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si existía una disfunción preoperatoria de este ventrículo. La ligadura

del CAP se ha realizado en lactantes y niños con técnicas de toracos-

copia. Este abordaje aporta la ventaja de realizar incisiones limitadas a

los puertos de entrada de la toracoscopia, disminuye el dolor postope-

ratorio y permite el alta hospitalaria el mismo día de la intervención.

La coartación de la aorta es un estrechamiento de la aorta

descendente cerca de la inserción del conducto arterioso. Se produce

una obstrucción al flujo aórtico, que puede ir desde una obstrucción

grave con compromiso de la perfusión sistémica distal a una hiper-

tensión leve de las extremidades superiores como único signo. Pueden

asociarse anomalías de las válvulas mitral y aórtica. En los recién

nacidos con una coartación grave, la perfusión sistémica depende del

cortocircuito derecha-izquierda a través del CAP. En estas circunstan-

cias, la disfunción ventricular izquierda es muy frecuente y se necesita

prostaglandina E

1

para mantener una perfusión sistémica suficiente.

En general se recomienda una vía intravenosa periférica y un catéter

arterial permanente en la extremidad superior derecha para el trata-

miento intra y postoperatorio. En los pacientes con una disfunción

ventricular izquierda, puede ser deseable un catéter venoso central

para monitorizar la presión y suministrar soporte inotrópico.

La cirugía se realiza a través de una toracotomía izquierda, de

forma que la aorta se pinza y la coartación se repara mediante una

anastomosis término-terminal, una aortoplastia con parche o un

parche en la subclavia. Durante el pinzamiento, solemos permitir una

hipertensión proximal significativa (20-25% de incremento sobre el

valor basal), ante la evidencia de que un tratamiento vasodilatador

pudiera poner en peligro la perfusión distal y favorecer la isquemia

medular. Justo antes de retirar la pinza se administra una dosis de

carga de volumen intravascular de 10-20ml/kg de cristaloides. La

concentración de anestésico se disminuye y se administra un

volumen de sangre adicional hasta que aumenta la presión arterial.

La hipertensión de rebote tras la reparación es frecuente por el

aumento de la reactividad de los barorreceptores y con frecuencia

necesita tratamiento médico. Después del pinzamiento, el estrés de

la pared aórtica debida a la hipertensión sistémica se reduce de forma

más eficaz instaurando un bloqueo

b

con esmolol o un bloqueo

combinado

a

y

b

con labetalo

l 299 .

Los trabajos recientes indican que

los pacientes menores de 6 años deberían recibir una dosis de carga

de 250-500

m

g/kg de esmolol, seguida de una infusión de 250-750

m

g/

kg/min, en función de la presión arterial. A pesar de la infusión de

esmolol, un 25-50% de los pacientes tendrán valores de presión

arterial por encima de los deseados y necesitarán un segundo

fármaco. El nitroprusiato sódico, que aumenta la tensión parietal

aórtica calculada en ausencia de bloqueo

b

, suele elegirse como

segundo fármaco. Otros fármacos que pueden tener más probabili-

dades de lograr la presión deseada son nitroglicerina y nicardipina.

El propranolol resulta útil en pacientes de edad avanzada, pero puede

producir bradicardia grave en los lactantes y los niños pequeños.

Aunque en realidad aumenta la tensión parietal aórtica calculada

cuando no se asocia a bloqueo

b

, porque acelera la dP/dT (fuerza

contráctil), puede ser necesario añadir nitroprusiato sódico para

controlar la hipertensión refractaria. El tratamiento se inicia con

captopril u otro antihipertensivo durante la fase de convalecencia de

la recuperación en los pacientes con hipertensión persistente.

El tratamiento de los lactantes que van a someterse a deriva-

ciones extracardíacas sin CEC persigue los mismos objetivos que el

de las demás lesiones por cortocircuito: equilibrar el flujo sanguíneo

pulmonar y sistémico modificando la Paco

2

, la Pao

2

y la dinámica

ventilatoria. Los cortocircuitos centrales suelen realizarse a través

de una esternotomía media, mientras que los cortocircuitos de

Blalock-Taussig se pueden llevar a cabo a través de una toracotomía

o una esternotomía. En los pacientes con un FSP crítico bajo, el

pinzamiento parcial de la arteria pulmonar necesario para realizar

la anastomosis distal provoca una reducción mayor del FSP con

desaturación, lo que obliga a una monitorización meticulosa de la

pulsioximetría. Una aplicación cuidadosa de la pinza para evitar

la distorsión de la arteria pulmonar ayudará a mantener el FSP. La

CECE será necesaria para estos procedimientos en caso de desatu-

ración y bradicardia graves durante el pinzamiento.

Entre las complicaciones intraoperatorias se encuentran la

hemorragia y la desaturación grave del oxígeno sistémico durante

el cierre del tórax, lo que suele indicar un cambio en la relación del

contenido intratorácico con distorsión de las arterias pulmonares

o acodamientos en la derivación. En el postoperatorio inmediato

puede desarrollarse edema pulmonar en respuesta a una sobre-

carga aguda de volumen asociada a la creación de un cortocircuito

quirúrgico importante. Las medidas orientadas a aumentar la RVP,

como la disminución del O

2

inspirado hasta valores ambientales

permitiendo que se eleve la Paco

2

, y la aplicación de presión telees-

piratoria positiva, son maniobras útiles para disminuir el FSP hasta

que se pueda ajustar la circulación pulmonar. El tratamiento des-

congestionante con diuréticos y digoxina puede aliviar las mani-

festaciones de la insuficiencia cardíaca congestiva. En estas cir­

cunstancias no es aconsejable realizar una extubación precoz.

Los cerclajes en la arteria pulmonar permiten limitar el FSP

en los lactantes cuyas malformaciones se consideran incorregibles

por motivos anatómicos o fisiológicos. Estos pacientes suelen

encontrarse en situación de insuficiencia cardíaca congestiva con

una reducción de la perfusión sistémica y un FSP excesivo. El ciru-

jano coloca una banda restrictiva alrededor de la arteria pulmonar

principal para disminuir el FSP. La colocación de una banda es muy

imprecisa y requiere la ayuda del equipo de anestesia para poder

realizarla con éxito. Se han sugerido numerosas estrategias. Noso-

tros administramos al paciente una concentración de oxígeno ins-

pirado al 21% y mantenemos la Paco

2

en 40 mmHg para simular

el estado postoperatorio. Según la malformación, puede ajustarse la

banda de la arteria pulmonar con fines hemodinámicos (presión de

la arteria pulmonar distal del 50% y del 25% de la presión sistémica)

o fisiológicos (Q˙ p:Q˙ s próximo a 1). El cerclaje se aflojará si para

conseguir estos objetivos se produce una hipoxemia inaceptable.

Anestesia para procedimientos

cardíacos intervencionistas

o diagnósticos

Los avances en las técnicas de cateterismo cardíaco intervencio-

nista o diagnóstico están modificando de forma significativa los

abordajes quirúrgicos y no quirúrgicos en los pacientes con car-

diopatías congénitas. En la

tabla 73-14

se resumen las intervencio-

nes más frecuentes en el laboratorio de cateterismo cardíaco. Se

están empleando técnicas intervencionistas no quirúrgicas en lugar

de las cirugías y la CEC para realizar un cierre seguro de las CIA

de tipo

ostium secundum

, las CIV y los CAP. En el laboratorio de

cateterismo se puede dilatar una estenosis valvular aórtica o pul-

monar, las coartaciones de aorta recidivantes y las estenosis de las

ramas de la arteria pulmonar sin necesidad de cirugí

a 300,301 .

Estas

técnicas acortan el ingreso hospitalario y resultan especialmente

beneficiosas para pacientes con coartaciones recidivantes y con

CIV apical o muscular, que tienen un riesgo más alto de interven-

ción quirúrgica. Muchos pacientes con malformaciones cardíacas

complejas no son los candidatos quirúrgicos más idóneos. Las téc-

nicas intervencionistas novedosas mejoran la anatomía vascular,

disminuyen las cargas de presión sobre los ventrículos y el riesgo

quirúrgico en estos pacientes. Por ejemplo, en la tetralogía de Fallot

con arterias pulmonares hipoplásicas, la angioplastia con globo y

las técnicas de endoprótesis vasculares crean una anatomía favora-

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Anestesia pediátrica