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Farmacología pulmonar

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Sección II

Farmacología y anestesia

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Iwasaki y cols.

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demostraron que la relajación del músculo liso

de la vía respiratoria y de los CDV provocada por sevoflurano

depende del tipo de modelo de vía respiratoria hiperreactiva. El

sevoflurano tenía menos efectos en un modelo de tabaquismo

crónico (aumento de los conductos alveolares y menos hipe-

rreactividad muscarínica) que en el modelo de sensibilización

aguda a ovoalbúmina (asmático agudo por antígeno). Los

cambios morfológicos en las vías respiratorias periféricas pueden

ser responsables de una parte del descenso de la eficacia bron-

codilatadora de los anestésicos volátiles en fumadores, aunque el

sevoflurano y el isoflurano disminuyen la resistencia del sistema

respiratorio en pacientes con EPOC

57 .

A diferencia del modelo

asmático agudo caracterizado por inflamación eosinófila y

cambios en la pared de la vía respiratoria, la inflamación en el

asma crónica implica muchos otros tipos celulares como masto-

citos, macrófagos, células epiteliales y células musculares lisas.

Además la inflamación crónica se asocia a remodelación del

epitelio bronquial para producir hipertrofia del músculo liso,

hiperplasia glandular y neovascularización. En un modelo

murino de asma crónica, la administración de sevoflurano actuó

a nivel de la vía respiratoria y periferia pulmonar para reducir la

presión resistiva y viscoelástica, así como la resistencia estática

pulmonar en comparación con los animales anestesiados con

pentobarbita

l 58

.

Aunque el halotano puede ser un broncodilatador más

potente que otros anestésicos inhalatorios, la irritación respira-

toria intensa de las vías respiratorias altas (aunque se tolera

mejor que con isoflurano y desflurano) puede superar el benefi-

cio de una acción broncodilatadora directa. Por tanto, hay ligeras

diferencias en los efectos broncodilatadores entre anestésicos

inhalatorios, pero tiene más importancia clínica evitar o reducir

la irritación de la vía respiratoria y mantener la profundidad

adecuada de la anestesia.

Los avances en la tecnología de fabricación y en los sistemas

de recuperación han hecho viable económicamente el uso de

xenón

59

(v. cap. 11). El uso clínico de xenón es limitado en Estados

Unidos. El xenón puede tener importantes ventajas neuroprotec-

toras y cardiovasculares frente a los anestésico volátile

s 60 .

Los

efectos del xenón en la resistencia de la vía respiratoria difieren

bastante de los de los anestésicos volátiles porque este gas anesté-

sico tiene más densidad y viscosidad que el air

e 61-63 .

En cerdos

anestesiados con pentobarbital, la resistencia basal de la vía respi-

ratoria era significativamente mayor durante la anestesia con oxí-

geno-xenón 70% que con oxígeno-óxido nitroso 70%, aunque la

presión máxima y media en la vía respiratoria no cambiaron. Por

el contrario, la presión y la resistencia en la vía respiratoria aumen-

taron moderadamente durante anestesia con xenón y broncocons-

tricción provocada por metacolin

a 62 .

Además, la resistencia

pulmonar durante la inhalación de xenón 50% era similar a la

observada durante la inhalación de óxido nitroso 50% o nitrógeno

70% en perros tratados con metacolin

a 64 .

Un estudio aleatorizado

con ocultación doble comparativo entre xenón y óxido nitroso

reveló que ambos aumentan de modo similar la resistencia pulmo-

nar espiratoria, aunque menos pacientes del grupo de xenón tuvie-

ron descensos de la saturación de oxígen

o 65 .

La administración de

xenón 33% a pacientes con ventilación mecánica prolongada puede

elevar bastante, aunque de modo transitorio, la presión máxima en

la vía respiratori

a 61 .

Este aumento de la presión en la vía respiratoria

puede disminuir al reducir la velocidad del flujo inspiratorio. La

mayor densidad y viscosidad del xenón aumenta el número de

Reynolds y probablemente hace que la zona de transición de tur-

bulento a laminar en el flujo de gas se desplace más distal a las vías

respiratorias pequeñas. Teóricamente, esta acción puede empeorar

el broncoespasmo en pacientes con enfermedad de la vía respira-

toria pequeña o con descenso de la presión arterial de oxígeno.

Otros estudios han revelado que la presión arterial de oxígeno y

dióxido de carbono no cambia durante la administración de

mezclas de xenón y óxido nitros

o 66 ,

aunque se recomienda precau-

ción al usar xenón en pacientes con broncoespasmo o enfermedad

pulmonar obstructiva.

Función mucociliar y surfactante

Función mucociliar normal

Las partículas de material extraño, microorganismos y células

muertas son expulsadas por la eliminación ascendente de moco

desde el árbol traqueobronquial como mecanismo principal de

defensa pulmonar. El epitelio respiratorio ciliado se extiende por

todo el sistema respiratorio hasta los bronquiolos terminales y

disminuye de densidad desde la tráquea a los alveolos. Los movi-

mientos de los cilios están bien coordinados en dirección proximal

a distal para desplazar la materia hacia la tráquea de forma efi-

ciente. Esta onda de movimiento resultante se denomina

metacro-

nismo

. La inclinación de los cilios individuales se produce por

deslizamiento ATP-dependiente de dos fibras paralelas en el inte-

rior del filamento ciliar.

El moco es una mezcla de agua, electrolitos y macromolécu-

las (p. ej., lípidos, mucinas, enzimas) segregados por células en copa

y glándulas mucosas. Las capas más gruesas de moco ralentizan la

retirada de partículas superficiales de la vía respiratoria, mientras

que el moco de baja viscosidad favorece un transporte ciliar más

rápido. La cantidad y las propiedades físicas del moco pueden

favorecer también la coordinación de los impulsos ciliares

67 .

La

función mucociliar puede evaluarse con videomicroscopia de alta

velocidad para examinar la frecuencia de impulso ciliar. Las técni-

cas in vivo en animales de experimentación han empleado un

modelo de ventana traqueal. Se ha medido la velocidad de movi-

miento del moco con marcadores radiactivos o fibrobroncoscopia

en el ser humano.

El deterioro de la función mucociliar en las vías respirato-

rias altas se correlaciona con una concentración baja de NO nasal,

pero queda por definir la importancia clínica de este hallazgo

68 .

El

mantenimiento de la perfusión bronquial tiene una importancia

crítica para conservar la función mucociliar norma

l 69

. Aunque no

se ha demostrado un control nervioso de la coordinación ciliar en

vertebrados, la eliminación mucociliar está muy relacionada con

la actividad del sistema nervioso autónomo, y con más probabili-

dad con cambios en las características físicas de las secreciones

respiratoria

s 67

.

La hipoxemia y las atelectasias postoperatorias son causas

frecuentes de morbilidad perioperatoria. Numerosos factores

pueden afectar la función mucociliar en el paciente con ventila-

ción mecánica y pueden contribuir a estas complicaciones.

Sabemos que los gases inspirados poco humidificados reducen el

movimiento ciliar y desecan el moco. Las velocidades de flujo del

moco se mantuvieron en el rango normal durante una exposición

de 40 minutos a una temperatura de aire inspirado superior a

32 °C en perro

s 97 .

No obstante, 3 horas de inhalación de aire seco

produjeron una anulación completa del flujo de moco traqueal

que se corrigió mediante el uso consiguiente de gases inspirados

con una humedad relativa del 100% a 38 °C. Varios factores rela-

cionados con la anestesia reducen también la velocidad de movi-

miento del moco,como la concentración alta de oxígeno inspirado,

la medicación complementaria (cortisona, atropina, betablo-

queantes), el tubo endotraqueal con manguito y la ventilación con

presión positiv

a 70

.