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es la distancia que separa la punta de la aguja desde su orificio

distal: esta distancia debería ser los más corta posible para evitar

fugas extradurales si la aguja no se ha introducido lo suficiente a

través de la duramadre. Las agujas de punta de lápiz no suponen

ninguna ventaja en los lactantes y los niños pequeños; no mejoran

los resultados, e incluso se sospecha que disminuyen el índice de

éxitos al favorecer la distribución subdural del anestésico local.

En la

tabla 71-7

se resumen las agujas recomendadas para la

mayoría de los bloqueos regionales en los pacientes pediátricos.

Precauciones de seguridad

y criterios para el alta

Entornos aceptables para realizar

un bloqueo regional

Las técnicas regionales son técnicas de anestesia; por tanto, única-

mente deben llevarse a cabo en lugares en los que se disponga de los

equipos de monitorización, anestesia y reanimación necesarios

(incluidos los fármacos anestésicos y de reanimación). Por otra parte,

el anestesiólogo debería estar ayudado por miembros de su equipo

capaces de monitorizar al niño y con la formación necesaria para

actuar en situaciones de urgencia. El quirófano es el mejor lugar para

garantizar una práctica segura para cualquier tipo de anestesia.

Sedación y anestesia general

Los procedimientos regionales en los adultos se llevan a cabo con

el paciente consciente, con o sin sedación, pero no suele ser nece-

saria la anestesia general. En algunos niños puede seguirse esta

misma estrategia y en ocasiones la solicitan ellos mismo

s 128 .

Sin

embargo, en la mayoría es preciso proceder con algún tipo de

sedación. Si no hay contraindicaciones para la anestesia general

desde el punto de vista médico, está ampliamente aceptado que los

bloqueos regionales se efectúen con el paciente bajo un plano anes-

tésico general superficia

l 74,93,129 .

Monitorización del paciente

y precauciones de seguridad

durante la realización de los bloqueos

Monitorización y gráfica de anestesia

Aun cuando no se utilice anestesia general, las técnicas regionales

deben ser llevadas a cabo por un anestesiólogo experimentado, en

el quirófano y con la monitorización recomendada para una anes-

tesia general pediátrica, es decir, electrocardiograma (ECG),

presión arterial, temperatura, frecuencia respiratoria y saturación

de oxígeno. Antes de inyectar cualquier anestésico local debe esta-

blecerse una línea intravenosa

130 ,

y en la gráfica de anestesia

deberán anotarse detalladamente las constantes vitales, así como

las técnicas realizadas y las dosis de anestésicos locales

empleadas.

Técnica de inyección

Las técnicas son similares en los adultos y en los niños. Un aspecto

de suma importancia es evaluar los efectos sobre el trazado ECG

de una dosis de prueba con epinefrina (0,1ml/kg hasta 3ml con

0,5-1

m

g/kg de epinefrina) durante 30-60 segundos: cualquier ele-

vación del segmento ST o un incremento en la amplitud de la onda

T 131-135 ,

seguida de un incremento en la presión arteria

l 136 ,

y ocasio-

nalmente por taquicardia, sugiere una inyección intravenosa inad-

vertidayexige el cesedel procedimiento; cuandoestá contraindicada

la epinefrina deberá usarse isoprenalina (0,05-0,1

m

g/kg

) 137 .

Anestesia regional en los niños

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71

Sección V

Anestesia pediátrica

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Tabla 71-7

 Dispositivos recomendados para la mayoría de los bloqueos regionales en los niños

Tipo de bloqueo

Dispositivo recomendado

Dispositivo alternativo

Habones intradérmicos y bloqueos de los

metacarpianos

Agujas intradérmicas (calibre 25)

Ninguno

Infiltraciones subcutáneas y bloqueos de campo Agujas intramusculares convencionales

(calibre 21-23)

Agujas intradérmicas (calibre 25)

Bloqueos compartimentales (paravertebrales

torácicos, vaina del recto, ilioinguinal-

iliohipogástrico, pudendo, del pene)

Agujas cortas (25-50 mm) y de bisel corto

(45-55 grados)

Agujas epidurales (bloqueo intercostal)

Aguja intradural neonatal

Bloqueos nerviosos periféricos y bloqueos de

plexos

Agujas aisladas del calibre 21-23 de bisel corto, de

la longitud adecuada conectadas a un

neuroestimulador (0,5-1 mA)

Catéteres específicos (para técnicas continuas)

Agujas recubiertas de punta de lápiz

Agujas no recubiertas solamente cuando se utilice

guía ecográfica

Catéter epidural (para técnicas continuas)

Anestesia intradural

Aguja intradural (calibre 24-25; 30, 50 o 100 mm

de largo, bisel tipo Quincke, estilete)

Aguja de punción lumbar neonatal (calibre 22,

30-50 mm de largo)

Aguja intradural de Whitacre

Anestesia caudal

Aguja corta (25-30 mm) y de bisel corto

(45 grados) con estilete

Cánula i.v. (calibre 22-18), especialmente para la

introducción del catéter epidural

Aguja epidural pediátrica (ocasionalmente

intradural)

Anestesia epidural

Aguja de Tuohy (calibres 22, 20 y 19/18); jeringa

de PDR y catéter epidural medio

Agujas epidurales de Crawford, Whitacre, o

Sprotte del tamaño adecuado; jeringa de PDR

y catéter epidural medio

PDR, pérdida de resistencia.