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y en el músculo; el tiopental debe utilizarse en dosis reducidas

(2-4mg/kg) en niños que tengan escasos depósitos de grasa, como

en neonatos o en lactantes desnutridos. Al limitar la dosis total a

10mg/kg o menos en pacientes de más edad se minimiza la posi-

bilidad de la prolongación de la anestesia causada por una sedación

residual por barbitúricos. El tiopental (30mg/kg en una solución

al 10%) también puede administrarse por vía rectal si el metohexi-

tal está contraindicado.

Ketamina

La ketamina produce la disociación central de la corteza cerebral a

la vez que proporciona analgesia y amnesia (v. también cap. 16).

Además de las vías intravenosa e intramuscular, la ketamina puede

administrarse por vía rectal (10mg/kg), vía oral (6-10mg/kg) o

intranasal (3-6mg/kg). La combinación oral de ketamina (4-6mg/kg),

midazolam (0,5mg/kg) y atropina (0,02mg/kg) proporciona una

buena sedación en el niño. La administración intravenosa de dosis

bajas, como 0,25-0,5mg/kg, puede emplearse para proporcionar

analgesia y sedación en procedimientos dolorosos, mientras que

dosis de 1-2mg/kg ya producen una mayor sedación para una tran-

sición suave a la anestesia general. Dosis más elevadas (hasta 10mg/kg

intramuscular) inducen una analgesia suficiente como para permi-

tir la inserción de catéteres para monitorización invasiva antes de

la inducción anestésica (cirugía cardíaca) o en pacientes con accesos

venosos limitados. La ketamina es útil para la inducción anestésica

en pacientes hipovolémicos. Existe una gran variabilidad de res-

puesta a este fármaco de un paciente a otro. Un efecto colateral

mayor es el aumento de secreciones que por lo general obliga a

administrar un antisialogogo. Otros efectos secundarios no desea-

dos serían los vómitos postoperatorios y los «sueños» o alucinacio-

nes; la incidencia de estos sueños puede reducirse con la

administración concomitante de una benzodiazepina. A pesar de

que se suelen mantener permeables la vía respiratoria y la respira-

ción espontánea, se han descrito casos de apnea y laringoespasmo.

Las contraindicaciones para el uso de ketamina en niños

son: constancia de una infección de las vías respiratorias altas

(IVRA), aumento de la presión intracraneal, ojo abierto y presencia

de una alteración psiquiátrica o epiléptica. La ketamina no man-

tiene los reflejos protectores de la vía respiratoria y, por tanto, no

debería utilizarse como anestésico único en pacientes con estó-

mago lleno o hernia de hiato. También se ha empleado ketamina

como adyuvante de la anestesia epidura

l 44

. No obstante,

como los

conservantes de la ketamina son neurotóxicos, en el espacio epidural

sólo se debe administrar ketamina sin conservantes

.

Etomidato

El etomidato es un agente inductor hipnótico esteroideo (v. también

cap. 16). Igual que con el propofol, existe una alta incidencia de dolor

durante la administración intravenosa. La mayoría de los anestesió-

logos suelen evitar este inductor ante la posibilidad de que se pro-

duzca una reacción anafilactoide o por la supresión de la función

suprarrenal. El etomidato es muy útil en niños con traumatismo

craneoencefálico y en aquellos con inestabilidad hemodinámica,

como los niños con miocardiopatías, debido a la ausencia de efectos

adversos sobre el sistema cardiovascula

r 45,46

. Este fármaco ha ido

ganando popularidad en el manejo de la vía respiratoria en el con-

texto de la urgenci

a 47-49

. La dosis más habitual es de 0,2 a 0,3mg/kg

administrada antes de los opiáceos en bajas dosis y de los relajantes

musculares. El etomidato se utiliza con frecuencia para facilitar la

intubación endotraqueal en los niños en estado crítico. Debido a la

gran proporción de niños en estado crítico, particularmente aquellos

resistentes a los vasopresores, que presentan una insuficiencia supra-

rrenal relativa, el suplemento de corticoides puede estar indicado en

los niños en los que el etomidato es absolutamente necesario para el

manejo seguro de su vía respiratori

a 50,51

.

Sedantes y ansiolíticos

Diazepam

La absorción del diazepam es más rápida en niños que en adultos

y la administración de 0,1-0,3mg/kg oral suele proporcionar una

excelente sedación máxima en una hora (v. también cap. 16). La

administración intravenosa es dolorosa y no es bien tolerada;

también puede administrarse por vía rectal. Dado que su metabo-

lismo es sobre todo hepático, esta medicación debe administrarse

con precaución en pacientes con hepatopatías. El diazepam tiene

una semivida extraordinariamente larga en neonatos (80 horas) y

suele estar contraindicado hasta los 6 meses de vida o hasta que

maduran las vías metabólicas hepáticas.

Midazolam

El midazolam es hidrosoluble, por lo que su inyección intravenosa

no suele producir dolor (v. también cap. 16). Es importante resaltar

que por su hidrosolubilidad

tarda tres veces más en alcanzar el efecto

EEG máximo que el diazepam, que es liposoluble.

La importancia

clínica de esta observación es que se debe esperar por lo menos

3 minutos entre dosis intravenosas para evitar el efecto de

«acumulación

» 52

. La semivida de eliminación, que es corta (

2 ho­

ras) en comparación con el diazepam (

18 horas), ofrece una

ventaja para el uso como premedicación en niños. El midazolam es

la única benzodiazepina aprobada por la Food and Drug Adminis-

tration para su uso en neonatos; en esta población, la semivida es

más prolongada (6-12 horas

) 53,54

. Además, se han descrito episodios

de hipotensión grave en neonatos tras su administración en bolo y

la probabilidad de que esto ocurra se ve incrementada en recién

nacidos a los que también se les ha administrado fentanilo. Su

absorción tras su administración intramuscular (0,1-0,15mg/kg

hasta un máximo de 7,5mg), oral (0,25-1,0mg/kg hasta un máximo

de 20mg), rectal (0,75-1,0mg/kg hasta un máximo de 20mg), nasal

(0,2mg/kg) o sublingual (0,2mg/kg) es rápid

a 55

. La administración

intranasal es desagradable para la mayoría de los niños. El midazo-

lam siempre debe utilizarse con precaución cuando se administra

asociado a opiáceos debido al peligro potencial de que se produzca

una depresión respiratoria. Una interacción importante que puede

retrasar el metabolismo del midazolam se produce con la eritromi-

cina, los antagonistas del calcio, los inhibidores de la proteasa e

incluso el zumo de pomelo, ya que inhiben el citocromo P45

0 56 .

En

estas situaciones se debe evitar el uso de midazolam o bien reducir

su dosis en un 50

% 56 .

Otra cuestión que hay que tener en cuenta es

la teórica posibilidad de que con la administración intranasal se

produzca neurotoxicidad como consecuencia del paso del fármaco

al sistema nervioso central (SNC) a través de las conexiones neu-

ronales (nervios olfatorios

) 57

. Dado que no se ha estudiado la

posible neurotoxicidad y la mayoría de los niños lloran con la

administración intranasal, yo creo que esta vía debería evitarse.

Dexmedetomidina

La dexmedetomidina es un agonista

a

2

-adrenérgico con propieda-

des ansiolíticas, sedantes y analgésicas (v. también cap. 16). El papel

en pediatría de este nuevo agente está pendiente de investigación

adicional para aclarar cuáles son exactamente sus ventajas y des-

ventajas. En este momento está siendo evaluado en ensayos clínicos

fase II y comenzando los de fase III; existen muy pocos estudios

bien controlados en pediatría. Un ensayo farmacocinético que

incluyó 36 niños entre 2 y 12 años mostró una semivida de elimi-

nación de aproximadamente 110 minutos con una disminución,

proporcional al aumento de la dosis, tanto de la frecuencia cardíaca

(

15%) como de la presión arterial sistólica (

25%); estos resul-

tados son similares a los observados en adulto

s 58

. Se administraron

durante un período de 10 minutos, infusiones de 2, 4 o 6

m

g/kg/h

Anestesia pediátrica

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Sección V

Anestesia pediátrica

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