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cionar grados importantes de rotación de un lado a otro puedan ser

una alternativa a la colocación en decúbito prono, pero estas camas

no han sido estudiadas por ensayos prospectivos.

Inhalación de óxido nítrico

Numerosas células sintetizan óxido nítrico (NO) en el cuerpo

humano, como los macrófagos, los mastocitos y las células muscula-

res lisas. El NO modula el tono vascular y la neurotransmisión,

inhibe la agregación plaquetaria y la citotoxicidad celular e interac-

túa con los radicales libres (v. cap. 21

) 99,100

. Se une a la hemoglobina

y termina siendo metabolizado mediante conversión a nitritos y

nitratos, que son eliminados por la orin

a 101

. Este proceso es muy

rápido y resulta en una semivida del orden de segundos, de modo

que el efecto del NO se limita al área inmediata en el que es liberado.

El aporte selectivo de NO mediante inhalación (iNO) a regiones

pulmonares bien ventiladas mejora la discordancia ventilación-per-

fusión y mejora la oxigenación al dilatar los capilares pulmonares

locales. Este efecto contrasta con el de otros vasodilatadores pulmo-

nares, que generalmente empeoran el intercambio gaseoso al dilatar

vasos de modo indiscriminado. El iNO en particular es inactivado

en el pulmón por la hemoglobina, lo que minimiza la vasodilatación

sistémica perjudicial.

Inicialmente, el iNO fue utilizado como tratamiento de

rescate para mejorar la oxigenación en los pacientes con SDRA

grav

e 102 .

Los estudios posteriores emplearon el iNO en las fases

tempranas del SDRA y fueron capaces de demostrar una disminu-

ción de presión en la arteria pulmonar, una disminución en la

mezcla venosa y un aumento de la oxigenación sin cambios en

la presión arterial sistémica, la resistencia vascular sistémica o el

gasto cardíac

o 103,104 .

La mejoría media de la relación Pao

2

/Fio

2

fue

de un 42

% 105

. Los efectos beneficiosos parece que se mantienen du­

rante el tratamiento prolongado, pero se ha descrito un fenómeno

de rebote tras la interrupción brusca del tratamiento con iN

O 106

.

En 1998 se publicaron tres ensayos controlados aleatorizados

sobre el tratamiento con iNO de pacientes con SDRA. Dos de los

estudios eran pequeños (

<

40 pacientes) y los resultados fueron con-

sistentes con los del ensayo a doble ciego, controlado por placebo,

multicéntrico, demayor tamañ

o 107 .

Inicialmente, en dicho estudio los

pacientes del grupo que recibía iNO presentaron una mejoría aguda

en su oxigenación, pero no se observaron diferencias en la Fio

2

entre

el grupo que recibía iNO y el que recibía placebo de los días 2.° al

7.°. Más importante aún, no se observaron diferencias en la morta-

lidad o en el número de días con vida en los que no se precisó

ventilación mecánica hasta el día 28.°. En los pacientes respondedo-

res al iNO, definidos como aquellos que presentaban un aumento de

la Pao

2

del 20% o superior, no se observaron diferencias en cuanto

a la tasa de mortalidad a los 30 días entre los respondedores que

recibieron iNO y los respondedores que recibieron tratamiento con-

venciona

l 105

. Un metaanálisis reciente que estudió 12 ensayos en los

que participaban 1.237 pacientes también encontró un aumento de

la relación Pao

2

/Fio

2

en el grupo que recibió iNO y de nuevo no se

observó ningún efecto significativo del iNO sobre la tasa de morta-

lidad hospitalaria, la duración de la ventilación, o el número de días

que no fue necesaria la ventilación. Sin embargo, en el grupo de

pacientes que recibía iNO se observó un riesgo superior de sufrir

disfunción renal (riesgo relativo, 1,5; IC 95%; 1,11 a 2,02

) 108

.

A partir de los datos disponibles no puede recomendarse el

uso rutinario de iNO en los pacientes con SDRA. Sin embargo, no

existen datos acerca del uso del iNO como tratamiento de rescate

en los pacientes con oxigenación gravemente reducida. Los estu-

dios futuros, aleatorizados, realizados con pacientes con patolo-

gías específicas (es decir, hipoxia rápidamente progresiva,

hipertensión pulmonar grave o insuficiencia ventricular derecha),

puede que sean capaces de identificar el subgrupo que puede

beneficiarse del iNO.

Traqueostomía

La traqueostomía es una intervención frecuente en la UCI, que se

realiza en alrededor del 10% de los pacientes críticos que requieren

ventilaciónmecánica (v. cap. 40

) 109

. La práctica de una traqueostomía

permite una vía respiratoria más segura y manejable, la instauración

más precoz y segura de alimentación enteral, el cuidado bucal más

sencillo y lamejora de la comodidad del paciente mientras disminuye

la necesidad de sedación. Entre las complicaciones de la traqueosto-

mía se encuentran la infección del estoma, el neumotórax, el enfisema

subcutáneo, la traqueomalacia y la traqueoestenosi

s 110

. Entre los inte-

rrogantes más importantes acerca de la traqueostomía se plantea la

duda de si se debe realizar esta intervención en los pacientes con

insuficiencia respiratoria aguda y cuándo debería practicarse.

Una revisión efectuada en 1998 concluyó que no existían datos

suficientes que apoyasen que la traqueostomía programada alterase la

duración de la ventilación mecánica o evitase la lesión de las vías

respiratorias en los pacientes crítico

s 111

. Desde entonces, investigado-

res individuales han publicado estudios en los que encuentran que la

traqueostomía precoz se asocia conmenores días de ventilaciónmecá-

nic

a 112

, menor duración de la estancia en la UCI y del ingreso hospi-

talari

o 113

y menos lesiones en la vía respiratori

a 112

. Un metaanálisis

intentó responder esta cuestión de manera definitiva. Desafortunada-

mente sólo se encontraron cinco ensayos con 406 pacientes que cum-

pliesen sus criterios de inclusió

n 114 .

Encontraron que el momento de

realizar la traqueostomía no alteraba la tasa de mortalidad ni aumen-

taba el riesgo de sufrir una neumonía hospitalaria. Sin embargo, la

traqueostomía precoz reducía la duración de la ventilación mecánica

y la duración global del ingreso en la UCI. Sus datos se muestran en

la

tabla 81-6

. Los resultados no fueron concluyentes. La heterogenei-

dad fue una característica destacada del metaanálisis debido a la varia-

bilidad de los criterios de inclusión y exclusión, las definiciones de

traqueostomía «precoz» o «tardía», las características de los pacientes

del estudio y los criterios diagnósticos de neumonía hospitalaria.

De los resultados parece deducirse que la traqueostomía

precoz puede presentar beneficios sobre la traqueostomía tardía, pero

la dificultad reside en la identificación de los pacientes que pueden

sufrir un proceso de retirada simple posterior después de fallar el

primer intento. Las traqueostomías deben realizarse en los pacientes

en los que el proceso de retirada va a ser difícil o prolongado. Des-

afortunadamente, no existen pruebas o índices sensibles o específicos

validados que puedan predecir la necesidad de ventilación prolon-

gada, de modo que la elección de los pacientes en los que debe rea-

lizarse una traqueostomía sigue siendo una decisión subjetiva.

Traqueostomía abierta frente a percutánea

Las técnicas percutáneas están imponiéndose como un método de

asegurar la vía respiratoria de pacientes adultos críticos. Entre las ven-

tajas se encuentran la menor incisión cutánea, el menor traumatismo

tisular, la menor incidencia de infección de la herida, el menor riesgo

asociado con el traslado de los pacientes al quirófano y las menores

necesidades de personal. Dos metaanálisis mostraron que esta técnica

Generalidades sobre anestesia y cuidados críticos 

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Sección VII

Cuidados críticos

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Tabla 81-6

 Comparación entre traqueostomía precoz y tardía

Riesgo

relativo

Intervalo de

confianza 95%

Valor de

P

Momento de la traqueostomía 0,79

0,45-1,39

0,42

Desarrollo de neumonía

0,9

0,66-1,21

0,48

Tiempo con ventilador

8,5 días –15,3 a –1,7

días

0,03

Duración de la estancia en la

unidad de cuidados intensivos

15,3 días –24,6 a –6,1

días

0,001