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Período postoperatorio

La atenuación de la respuesta al estrés que provoca la anestesia en

el intraoperatorio se pierde cuando el paciente sale de la anestesia

como consecuencia del dolor y la consciencia junto a varios pro-

cedimientos que aumentan el estrés (extubación traqueal, escalo-

fríos). Esta respuesta en el postoperatorio se demostró por las

elevaciones extremas de ACTH y cortisol en plasma inmediata-

mente después de la cirugía con anestesia con isoflurano. De

manera similar, después de la anestesia con sevoflurano-óxido

nitroso se obtuvieron concentraciones máximas de cortisol, ACTH

y catecolaminas después de la extubación traqueal, lo que implica

que la salida de la anestesia es más estresante que la propia cirugía.

Este fenómeno puede ser especialmente importante con la aneste-

sia con sevoflurano por su rápida desaparición típica. Junto a esta

elevación tan importante de las catecolaminas se observa una

mayor incidencia de infarto de miocardio que alcanza su máximo

entre 24-48 horas después de la cirugía.

Al igual que sucede con la anestesia inhalatoria, la anestesia

general con fármacos intravenosos no impide la respuesta al estrés

en el postoperatorio. La anestesia con opioides por vía intravenosa

no bloqueó la respuesta al estrés en el período postoperatorio

tardío (

>

3 horas). La abolición de los efectos supresores de la

anestesia en la respuesta al estrés de la salida de la anestesia se

confirmó cuando se estudió la sedación profunda con propofol

durante 12 horas después de la cirugía cardíaca con derivación

extracorpórea. Esta sedación atenuó el aumento del cortisol y las

catecolaminas y se asoció a menos taquicardia e hipertensión que

en el grupo control, si bien las concentraciones hormonales aumen-

taron cuando se retiró el propofol, lo que indicaría que la sedación

profunda sólo retrasó la aparición de la respuesta al estré

s 109

. Por

tanto, el período postoperatorio está marcado por la aparición de

una respuesta al estrés completa a menos que se continúe con un

tratamiento que suprima la respuesta al estrés durante y después

de la salida de la anestesia y la extubación.

Después de la cirugía abdominal baja la administración de

analgesia continua en el postoperatorio a través de un catéter epi-

dural usando anestésicos locales, redujo la respuesta al estrés. Por

ejemplo, la analgesia epidural continua (bloqueo sensorial de T4-S5)

durante 24 horas después de la cirugía colorrectal bloqueó el incre-

mento de catecolaminas pero no el de cortisol. Un régimen similar

administrado durante 24 horas después de la histerectomía dio

lugar a una menor concentración de glucosa y ácidos grasos libres

que la anestesia general. Además, se observó un mejor balance de

nitrógeno en la artroplastia de cadera en los que recibieron anesté-

sicos locales epidurales durante 24 horas (nivel sensorial: T10) que

en los que recibieron sólo anestesia general. Este efecto se produjo

con dosis del anestésico local en el postoperatorio que proporcio-

naban sólo analgesia y no anestesia. De igual modo, la combinación

de anestesia espinal-anestesia epidural durante la artroplastia de

cadera con analgesia epidural en el postoperatorio (ropivacaína/

sufentanilo) consiguió una tasa menor de oxidación de leucina en

el primer día del postoperatorio, mientras que la hiperglucemia sólo

se previno en el intraoperatori

o 110

. La atenuación de la respuesta al

estrés con la analgesia epidural continua en el postoperatorio fue

mejor que en la cirugía abdominal alta, un resultado similar al

encontrado durante la anestesia epidural en el intraoperatorio, a

pesar de lo cual en algunas publicaciones se describe una menor

respuesta al estrés después de la cirugía abdominal alta. Por ejemplo,

después de la cirugía aórtica abdominal la administración epidural

de morfina redujo la respuesta simpática en el postoperatorio pero

no la liberación suprarrenal de adrenalina, por tanto, con una menor

incidencia de hipertensión en el postoperatorio. No obstante, ni la

ropivacaína por vía epidural ni la analgesia epidural con morfina

suprimieron la respuesta catabólica cuando se administró en el

postoperatoriode la cirugía de colon, aunque la ropivacaína aumentó

la tasa de oxidación de los carbohidratos lo que refleja, probable-

mente, el descenso de la resistencia a la insulin

a 111

. La menor resis-

tencia a la insulina junto al descenso de la gluconeogénesis provocó

menos hiperglucemi

a 111

. Por tanto, el control del dolor con opioides

epidurales o con anestésicos locales no puede atenuar muchos de

los cambios metabólicos asociados a este tipo de cirugí

a 112

, si bien

la combinación de analgesia epidural con opioides y anestésicos

locales parece atenuar más eficazmente el catabolism

o 112a .

No está claro si la evolución del paciente mejora cuando se

modifica la respuesta al estrés. Idealmente, uno de los efectos desea-

dos de la anestesia es un estado «sin estrés», un efecto que se

considera cada vez más importante al participar la respuesta al

estrés en un número cada vez mayor de complicaciones postope-

ratorias, especialmente entre los pacientes crónicos y los ancia-

no

s 113 .

No obstante, la anestesia contemporánea sólo puede

modificar parcialmente esta respuesta y sólo en condiciones con-

cretas. La anestesia general tiene una capacidad limitada de atenuar

la respuesta al estrés, mientras que la anestesia regional es más

eficaz. Por tanto, parece razonable que el resultado mejore con la

anestesia regional. En un metaanálisis se demostró el descenso de

la mortalidad con la anestesia regional frente a la anestesia general

en varios procedimientos quirúrgicos. Sin embargo, este análisis ha

sido criticado porque parece que los resultados fueron mejores sólo

en los pacientes traumatológicos. Asimismo, en los estudios de

morbilidad se ha demostrado que, en algunas circunstancias, la

anestesia epidural reduce las complicaciones en el postoperatorio,

como la trombosis venosa profunda.

Se ha intentado modular la respuesta al estrés en el periope-

ratorio, por ejemplo, con métodos no relacionados con la anestesia

(p. ej., usando antagonistas

b

-adrenérgicos para bloquear los recep-

tores de los órganos diana cardiovasculares) y los agonistas

a

2

-adre-

nérgicos para estimular los receptores centrales. Ambos métodos

han tenido cierto éxito. El empleo de los antagonistas

b

-adrenérgicos

en pacientes con cardiopatía isquémica no reduce la respuesta al

estrés neuroendocrina o endocrina en el perioperatorio, pero limita

la respuesta de los órganos diana. Este bloqueo de los órganos diana

también tiene efectos metabólicos. La administración de proprano-

lol a niños con quemaduras graves redujo su gasto energético en

reposo, atenuó el catabolismo muscular, redujo la lipólisis, conservó

la masa magra corporal y redujo las concentraciones de TNF e IL-1

sin aumentar las infeccione

s 114

. La hepatomegalia debido al hígado

graso se evitó al disminuir el aporte de ácidos grasos hacia el híga-

do como consecuencia de dos procedimientos, por la reducción de

la lipólisis y por el descenso de flujo sanguíneo hepátic

o 115 .

La admi-

nistración de propranolol no afectó a la mortalida

d 114

. En los pacien-

tes con sepsis grave el bloqueo selectivo

b

1

-adrenérgico no afectó al

GER o a la cinética de las proteínas musculare

s 116

, lo que significaría

que la atenuación se debe principalmente al bloqueo del receptor-

b

2

.

Pero no se debe continuar el bloqueo

b

en el período anabolizante,

ya que la actividad

b

-adrenérgica podría ser importante durante la

restauración del tejido muscula

r 117

.

Otra forma de modular la respuesta al estrés sin usar la

anestesia consiste en administrar una dosis única de glucocorticoi-

des exógenos en el preoperatorio. La administración de metilpred-

nisolona por vía intravenosa (30mg/kg) 60-90 minutos antes de

comenzar la cirugía mayor abdominal, hepática o esofágica redujo

la respuesta al estrés con un incremento menor de IL-6, CRP, nora-

drenalina y AVP y con una mayor secreción de IL-10. La tasa de

complicaciones no aumentó en un metaanálisis de 51 estudios en

los cuales se administró una dosis única de metilprednisolona (15

o 30mg/kg

) 118

. Se necesitan más estudios para determinar si este

método afecta significativamente al resultado. De igual modo, el

tratamiento con metilprednisolona antes de la cirugía cardíaca

atenuó la secreción de citocinas.

La incapacidad de reducir la respuesta al estrés y alterar

significativamente el resultado con una sola modalidad terapéutica

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Cuidados críticos

VII