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Por otro lado, se han investigado algunos métodos no farmacoló-

gicos de control de la ansiedad y se ha demostrado que, por ejemplo,

la música reduce la ansiedad en el preoperatorio y, por tanto, puede

tener aplicaciones práctica

s 89 .

Respuesta al estrés en el intraoperatorio

La modulación de la respuesta al estrés en el intraoperatorio utili-

zando anestésicos depende de varios factores, como son el tipo de

anestesia y la cirugía. Como es casi imposible separar los efectos

de los propios anestésicos de la respuesta al estrés generada por la

herida quirúrgica, en los estudios se comparan los efectos de dos

omás regímenes de anestesia en la respuesta global al estrés durante

un procedimiento quirúrgico específico.

Anestésicos inhalatorios

Los anestésicos volátiles suprimen mínimamente la respuesta al

estrés. Existen datos contradictorios acerca de si estos fármacos

volátiles previenen la secreción de catecolaminas inducida por la

cirugía, si bien el enflurano es, entre todos ellos, el que bloquea

mejor las oleadas de catecolaminas en el intraoperatorio. La admi-

nistración de halotano e isoflurano no ha afectado, con o sin

cirugía, a las concentraciones séricas de cortisol aunque el sevoflu-

rano atenuó las respuestas de cortisol y ACTH a la extracción

laparoscópica de un quiste de ovari

o 90 .

Durante la anestesia pro-

longada (

>

10 horas) para cirugía de cabeza y cuello no se aprecia-

ron diferencias en las concentraciones de cortisol plasmático,

ACTH, insulina o glucagón entre la anestesia con isoflurano/óxido

nitroso o sevoflurano/óxido nitroso, si bien las concentraciones de

adrenalina y noradrenalina se atenuaron durante la cirugía con

sevoflurano y aumentaron sólo al terminar la intervención quirúr-

gic

a 91

. Los anestésicos volátiles suelen ser ineficaces para contra-

rrestar las respuestas metabólicas (p. ej., la lipólisis) inducidas por

la estimulación quirúrgica.

Anestésicos por vía intravenosa

Algunos anestésicos por vía intravenosa modifican algunos com-

ponentes endocrinos y metabólicos de la respuesta al estrés. El

tiopental sódico (5,0-5,1mg/kg) no previene el incremento de las

catecolaminas después de la intubación, si bien en muchos estudios

se demuestran concentraciones menores de adrenalina y noradre-

nalina cuando se utiliza propofol (2,0-2,2mg/kg) en lugar de pen-

total para la intubació

n 92

. Este resultado se atribuye a la capacidad

intrínseca de propofol de inhibir la secreción de catecolaminas,

posiblemente al disminuir la liberación de catecolaminas de las

células cromoafines. El propofol (1,5-2,5mg/kg) también dismi-

nuye las concentraciones de cortisol durante la intubación. El eto-

midato no afecta a las respuestas metabólicas, excepto al descenso

de la hiperglucemia debido a que suprime la respuesta adrenocor-

tical al bloquear la síntesis de cortisol y aldosterona.

Comparados con las benzodiazepinas, los agonistas

a

2

-adre-

nérgicos clonidina y dexmedetomidina bloquean satisfactoria-

mente las respuestas hemodinámicas y las catecolaminas ante el

estrés provocado por la intubación y el intraoperatorio. Los ago-

nistas-

a

2

bloquean la respuesta al estrés al reducir la liberación de

noradrenalina de las terminaciones nerviosas centrales y periféri-

ca

s 93 .

Cuando se administraron 4,5

m

g/kg de clonidina oral en el

preoperatorio, las concentraciones plasmáticas de catecolaminas se

redujeron en el intraoperatorio. Con dosis similares se redujeron

no sólo las concentraciones plasmáticas, sino también las del

líquido cefalorraquídeo (LCR), de TNF-

a

y noradrenalin

a 94 .

Estas

dosis también atenuaron las respuestas hiperglucémicas en el

intraoperatorio y postoperatorio a la cirugía menor. Se desconoce

si la administración de clonidina también atenúa la respuesta al

cortiso

l 95

, pero los agonistas-

a

2

como la dexmedetomidina no

suprimen la esteroidogénesi

s 96

.

Opioides

Los opiáceos son capaces de anular la respuesta al estrés. La admi-

nistración de fentanilo (50

m

g/kg) más halotano y óxido nitroso

abolió las elevaciones de cortisol, GH y glucosa que se ven normal-

mente durante la histerectomía. La administración de morfina

(1mg/kg) redujo las elevaciones de GH y cortisol durante la cirugía

abdominal, aunque en otros estudios se ha demostrado que esa

misma dosis no pudo suprimir el incremento de la secreción de

GH durante una cirugía similar. Los opiáceos también disminuyen

la producción de citocinas. Las concentraciones de IL-6 fueron

menores durante la anestesia con propofol/alfentanilo comparada

con la anestesia con isoflurano, parece ser que como consecuencia

de la unión de los opioides a los receptores de los monocitos y del

descenso de las concentraciones intracelulares de AMPc. El AMPc

es necesario para la secreción de IL-6 desde los monocito

s 97

.

La limitación de los efectos reductores del estrés de los opioi-

des es más evidente durante la cirugía cardíaca. Si bien las dosis

altas de fentanilo (50-200

m

g/kg) y morfina (2-4mg/kg) impiden el

aumento de catecolaminas y cortisol a la entrada de la derivación

cardiopulmonar, las concentraciones de ambos aumentan durante

la derivación cardiopulmonar. De igual modo, el sufentanilo en

dosis altas (12

m

g/kg en inducción, 3

m

g/kg antes de la incisión en

la piel y 5

m

g/kg antes de la derivación) limitó el incremento antes

de la derivación de las catecolaminas, cortisol y AVP pero no pudo

atenuar su elevación durante la derivación y en el postoperatorio.

La inversión de los efectos reductores del estrés relacionados con

los opioides por la propia derivación se atribuye al flujo sanguíneo

no pulsátil, a las superficies artificiales del circuito de derivación, a

la liberación de renina y angiotensina, a la hipotermia y a la dilu-

ción de los opioides en el plasm

a 98

.

Tampoco se conoce el mecanismo por el cual los opiáceos

frenan la respuesta al estrés. Una teoría es que la acción está

mediada por receptores opiáceos hipotalámicos e hipofisarios. Esta

teoría ha sido cuestionada, debido a los efectos similares que

ofrecen fentanilo y sufentanilo en la respuesta al estrés a pesar de

una mayor afinidad de sufentanilo para los receptores opiáceos

cerebrales. La administración intravenosa (50

m

g y después 20

m

g

cada 30 minutos) o intratecal en dosis altas (150

m

g) de sufentanilo

atenuó la respuesta de adrenalina y noradrenalina en el intraope-

ratorio de pacientes sometidos a anestesia general por cirugía

abdominal mayor. No obstante, la respuesta de ACTH y cortisol en

el intraoperatorio sólo se atenuó en el grupo intratecal. Por tanto,

es posible que los efectos exclusivos del sufentanilo sólo sean evi-

dentes tras su administración intrateca

l 99 .

Aunque es indudable que la anestesia general previene una

respuesta incluso mayor al estrés al hacer que los pacientes se

vuelvan insensibles ante las molestias y el dolor de la cirugía, no es

capaz de eliminar por completo muchas manifestaciones de la res-

puesta al estrés, esto se atribuye a que la anestesia no puede reducir

o anular las aferencias nerviosas procedentes de la herida. Además,

la anestesia general no altera los efectos de las citocinas como la

IL-6 y el TNF que también se producen en la zona de la herida.

Anestesia neuroaxial

La anestesia neuroaxial es más eficaz que la anestesia general ate-

nuando la respuesta al estrés (v. cap. 41). Este tipo de anestesia

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Cuidados críticos

VII