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El sistema nervioso autónomo

51

2

Sección I

Fisiología y anestesia

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito

sedación a pacientes con ventilación mecánica durante la retirada

gradual del ventilador (v. cap. 82

) 165 .

Además de su uso en el entorno quirúrgico, los

a

2

-ago­

nistas proporcionan una analgesia eficaz contra el dolor agudo y

crónico, en especial como complementos de anestésicos y opioides.

La adición de clonidina aumenta la duración de la analgesia y

reduce la dosis de medicamentos locales y narcótico

s 155,166-180 .

La

clonidina epidural está indicada en el tratamiento del dolor intra-

table, lo que constituye el fundamento de su aprobación en Estados

Unidos, aunque en condiciones de «fármaco huérfano

» 181 .

Los

pacientes con dolor no tratable que no responden a dosis máximas

de opioides epidurales obtienen beneficio de la administración oral,

en parches, intramuscular o neuroaxial de clonidin

a 182-185 .

Tal es el

caso de los pacientes con distrofia simpática reflej

a 186

y dolor neu-

ropátic

o 187 .

El efecto analgésico intrínseco de los agonistas

a

2

se ha

constatado con dosis elevadas de clonidina sola por vía intratecal

(de hasta 450

m

g) o epidural (1-2

m

g/kg/h) para controlar el dolor

intra y postoperatorio. La clonidina reduce el consumo de oxígeno

postoperatorio y la respuesta al estrés adrenérgic

o 188,189 .

Aunque

pueden registrarse efectos adversos dependientes de la dosis, como

hipotensión y sedación, y efectos adversos idiosincrásicos, como

bradicardia, la clonidina no induce una depresión respiratoria pro-

funda y sólo potencia levemente la depresión respiratoria inducida

por opiáceo

s 190,191

. El impacto relativamente menor de la sedación

inducida por

a

2

sobre la función respiratoria, combinada con la

breve duración de la acción de la dexmetomidina, ha generado

varios informes sobre el uso de dexmetomidina en intubación

fibroscópica con el paciente despiert

o 192,193 .

Los autores destacan la

capacidad de mantener la ventilación espontánea en el contexto de

una sedación idónea como la razón para optar por los

a

2

-agonistas

en la sedación de pacientes con vías respiratorias de difícil acceso

o de riesgo. Las infusiones de dexmetomidina se han empleado en

el tratamiento perioperatorio de pacientes obesos con apnea del

sueño obstructiva, con el fin de reducir los requerimientos de nar-

cóticos aportando una analgesia adecuad

a 194 .

Además de cómo adyuvante anestésico y antihipertensivo, la

clonidina se ha empleado para tratar trastornos de pánic

o 195

; sínto-

mas de abstinencia de opiáceos, benzodiazepinas y etano

l 196

, an­

siedad tras el abandono del consumo de tabac

o 197

, emesis en

quimioterapia del cáncer y diarrea diabética. El fármaco puede

aumentar las concentraciones de glucosa en sangre al inhibir la

producción de insulin

a 198

. A diferencia de los opioides espinales,

la clonidina no induce retención de orina y puede disminuir el tiempo

hasta que se registra la primera micción tras anestesia espina

l 199,200

.

Considerando que su uso clínico se ha generalizado sólo en época

reciente, la experiencia clínica con la dexmetomidina es mucho

menor que la acumulada con la clonidina. No obstante, las infusiones

del agonista

a

2

de acción rápida por vía intravenosa se han utilizado

en la sedación durante la retirada de la intubación en la unidad de

cuidados intensivo

s 201

, en neurocirugía (para facilitar el abordaje

de los despertares intraoperatorios y mejorar la calidad de la señal en

la neuromonitorización

) 202

(v. caps. 36 y 53) y como parte del trata-

miento del dolor postoperatori

o 203

. Una característica de la dexme-

tomidina que la convierte en una buena opción en este contexto es

la sedación «recuperable» que genera. Específicamente, los pacientes

despiertan de estados de sedación aparentemente profunda estando

alerta a las indicaciones verbales o a los estímulos táctiles suaves.

Agonistas de los receptores

b

Agonistas de los receptores

b

no selectivos

D

obutamina

.

 Aunque en dosis clínicas puede actuar sobre

los receptores o

b

2

y

a

1

, la dobutamina, un análogo sintético de la

dopamina, tiene efectos predominantemente

b

1

-adrenérgicos. En

la comparación con el isoproterenol, se ha comunicado que afecta

al inotropismo más que al cronotropismo, aunque aumenta la velo-

cidad de conducción a través del tejido nodal en la misma medida.

Ejerce un efecto de tipo

b

2

menor que el de isoproterenol y un

efecto de tipo

a

1

, menor que el de la noradrenalina. A diferencia

de la dopamina, no produce directamente noradrenalina endógena

ni actúa sobre los receptores dopaminérgicos.

La dobutamina es particularmente útil en la ICC y el IM

complicado por un estado de bajo gasto cardíaco, aunque en casos

de hipotensión grave puede no ser eficaz, al carecer del suficiente

efecto presor

a

1

. Su uso es relativamente seguro en pacientes con

isquemia miocárdica, sin aumentar el tamaño del infarto ni causar

arritmias. Las dosis inferiores a 20

m

g/kg/min no producen taqui-

cardia, aunque, en casos especialmente graves de ICC, la taquicardia

significativa es el principal efecto adverso. Dado que la dobutami­

na estimula directamente los receptores

b

1

, no depende de las

reservas de noradrenalina y puede resultar eficaz en casos de deple-

ción de catecolaminas, como la ICC crónica. En casos graves de

esta patología la regulación a la baja de los receptores

b

-adrenér-

gicos puede reducir su eficacia.

Los efectos

b

2

-vasodilatadores de la dobutamina se ven caso

exactamente compensados por los efectos

a

1

-constrictores, lo que

puede demostrarse experimentalmente administrando un

b

-blo-

queante no selectivo. Es probable que su escasa capacidad para

dilatar la vasculatura periférica se relacione en mayor medida con su

capacidad de aliviar el elevado estado adrenérgico de la ICC descom-

pensada que con la vasodilatación específica mediada por

b

2 204 .

Es

posible que las situaciones clínicas que requieran una reducción de

la poscarga se traten mejor con agentes como el nitroprusiato.

El tratamiento prolongado con dobutamina induce regula-

ción a la baja de los

b

-receptores. La tolerancia a sus efectos hemo-

dinámicas es significativa transcurridos 3 días y puede compensarse

aumentando la velocidad de infusió

n 205 .

Las infusiones intermiten-

tes de dobutamina se han utilizado en el tratamiento a largo plazo

de la insuficiencia cardíaca y han mejorado la tolerancia al ejerci-

ci

o 206 ,

aunque no la supervivenci

a 207 .

I

soproterenol

.

 El isoproterenol proporciona una relativa

estimulación

b

-adrenérgica no selectiva pura, sin efectos significa-

tivos en los receptores

a

. Su estimulación

b

1

-adrenérgica es sustan-

cialmente superior a la

b

2

, si bien la actividad

b

2

-adrenérgica que

induce es mayor que la generada por dobutamina. Con el desarro-

llo de otros inotropos, su uso ha disminuido, debido a la taquicardia

y las arritmias que produce como efectos adversos. El isoprote­

renol se ha venido utilizando históricamente para tratar la bradi-

cardia y el bloqueo cardíaco resistente a atropina, aunque ya no está

incluido en el protocolo de soporte vital cardíaco avanzado de la

American Heart Association (v. cap. 87). Actualmente se usa sobre

todo como agente cronotrópico en pacientes sometidos a tras-

plante cardíaco. Estos pacientes no pueden generar una respuesta

simpática endógena a los estímulos, debido a que las fibras simpá-

ticas están divididas cuando se retira el corazón nativo. La dispo-

nibilidad de mejores opciones farmacológicas para la mayoría de

las indicaciones clínicas ha dado lugar a la retirada del isoprotere-

nol de los formularios de numerosos hospitales. Las tasas de infu-

sión comienzan con entre 0,5 y 5

m

g/min para adultos. Dado que

no es captado por las terminaciones nerviosas adrenérgicas, la

duración de su acción es ligeramente superior a la de las catecola-

minas naturales.

Agonistas de los receptores

b

2

selectivos

En el pasado, el isoproterenol se usó para tratar el broncoespasmo

por sus propiedades de estimulación

b

2

-adrenérgicas, pero sus

efectos adversos

b

1

-mediados, molestos y peligrosos, han limitado

su empleo. El desarrollo de agentes

b

2

-selectivos ha convertido a

los

b

-estimulantes en uno de los pilares del tratamiento del