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(0,33 a 1,0

m

g/kg) y no se registraron efectos significativos en la

frecuencia respiratoria o saturación de oxígeno durante un período

de observación de 1 hora antes de la inducción anestésica. Sólo un

niño presentó inicialmente un aumento de la presión arterial, pero

no quedó claro si estaba o no relacionado con el fármaco. Una

sedación transitoria se observó en todos los niños, y los autores

recomiendan una infusión intravenosa lenta para minimizar cual-

quier episodio hemodinámico adverso que pudiese ocurrir con la

administración en bolo. El uso de la dexmedetomidina como

sedante único o combinado con otros sedantes ha sido descrito en

niños sometidos a cateterismo cardíaco y otros procedimientos

radiológico

s 59-64

. La dexmedetomidina ha sido también utilizada

para facilitar la intubación con fibrobroncoscopi

o 65

, para sedar

niños durante una craneotomía despiert

a 66

, para reducir la inciden-

cia de agitación durante el desperta

r 67,68

y para facilitar la retirada

de opiáceo

s 69 .

Además, esta medicación ha sido utilizada para man-

tener sedaciones prolongadas en pacientes críticos pediátrico

s 70 .

Por tanto, las indicaciones en niños parecen ser las mismas que en

los adultos.

Opioides

Morfina

La morfina es el narcótico de larga duración más antiguo y más

utilizado (v. también cap. 17). Su uso en neonatos (menores de

10 días) continúa siendo controvertido debido a los primeros estu-

dios en recién nacidos en los que se sugería que la morfina produ-

cía mayor depresión respiratoria que la meperidina. Se encontraron

niveles de morfina más elevados en el cerebro de ratas recién

nacidas que en el de ratas adultas, lo que sugiere que la permeabi-

lidad de la barrera hematoencefálica puede ser un factor que deter-

mine la sensibilidad de neonatos humanos a la morfin

a 71 .

Este

razonamiento lleva a la creencia de que los lactantes son sensibles

a los efectos de los narcóticos. En estudios más recientes se ha

descrito una farmacocinética dependiente de la edad. El recién

nacido tiene un aclaramiento más bajo de morfina, por lo que para

dosis menores se obtienen valores plasmáticos más altos como

consecuencia de una semivida de eliminación más larg

a 72 .

Los lac-

tantes a término mayores de 10 días ya tienen un aclaramiento más

rápido de morfina, similar al de un adulto.

Todavía quedan por resolver las cuestiones sobre la sensibi-

lidad respiratoria y la edad a la cual se reduce en seres humanos;

en estudios con animales se ha sugerido la aparente existencia de

diferencias entre la morfina y el fentanilo que no están relacionadas

con el transporte del fármaco al cerebr

o 73 .

Algunos de estos efectos

pueden deberse más a cambios farmacodinámicos que a la mera

maduración de la barrera hematoencefálica. La morfina debe

administrarse con precaución en neonatos y prematuros que no

se encuentran monitorizados. Es probable que un lactante mayor

de 6 meses presente una respuesta normal a la morfina similar a

la de un adulto.

Meperidina

La meperidina ganó mucho interés cuando se descubrió que, admi-

nistrada en dosis miligramo-por-kilogramo, producíamenos depre-

sión respiratoria en neonatos que la morfina (v. también cap. 17

) 74 .

Esta diferencia puede estar relacionada, en parte, con que la mepe-

ridina es más lipofílica que la morfina. A diferencia de la morfina,

la fracción del fármaco que alcanza el cerebro de los neonatos es

similar a la que entra en el cerebro de niños de más edad. Como

para todos los fármacos administrados a neonatos, existe una gran

variabilidad de un paciente a otro en cuanto a metabolismo y

respuesta. La meperidina no está indicada para tratamientos a

largo plazo a causa de la acumulación de un metabolito tóxico, la

normeperidina; este fármaco ha sido eliminado de la farmacia de

muchos hospitales pediátricos.

Fentanilo

El fentanilo es el narcótico más utilizado en lactantes y niños

(v. también cap. 17). Sus principales ventajas están relacionadas con

su rápido inicio de acción y su corta duración. Este narcótico es

más lipofílico que la meperidina; con este fármaco los efectos

potenciales de la barrera hematoencefálica no tienen importancia.

La finalización del efecto de dosis bajas de fentanilo se debe, sobre

todo, a la redistribución, mientras que en dosis elevadas depende

de la eliminación. Las dosis altas de fentanilo se comportan como

un narcótico de larga duración.

El fentanilo induce una respuesta cardiovascular muy estable

mientras se alcanza el estado anestésico. Las dosis necesarias para

producir anestesia varíanmucho en función de la edad del paciente,

la intervención quirúrgica, el estado de salud del enfermo y el uso

de adyuvantes anestésico

s 75

. En neonatos sometidos a cirugía abdo-

minal, la semivida del fentanilo es más larga que en aquellos some-

tidos a otros procedimientos; el flujo sanguíneo hepático (y los

factores que puedan aumentar o disminuir de forma importante el

flujo sanguíneo hepático, como la presión positiva espirada final

[PEEP] o el uso de vasoconstrictores) pueden alterar la farmaco-

cinética de este fármaco. La insuficiencia hepática también puede

desempeñar un papel importante en la alteración de la cinética con

un aumento de la presión intraabdomina

l 76 .

Por tanto, los perfiles

farmacocinético y farmacodinámico son muy diferentes y más

variables en neonatos que en niños de mayor edad. Una dosis de

12,5

m

g/kg produce anestesia en un neonato a término sometido a

cirugía abdominal, mientras que dosis más elevadas (30-100

m

g/

kg) se utilizan en cirugía cardíaca. Estas dosis son seguras en niños

cuya ventilación se va a controlar en el postoperatorio; dosis mucho

menores (2-10

m

g/kg) deberían utilizarse en otras anestesias en las

que no se realiza ventilación controlada en el postoperatorio. Como

en los neonatos el gasto cardíaco depende de la frecuencia cardíaca,

la bradicardia inducida por fentanilo puede requerir la administra-

ción de un vagolítico, como por ejemplo atropina o pancuronio.

Alfentanilo

El alfentanilo se elimina más rápido que el fentanilo; su farmaco-

cinética depende de la dosis (v. también cap. 17). Esta propiedad

puede proporcionar un margen de seguridad ya que cuanto mayor

es la dosis administrada, mayor es su eliminación. El aclaramiento

de alfentanilo puede estar aumentado en niños en comparación

con los adultos. Como cualquier otro narcótico existe una gran

variabilidad de un paciente a otro, tanto en la farmacocinética

como en la farmacodinámica de neonatos y niños con alteraciones

del flujo sanguíneo hepático.

Sufentanilo

El sufentanilo se ha utilizado principalmente como anestesia en

cirugía cardíaca; la cinética dependiente de la edad es evidente,

en particular durante el primer mes de vida (v. también cap. 17).

Los niños son capaces de aclarar el sufentanilo con más rapidez

que los adultos. Este fármaco debe administrarse con precaución

porque se han registrado bradicardias graves y asistolia cuando se

utiliza sin un fármaco vagolítico asociado

77 .

El sufentanilo también

se ha administrado por vía nasal como premedicación o analgesia

(2

m

g/kg); no obstante puede producir desaturación.

Remifentanilo

El remifentanilo es el más reciente de los opioides disponibles en

pediatría (v. también cap. 17

) 78 .

La principal ventaja de este opioide

es su semivida ultracorta. En estudios con adultos se ha demostrado

que incluso tras infusiones prolongadas, el tiempo transcurrido

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Anestesia pediátrica

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