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durante la CEC de flujo continuo con hipotermia profunda (18°C),

es una oportunidad única para describir la fisiología y la fisiopatolo-

gía cerebrovascular normal. Se han empleado numerosas técnicas

intraoperatorias para monitorizar el cerebro y prevenir las lesiones

cerebrales secundarias a hipoxia, isquemia, embolia o desequili-

brios electrofisiológicos (v. cap. 36). Estas técnicas se han clasificado

en las tres modalidades siguientes, solas o combinadas: 1) espectros-

copia próxima al infrarrojo (EPIR) para medir la saturación de oxi-

hemoglobina tisular en sangre venosa; 2) Doppler transcraneal para

medir el flujo y la resistencia arteriales, y 3) electroencefalografía

(EEG) para medir los cambios asociados a la perfusión en la activi-

dad cortica

l 61 .

Además, la medida del FSC y el metabolismo con

herramientas de investigación clínica especializadas ha sido muy

importante paramejorar nuestros conocimientos acerca de la función

cerebral durante y después de la cirugía. La monitorización neuro-

lógica multimodal se emplea también para orientar la realización de

la CEC, la PCHP y las técnicas de perfusión cerebral regional de bajo

flujo (PCRBF) en la reconstrucción del cayado aórtico neonata

l 62-64 .

La monitorización electroencefalográfica permite detectar la

isquemia o reconocer una disminución adecuada de la actividad

metabólica cerebral durante la hipotermia previa a la PCHP. La elec-

troencefalografía resulta útil para monitorizar las funciones fisioló-

gicas del SNC durante la circulación extracorpórea con hipotermia

profunda y la parada circulatoria total. Por ejemplo, durante la hipo-

termia profunda y antes de la parada circulatoria total, el electroen-

cefalograma (EEG) procesado permite identificar la actividad

eléctrica residual cerebra

l 65 .

A continuación, es posible inducir silen-

cio isoeléctrico con un enfriamiento adicional y detectar cualquier

actividad cerebral adicional mediante electroencefalografía. Como

esta actividad eléctrica residual durante la parada se asocia a un

metabolismo cerebral mantenido, un estado isoeléctrico puede pre-

venir las lesiones isquémicas del cerebro durante la parada circulato-

ria. La electroencefalografía también puede resultar útil para detectar

el nivel y la profundidad de la anestesia. El análisis electroencefalo-

gráfico postoperatorio ha demostrado una actividad convulsiva sub-

clínica en una serie de pacientes de alto riesgo, lo que puede vincular

estas alteraciones con resultados neuropsicológicos peores. Todavía

está por determinar la utilidad de la monitorización electroencefalo-

gráfica intraoperatoria tras la CEC y el significado de los hallazgos.

El Doppler transcraneal (DTC) se ha empleado fundamental-

mente con fines experimentales en lactantes y permite detectar ano-

malías del flujo arterial o venoso y microémbolo

s 66 .

Esta tecnología

emplea el principio Doppler para detectar cambios en la frecuencia

de las señales reflejadas procedentes de la sangre de la arteria cerebral

media y calcular la velocidad del flujo sanguíne

o 67 .

Como el diámetro

de esta arteria cerebral de gran tamaño es relativamente constante, la

velocidad del flujo debería aproximarse a la del FSC. Las técnicas

Doppler transcraneales aportan varias ventajas: 1) no son cruentas,

2) no se asocian a exposición a la radiación y 3) permiten una monito­

rización continua. Una ventaja adicional de esta técnica es que permite

valorar alteraciones rápidas en la velocidad de flujo secundarias a

cambios de temperatura o perfusión, como sucede con frecuencia en

la cirugía cardíaca. Entre las limitaciones de la monitorización con

Doppler transcraneal destacan éstas: 1) reproducibilidad, sobre todo

aflujos bajos, cuandounmovimientomínimode la cabezadel paciente

puede modificar de forma drástica la intensidad de la señal y alterar

las mediciones de referencia, y 2) la ausencia de estudios de validación

durante la CEC hipotérmica, cuando la temperatura, la menor velo-

cidad de flujo y las características del flujo laminar por la perfusión

no pulsátil pueden limitar la precisión de las mediciones de la veloci-

dad del FSC. Las mediciones de la velocidad del FSC con Doppler

transcraneal muestran una correlación razonable con las mediciones

más convencionales del FSC durante la normotermia y algunos estu-

dios han analizado su validez durante la CEC hipotérmic

a 68 .

El estudio con Doppler transcraneal se ha empleado para

investigar el efecto de la CEC y la parada circulatoria con hipoter-

mia profunda sobre la hemodinámica cerebral en niños y también

para valorar la incidencia de embolias cerebrales. Estudios recien-

tes que han explorado el encéfalo con DTC han permitido a varios

grupos de investigación aportar información importante sobre

aspectos de la perfusión cerebral normal y anormal durante la

cirugía cardíaca en niños. Algunas dudas sobre la presión de per-

fusión cerebral, la autorregulación, los efectos de la Paco

2

y la

temperatura se han valorado con Doppler transcraneal en niños y

se comentan a continuació

n 68-70

. Esta técnica ha aportado también

información de calidad sobre la existencia de embolias gaseosas en

la arteria cerebral media durante la cirugía cardíac

a 71,72

. La cuanti-

ficación de este importante mecanismo de lesión cerebral durante

la cirugía cardíaca podría resultar sumamente instructiva. Este

mecanismo de lesión se podrá valorar también con nuevas inves-

tigaciones que empleen el Doppler transcraneal.

Los centros con resultados excelentes pueden afirmar que

no utilizan «nunca» o que emplean «siempre» la espectroscopia

próxima al infrarrojo (EPIR) durante el tratamiento perioperatorio

de los niños con cardiopatías congénitas. Dado que se ha demos-

trado que los valores de la EPIR cerebral se correlacionan con las

saturaciones en el bulbo venoso yugular, el interés por emplear la

EPIR como método para valorar de forma incruenta el aporte de

oxígeno al cerebro es notabl

e 73 .

Austin y cols. han descrito la utilidad

de monitorizar la EPIR cerebral durante el período intraoperatorio.

Observaron que la desaturación de la oxihemoglobina cerebral

explicaba la mayor parte de las anomalías neurofisiológicas durante

la monitorización neurológica multimodal con EPIR, Doppler

transcraneal y electroencefalografí

a 74

. Más de dos tercios de los

pacientes de su estudio presentaron incidentes detectables en la

monitorización neurológica y un porcentaje similar de estos inci-

dentes necesitaron una intervención por parte del perfusionista, el

cirujano o el anestesista. Fue necesario realizar intervenciones qui-

rúrgicas, como la recolocación de la cánula, en una cuarta parte de

los episodios y el perfusionista tuvo que intervenir en más de la

mitad de los incidentes. La incidencia de secuelas neurológicas

postoperatorias fue también más alta en los pacientes que tuvieron

episodios no tratados. Durante algunas técnicas quirúrgicas especí-

ficas, como la perfusión cerebral regional, se ha descrito la utilidad

de la monitorización mediante EPIR para decidir el tratamiento

intraoperatori

o 75,76

. Sin embargo, ningún estudio ha demostrado

todavía que el uso de la EPIR en el período postoperatorio se asocie

a una mejora del resultado en cuanto al desarrollo neurológico.

Los estudios sobre el FSC que han empleado la tecnología de

eliminación del xenón han mejorado nuestros conocimientos sobre

la dinámica cerebral vascular en niños pequeños durante la CEC y

especialmente durante la hipotermia profunda y tras períodos de

parada circulatori

a 77-80 .

En general, esta herramienta de investiga-

ción ha descrito los efectos de la CEC, la temperatura y varias téc-

nicas de perfusión sobre el FSC y, de forma indirecta, sobre el

metabolismo cerebral

( fig. 73-6

). Los estudios que han empleado

esta metodología han demostrado que algunos de los mecanismos

de autorregulación del FSC, como la regulación presión-flujo, se

pierden con la hipotermia profunda y que la reperfusión cerebral

se altera tras un período de parada circulatoria completa.

Inducción y mantenimiento de la anestesia

Los principios del tratamiento intraoperatorio de las cirugías car-

diotorácicas se basan en la comprensión de la fisiopatología de cada

proceso patológico y en los conocimientos prácticos sobre los

efectos de los distintos anestésicos y otros fármacos sobre el estado

de un paciente determinado. La selección de la técnica de inducción

depende del grado de disfunción cardíaca, del defecto, del grado de

sedación que se consigue con la premedicación y de la presencia o

Anestesia para la cirugía cardíaca pediátrica

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Sección V

Anestesia pediátrica

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