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56

Fisiología y anestesia

I

niveles plasmáticos y las semividas de los

b

-antagonistas liposolu-

bles. Los barbitúricos, la fenitoína, la rifampicina y el consumo de

tabaco pueden intensificar el metabolismo, induciendo enzimas

hepáticas. El propranolol reduce en ocasiones el aclaramiento hepá-

tico de la lidocaína, aumentando el riesgo de toxicidad.

La sobredosis de fármacos

b

-bloqueantes se trata con atro-

pina, si bien en ocasiones se requieren infusiones de isoproterenol,

dobutamina o glucagón (o alguna de sus combinaciones), junto con

la regulación del ritmo cardíaco con marcapasos, con el fin de

asegurar una velocidad de contracción adecuada.

Fármacos específicos

Los fármacos propranolol, metoprolol, labetalol y esmolol son par-

ticularmente útiles en la práctica anestésica, dado que se dispone de

varias formulaciones intravenosas que inducen efectos bien tipifica-

dos. Cuando el paciente está siendo tratado con propranolol, meto-

prolololabetalolalargoplazo,silasituaciónsemantienerelativamente

estable, el fármaco debe continuar administrándose por vía intrave-

nosa. Al decidir qué

b

-bloqueante debe sustituirse en un paciente

tratado a largo plazo con este tipo de fármacos, la cardioselectividad

es un criterio prioritario. Dicha cardioselectividad es aportada por el

metoprolol o el esmolol. Si el agente administrado a largo plazo tiene

ASI, el oxprenolol y el acebutolol se presentan en preparaciones

intravenosas, aunque no se dispone de ellas con facilidad. En muchas

situaciones, el esmolol es sustituido y ajustado en función del efecto,

a la espera de que su acción negativa se atenúe relativamente rápido

en caso de que el fármaco no sea bien tolerado.

P

ropranolol

.

 El propranolol, prototipo dentro de los

inductores de

b

-bloqueo, es un

b

-bloqueante no selectivo conAEM,

pero sin ASI. Penetra con facilidad en el SNC. Dada su elevada

liposolubilidad, se metaboliza de forma extensiva en el hígado,

aunque el metabolismo varía de forma notable de paciente a

paciente. Su dosis eficaz es muy variable: pueden administrarse

dosis orales diarias de entre 10 y 320mg.El aclaramiento del fármaco

puede verse afectado en caso de enfermedad del hígado o de alte-

ración del flujo sanguíneo hepático. El deterioro de la función renal

no requiere ajuste de la dosis. Pese a presentar una semivida de

4 horas, su efecto antihipertensivo persiste el tiempo suficiente como

para permitir una pauta de una o dos administraciones diarias. El

propranolol se encuentra disponible en formulación intravenosa;

aunque inicialmente se administraba en bolo o infusión, esta última

modalidad ha sido sustituida por el uso de esmolol. Para la admi-

nistración en bolo, pueden utilizarse dosis de 0,1mg/kg, aunque la

mayoría de los médicos suelen iniciar el tratamiento con dosis muy

inferiores, del orden de 0,25 o 0,5mg, ajustando a continuación en

función del efecto. El propranolol desvía la curva de disociación de

la oxihemoglobina a la derecha, hecho que tal vez es responsable

de su eficacia en el tratamiento de los trastornos vasoespástico

s 259

.

M

etoprolol

.

 El metoprolol ha sido aprobado para el tra-

tamiento de la angina de pecho y el IM agudo. Es cardiosolectivo

y carece de ASI y de AEM. Dado que es metabolizado en el hígado

por el sistema monoaminooxigenasa, las dosis no necesitan ajuste

en caso de insuficiencia hepática. La dosis oral habitual es de

100-200mg/día, una o dos veces al día para la hipertensión y dos

veces al día para la angina de pecho. Puede administrarse por vía

intravenosa en dosis de 2,5 a 5mg, a intervalos de entre 2 y

5 minutos, hasta alcanzar los 15mg, con subsiguiente ajuste en

virtud de la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

L

abetalol

.

 El labetalol representa a una clase de fármacos

que actúan como antagonistas competitivos sobre los receptores

adrenérgicos

a

1

y

b

. Está formado por cuatro isómeros que blo-

quean a los receptores

a

1

,

b

1

y

b

2

; inhibe la captación neuronal de

noradrenalina (captación 1), actúa como agonista parcial de los

receptores

b

2

y, posiblemente, tiene cierta capacidad dilatadora

directa. Su potencia para el

b

-bloqueo es entre 5 y 10 veces superior

a la que presenta para el

a

-bloqueo. La dosis oral habitual de labe-

talol es de 200-400mg, dos veces al día, aunque se han empleado

dosis muy superiores. Es metabolizado por el hígado, y el aclara-

miento se ve afectado por la perfusión hepática. La dosis no

requiere ajustarse en caso de disfunción renal. El labetalol puede

administrarse por vía intravenosa cada 5 minutos en dosis de

5-10mg, o en infusión de hasta 2mg/min. Atenúa de forma consi-

derable las respuestas cardiovasculares a la intubación endotra-

quea

l 260 .

Puede resultar eficaz en el tratamiento de la disección

aórtic

a 252 ,

las urgencias por hipertensió

n 261,262

, y en los pacientes

que han sido sometidos a cirugía cardíac

a 263

, en particular porque la

vasodilatación no va acompañada de taquicardia. Puede emplearse

durante el embarazo para el tratamiento a largo plazo de la hiper-

tensión, y en situaciones de mayor urgenci

a 264

. El flujo sanguíneo

uterino no se ve afectado por el fármaco, aunque exista una reduc-

ción significativa de la presión arterial (v. cap. 59

) 265

.

C

arvedilol

. El carvedilol, antagonista combinado

a

y

b

,

se introdujo como tratamiento de la hipertensión leve o modera-

d

a 266-274

, de la angina, estable o inestable, y del post-IM agud

o 275-279 .

Ensayos clínicos sobre el uso de carvedilol en el tratamiento de la

ICC controlada (clases II a IV de la New York Heart Association)

han puesto de manifiesto una significativa reducción de la morta-

lida

d 237,238,280,281

, en especial en pacientes diabético

s 282 .

E

smolol

. Por su hidrólisis de las esterasas, el esmolol pre-

senta una semivida singularmente corta, de 9 o 10 minutos, lo que

lo hace especialmente útil en la práctica anestésica. Se administra

cuando se requiere un

b

-bloqueo de corta duración o en pacientes

en estado crítico que, por bradicardia, insuficiencia cardíaca o hipo-

tensión, necesiten que se interrumpa de inmediato el tratamiento

b

-bloqueante. El efecto máximo de la dosis de carga se observa entre

5 y 10 minutos después de la administración, registrándose después

una rápida disminución (en 20 o 30 minutos). Se trata de un fármaco

cardioselectivo y puede administrarse en bolo de 0,5mg/kg para

atenuar las respuestas cardiovasculares a la intubación endotraqueal.

Si se utiliza en infusión para el tratamiento de la taquicardia supra-

ventricular, deben administrarse 500

m

g/kg durante 1 minuto, segui-

dos de 50

m

g/kg/min durante 4 minutos. Si no se consigue controlar

la frecuencia cardíaca, se administra una segunda dosis de carga

seguida de una infusión de 100

m

g/kg/min durante 4 minutos, repi-

tiendo la secuencia con incrementos en la infusión de 50

m

g/kg/min,

hasta llegar a 200 o 300

m

g/kg/min cuando es necesario. El efecto

puede persistir durante 20 o 30 minutos desde la interrupción de la

infusión. Comparado con el verapamilo, el esmolol tiene una mayor

probabilidad de convertir la fibrilación auricular en ritmo sinusa

l 248

.

El esmolol es seguro y eficaz en el tratamiento de la hipertensión y

la taquicardia intra y postoperatoria

s 283-285

. Si se precisa un uso con-

tinuado, puede resultar oportuna la sustitución por un fármaco

cardioselectivo de acción más prolongada, como metoprolol por vía

intravenosa. Éste se ha empleado de forma segura incluso en pacien-

tes con función ventricular izquierda comprometid

a 286,287 .

Fármacos que inhiben la síntesis, el almacenamiento

o la liberación de noradrenalina

Algunos de los primeros fármacos antihipertensivos actuaban

reemplazando a la noradrenalina en la terminación nerviosa con

un falso efecto transmisor mucho menor. La metildopa es un

fármaco de este tipo y en su momento fue el antihipertensivo no

diurético más utilizado, antes del desarrollo de los

b

-bloqueante

s 213 .

Al igual que la DOPA, la metildopa entra en la vía biosintética de

la noradrenalina (v.

fig. 2-7 )

. A continuación es decarboxilada a

a

-metilnoradrenalina. Inicialmente se consideraba que este com-

puesto actuaba como falso transmisor, pero más tarde se observó

que era casi tan potente como la noradrenalina. En el SNC, la

metildopa puede continuar siendo metabolizada a

a

-metiladrena-

lina y actúa sobre los receptores

a

2

para disminuir el flujo de salida