Si se utiliza un tubo endotraqueal sin manguito, el tamaño ade-
cuado permite una pequeña fuga de gas a presiones inspiratorias
máximas de 20-30 cmH
2
O. Si un tubo endotraqueal sin manguito
(o uno con manguito pero desinflado) no fuga a 40 cmH
2
O, deberá
reemplazarse por el siguiente tubo menor y comprobar de nuevo
la existencia de fugas. Es muy importante realizar esta comproba-
ción de fugas para determinar el tamaño de la laringe. Según mi
práctica, varios niños al año presentan una estenosis subglótica sin
diagnosticar, que descubre el anestesiólogo en el momento de la
intubación
( fig. 72-11 ).
Palas de laringoscopia
Cualquier hospital que tenga cuidados pediátricos debe tener una
selección amplia de palas de laringoscopia de manera que se dis-
ponga de la pala más adecuada para cada niño. En general, en
neonatos y lactantes se utilizan las palas rectas por sus diferencias
anatómicas con los niños de más edad (v. antes). La pala de Wis-
Hippel 1,5 es particularmente versátil porque su superficie es plana.
En los niños mayores se pueden usar tanto las palas rectas como
las curvas. En algunos pacientes, la pala recta puede ofrecer venta-
jas sobre la pala curva cuando presentan hipoplasia mediofacial u
otras deformidades faciales
( tabla 72-6). Existen palas de laringos-
copia con oxígeno incorporado de los tamaños 0 y 1 y ofrece
ventajas específicas para intubación en neonatos despiertos o
sedados
( fig. 72-12 ).
El niño con estómago lleno
El niño con estómago lleno debe tratarse igual que un adulto en la
misma situación; es decir, deberá someterse a una inducción anes-
tésica de secuencia rápida con la aplicación de presión en el cricoi-
des (v. también caps. 19 y 40). Como el consumo de oxígeno es
mucho mayor, la desaturación de la hemoglobina se produce más
rápido en un niño que en un adulto, y más deprisa en un lactante
que en un niño. Además, un niño puede no ser colaborador y
negarse a respirar oxígeno antes de la inducción de la anestesia, es
decir, rechaza la preoxigenación. En estas circunstancias, lo mejor
que se puede hacer es enriquecer el ambiente con un flujo alto de
oxígeno, ya que no es aconsejable agobiar al niño. Otro equipa-
miento adicional del que se debe disponer incluye dos sondas de
aspiración (si una se bloquea otra puede estar disponible de forma
inmediata) y dos palas de laringoscopio del tamaño adecuado (p.
ej., una pala Macintosh del 2 y una de Miller del 2) con dos mangos
(si la bombilla, el contacto o las pilas fallan, tendremos otro dispo-
nible). Mientras el niño está respirando oxígeno, se puede admi-
nistrar atropina por vía intravenosa (0,02mg/kg) para evitar los
reflejos inducidos o la bradicardia inducida por succinilcolina y
para retrasar la bradicardia de la hipoxemia si se produce alguno
2344
Anestesia pediátrica
V
Tabla 72-6
Tamaños y distancias recomendados de inserción de los tubos
endotraqueales y las palas de laringoscopia para uso en pediatría
Edad del
paciente
Diámetro interno
del tubo
endotraqueal (mm)
Tamaño
recomendado
de la pala
recta del
laringoscopio
Distancia de
inserció
n *(cm)
Pretérmino
(
<
1.250 g)
2,5 sin manguito
0
6-7
A término
3,0 sin manguito
0-1
8-10
1 año
3,5-4,0 con manguito 1
11
2 años
4,5-5,0 con manguito 1-1,5
12
6 años
5,0-5,5 con manguito 1,5-2
15
10 años
6,0-6,5 con manguito 2-3
17
18 años
7-8 con manguito
3
19
*La inserción del tubo endotraqueal a esta distancia desde la cresta alveolar del
maxilar superior o inferior sitúa el extremo distal del tubo endotraqueal en el punto
medio de la tráquea.
Figura 72-11
Método para determinar el porcentaje de obstrucción de las vías respiratorias. Tras una fácil intubación endotraqueal con un tubo sin manguito
(TET), se conecta un manómetro en la conexión del codo del circuito anestésico con el tubo endotraqueal. Se coloca un fonendoscopio sobre la laringe y se
presuriza el circuito muy despacio. La presión a la que se ausculte la fuga se relaciona con la edad del paciente y el tamaño del tubo endotraqueal para calcular
el grado de estrechamiento laríngeo. Obsérvese que esta tabla se basa en la experiencia de un hospital y el fabricante de los tubos endotraqueales no se
menciona; por tanto, se desconoce el diámetro externo real del tubo endotraqueal utilizado.
(Reproducida y modificada con autorización de Myer CM III,
O’Connor DM, Cotton RT: Proposed grading system for subglottic stenosis based on endotracheal tube sizes.
Ann Otol Rhinol Laryngol
103:319-323, 1994.)