaca es una

indicación más controvertid

a 75,76

y muchos anestesiólogos son rea­

cios a practicar bloqueos neuroaxiales en niños a los que se van a

administrar anticoagulantes.

El dolor generado por el procedimiento quirúrgico puede

preverse con facilidad y, por tanto, prevenirse mediante anestesia

tópica o técnicas de infiltració

n 77-79

. En la

tabla 71-5

se muestra una

evaluación comparativa de la mayoría de las técnicas regionales.

Tratamiento del dolor no quirúrgico

Los bloqueos regionales pueden ser beneficiosos como métodos

analgésicos para ciertas patologías como el herpes zóster, el SIDA,

lesiones mucosas y cutáneas y el cánce

r 80-82

. Los niños con anemia

drepanocítica pueden beneficiarse mucho de la analgesia epidural

durante las crisis vasoactivas o los síndromes torácicos con un

dolor intratable por otros medios, siempre que el dolor esté locali-

zado y la fiebre concomitante no se deba a bacteriemi

a 83,84

.

Analgesia crónica y cuidados paliativos

El dolor crónico es menos habitual en los niños de lo que normal-

mente se creía, y las técnicas regionales como la anestesia epidural,

el bloqueo del ganglio estrellado o los bloqueos nerviosos perifé-

ricos continuos, pueden ayudar a tratar esta situación, y en especial

en el caso del dolor del miembro fantasma y en el síndrome de

dolor regional complejo (SDRC

) 85 .

La eritromelalgia, una entidad

rara pero extremadamente dolorosa, puede aliviarse satisfactoria-

mente mediante analgesia epidural continu

a 86 .

El dolor oncológico,

ya sea debido a un tumor primario o a metástasis, también puede

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Anestesia pediátrica

V