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La

figura 9-11

muestra la relación entre cambios en la concentra-

ción de proteína y cambios en la fracción de fármaco libre para

fármacos de uso clínico habitual con diferentes grados de unión a

proteínas. Las líneas de la gráfica corresponden a diferentes fárma-

cos cuya fracción libre en plasma normal oscila entre 1 (línea

horizontal) y aproximadamente 0 (línea diagonal recta).

Para fármacos no unidos (fracción libre=1), no existe rela-

ción entre fracción libre y concentración de proteína, como indica

la línea horizontal plana. Para fármacos cuya fracción libre es habi-

tualmente del 90%, se produce un cambio leve en la concentración

de fármaco libre con los cambios en la concentración de proteína.

Para fármacos que se unen en gran proporción a proteínas, la

concentración de fármaco libre cambia de modo casi inverso al

cambio en la concentración de proteína. Conforme el porcentaje

de unión se aproxima al 100% (fármaco libre

0) la relación entre

cambio en la concentración de proteína y cambio en la fracción

libre se vuelve inversamente proporcional. Recuerde que nunca hay

un cambio mayor que el proporcional en la concentración de

fármaco libre al cambiar la concentración plasmática. Por ejemplo,

lo más que produce un cambio del 10% en la concentración de

proteína es un cambio del 10% en la concentración de fármaco

libre, y sólo en el caso de que el fármaco estuviera unido casi al

100% a proteínas plasmáticas.

La observación in vitro de que el cambio en la concentración

de proteína modifica la concentración de fármaco libre, como

indica la

figura 9-11 ,

no se aplica necesariamente in vivo. Es el

fármaco libre (es decir, no unido a proteínas) el que se equilibra

entre el plasma y los tejidos. Si disminuye la unión a proteínas

plasmáticas, el gradiente de concentración de fármaco libre entre

el plasma y los tejidos periféricos aumenta. Como consecuencia,

cuando la unión a proteínas disminuye, se alcanza un equilibrio

entre la concentración de fármaco libre en plasma y tejidos con

una concentración plasmática total de fármaco inferior. Esta menor

concentración produce la apariencia de que el fármaco se ha dis-

tribuido en un espacio total más amplio. El descenso de la unión a

proteínas produce un aumento del volumen de distribución apa-

rente cuando se relaciona con la concentración total de fármaco,

en lugar de con la concentración de fármaco libre.

El aumento del volumen de distribución en equilibrio, Vd

ee

,

observado con una menor unión a proteínas plasmáticas es básica-

mente una ilusión. Si sólo midiéramos la concentración de fármaco

no unido, no habría apenas cambio en el volumen de distribución

aparente de fármacos lipófilos (como la mayoría de los utilizados

en anestesia) porque es el reparto del fármaco en los tejidos peri-

féricos el que determina principalmente la concentración libre de

los fármacos lipófilos.

Los cambios en la unión a proteínas pueden influir en la

depuración de los fármacos. Si un fármaco tiene un índice de extrac-

ción alto, el hígado extraerá casi todo el fármaco que le llega, con

independencia del grado de unión a proteínas. Sin embargo, si el

fármaco tiene un índice de extracción hepático bajo, un aumento de

la fracción de fármaco libre aumenta el gradiente propulsor con un

incremento asociado de la depuración. La unión a proteínas afecta

también a la potencia aparente de un fármaco cuando se relaciona

con la concentración plasmática total del fármaco. Un aumento de

la fracción libre sube la presión de propulsión al lugar del efecto del

fármaco. Por tanto, un cambio en la fracción libre aumenta la con-

centración en el lugar del efecto. Debido a este cambio aparente de

potencia, un descenso de la unión a proteínas puede disminuir la

dosis necesaria para producir determinado efecto de un fármaco,

incluso en ausencia de otros cambios farmacocinéticos.

Estereoquímica

Los análisis farmacocinéticos habituales describen fármacos ficticios.

Por ejemplo, la farmacocinética y farmacodinámica de tiopental, fen-

tanilo y midazolan describen fármacos que no existen. La razón es

que la mayoría de los anestésicos son quirales (enantiómeros) y se

suministran comomezclas racémicas.El cuerpo es un ambiente quiral

y los fármacos interaccionan de modo esteroespecífico con enzimas,

proteínas y receptores. La farmacocinética y farmacodinámica de los

enantiómeros puede ser diferente. Se han estudiado con más detalle

Principios básicos de farmacología

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Sección II

Farmacología y anestesia

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Figura 9-10

 Relación entre concentración plasmática de proteína como

fracción de la concentración asociada a una unión del 50% y fracción del

fármaco no unida a proteína. Se trata de otro ejemplo de la ecuación de

saturación de la

figura 9-5 .

Figura 9-11

 Relación entre cambios en la concentración de proteína y

cambios en la fracción libre que depende de la fracción libre en plasma normal

con dosis clínicas habituales. Para un fármaco que no está unido (fracción

libre=1) no se produce cambio en la fracción libre tras un cambio en la

concentración de proteína. En el caso de un fármaco muy unido con una

fracción libre cercana a 0, un cambio en la proteína produce un cambio casi

inversamente proporcional en la fracción libre. (

Modificado de Shafer S:

Principles of pharmacokinetics and pharmacodinamics

. En

Longnecker DE,

Tinker JH, Morgan GE [eds.]:

Principles and Practice of Anesthesiology,

2.

a

ed.

St. Louis, Mosby-Year Book, 1997.

)