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a gran escala en 21 UCI durante un período de 3,5 años. La principal

variable analizada fue la mortalidad a los 60 días tras la aleatorización

de 360 pacientes con fracaso renal agudo a HDFVVC o HDI en

centros expertos en ambas técnicas. Los criterios de elegibilidad cam-

biaron después de 8 meses debido a la reducida tasa de reclutamiento.

Entre ambos grupos no se encontró una diferencia en las tasas de

mortalidad a 28, 60 (HDFVVC 33% y HDI 32%) o 90 días. En este

momento, el estudio, cuya ejecución y metodología fueron apropia-

dos, es el mejor ejemplo de un ensayo aleatorizado, controlado, que

compara eficazmente ambas técnicas. Sin embargo, se inició más de

7 años atrás, período durante el cual las estrategias de ambos trata-

mientos han cambiado considerablemente. Como resaltaron Vinson-

neau y cols., esto podría haber dado lugar a cambios en las prácticas

clínicas de los investigadores durante este período, en particular con

respecto a la dosis suministrada de soporte renal. Sin embargo, esta

posibilidad es difícil de determinar, puesto que los investigadores, por

protocolo, iniciaron el tratamiento con los «ajustes estandarizados

iniciales» y, más tarde, los adaptaron para satisfacer las necesidades

de los pacientes individuales con el objetivo de obtener un control

metabólico. Es interesante destacar que, durante el tiempo de reclu-

tamiento, la mortalidad disminuyó en el grupo HDI del estudio, lo

que reflejó el cambio en la práctica clínica hacia una mayor prescrip-

ción de diálisis. Dada la falta de control con respecto a la dosis en

ambos grupos del estudio, no pueden extraerse conclusiones defini-

tivas. Como se observa en el editorial que hace referencia al estudi

o 31 ,

la pregunta formulada de qué tratamiento es mejor está influida por

la naturaleza del problema. El TRSC podría ser mejor por lo que

respecta a la eliminación de agua total y solutos durante 24 horas y

para pacientes con inestabilidad hemodinámica, pero la HDI puede

eliminar mucha más agua y solutos por horas y no requiere una

anticoagulación continua o la inmovilización completa del paciente.

Otros investigadores han extraído conclusiones similare

s 32,33 .

Durante las dos últimas décadas, los progresos técnicos en la HDI

han reducido espectacularmente su propensión a provocar hipoten-

sión intradialítica. Estos avances incluyen la introducción de equipos

de diálisis de volumen controlado, el uso sistemático de membra­

nas de diálisis sintéticas biocompatibles, el uso de un dializado de bi­

carbonato y dosis más altas de diálisis. Schortgen y cols. demostraron una tasa más baja de inestabilidad hemodinámica y un mejor

resultado tras la implementación de un algoritmo de práctica clínica

destinado a mejorar la tolerancia hemodinámica a la HD

I 34 .

Las

recomendaciones incluyeron la purgación del circuito de diálisis

con suero salino isotónico, el ajuste de una concentración de sodio

del dializado

>

145mmol/l, la interrupción del tratamiento vasodi-

latador y el ajuste de una temperatura del dializado

<

37 °C. Estos

cambios pueden haber convertido la HDI en una forma tan buena

(cuando no mejor) como las modalidades de TRSC.

La asignación aleatoria de pacientes a recibir un tratamiento

o el otro con independencia de su proceso podría producir resul-

tados difíciles de generalizar en la práctica clínica. Alrededor de

10 años atrás suscitaban un debate apasionado similar a las estrategias

de desconexión de la ventilación (ventilación con presión soporte,

comparada con ventilación espontánea con pieza en T, comparada

con presión positiva continua de la vía aérea frente a ventilación

mandatoria intermitente sincronizada). En último término, la

comunidad científica estuvo de acuerdo en la dificultad de selec-

cionar un método sobre otro y que la

forma

en la que se aplica el

modo de desconexión puede producir un mayor efecto sobre la

probabilidad de ésta que el propio

modo

35 .

Hoy día se dispone de técnicas híbridas. Éstas incluyen la

diálisis diaria extendida lenta de baja eficiencia (DDLBE

) 36 ,

el TRS

intermitente diario prolongado (TRSIDP

) 37

, la diálisis diaria exten-

dida (DDE

) 38 ,

o simplemente la diálisis extendid

a 39 ,

lo que depende

de las variaciones de su programación y el tipo de eliminación de

solutos (convectivo o difusivo). Estos tratamientos se desarrollaron

para ofrecer los mejores aspectos tanto del TRSC como de la HDI,

incluida una eliminación eficiente de solutos con un desequilibrio

mínimo de solutos, tasa reducida de UF con estabilidad hemodiná-

mica, cociente optimizado administración/prescripción, bajas nece-

sidades de anticoagulantes, disminución del coste del tratamiento

provisto, eficiencia en el uso de recursos y mejora de la movilidad del

paciente. Las descripciones iniciales de casos clínicos han revelado

que estas estrategias híbridas son viables y que se caracterizan por

aclaramientos elevados. En un ensayo a corto plazo efectuado en un

solo centro se compararon estos tratamientos híbridos con TRSC y

se demostró que la dosis administrada y la estabilidad hemodinámica

fueron aceptable

s 39 .

Recientemente, Baldwin y cols. asignaron aleato-

riamente a 16 pacientes a 3 días consecutivos de tratamiento con

HVVC (8 pacientes) o diálisis diaria extendida con filtración (DDEf)

(8 pacientes) y compararon el control de solutos de bajo peso mole-

cular, electrólitos y acidobásic

o 40 .

Los autores no encontraron dife-

rencias significativas entre estas dos técnicas en las concentraciones

de urea o creatinina durante 3 días. Todas las alteraciones electrolí-

ticas observadas antes del tratamiento se corrigieron con cualquiera

de ambas técnicas, excepto para un paciente del grupo HVVC que

desarrolló hipofosfatemia (0,54mmol/l) a las 72 horas. Después de

3 días de tratamiento, en el grupo DDEf, comparado con el grupo

HVVC, se identificó acidosis metabólica persistente pero leve.

En la actualidad es posible generar un líquido de reposición

ultrapuro y administrarlo en la UCI con un menor coste que el

TRSC, en mayores cantidades y durante períodos más breves de

tiempo. Hoy día, las elecciones son casi ilimitadas; pueden seleccio-

narse 3 o 4h de HDI con ajustes de referencia o TRSC a una tasa de

flujo de salida de 35ml/kg/h. Puede considerarse como alternativa

la DDLBE con tasas de flujo sanguíneo y dializado de 150ml/min

durante 8 horas al día o DDLBE durante 12 horas por la noch

e 41-47

.

Papel de los tratamientos renales

sustitutivos en diferentes

procesos clínicos

Sepsis y síndrome de disfunción

multiorgánica

Los tratamientos extracorpóreos de purificación de la sangre

(TEPS) se han propuesto como modalidades terapéuticas adyuvan-

tes para la sepsis y el síndrome de disfunción multiorgánica

(SDMO)

(v. caps. 81 y 82 )

. El TRS ha sido el tipo más utilizado de

tratamiento. Se dispone de algunos datos tanto en animales como

en pacientes que demuestran que confiere beneficios en este con-

texto clínico. En los modelos animales de sepsis grav

e 47-49

se demos-

tró un efecto beneficioso de la hemofiltración de volumen elevado

(HFVE) sobre la hemodinamia, proporcional a la intensidad de UF

utilizado. El beneficio identificado en los experimentos en animales

ha dado lugar a la utilización de la HFVE como «modelo ideal de

tratamiento iniciado en presencia de endotoxemia o en caso de

sospecha o incluso antes» en los pacientes. Diferentes autores han

elaborado protocolos de HFVE: en la mayoría de los casos se han

sugerido sesiones de UF de 4-10 l/h de tan sólo 4-8 horas de dura-

ción y seguidas de HVVC tradicional.

Acaban de aparecer las primeras publicaciones del uso deHFVE

para el tratamientodel shock séptico y el SDMO: Lonneman

n 50

demos-

tró que el uso de esta técnica se tradujo en una mejoría de la función

de los macrófagos, ya que recuperaron su capacidad de producir

factor alfa de necrosis tumoral (TNF-

a

) como respuesta a la expo-

sición a endotoxinas. Oudemans-van Straaten y cols

. 51

efectuaron

un análisis prospectivo de cohorte en 306 pacientes que recibieron

Tratamiento renal sustitutivo

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Sección VII

Cuidados críticos

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