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Fisiología y anestesia

I

Los receptores purinérgicos se diferencian en P

1

y P

2

. Los P

1

se unen a la adenosina, mientras que los P

2

lo hacen al ATP. Se han

identificado cuatro subtipos de receptores P

1

(A

1

, A

2A

, A

2B

y A

3

).

Todos los receptores P

1

se acoplan a proteínas G de membrana.

Existen dos subclases de receptores P

2

(P2X y P2Y). Los P2X se unen

al ATP y abren los canales iónicos regulados por ligandos. Por el

contrario, los receptores P2Y se unen a proteínas G y a sus sistemas

segundos mensajeros asociados. Se han identificado hasta siete sub-

tipos P2X (P2X

1-7

) y ocho subtipos P2Y (P2Y

1,2,4,6,11,12,13,14

). Algunos

receptores P2Y son preferentemente activados por adenosindifos-

fato en vez de por ATP, y otros son activados por nucleósidos piri-

midínicos (uridintrifosfato), así como por agonistas purinérgicos.

El ATP liberado por las terminaciones nerviosas en un con-

texto de hipertensión genera significativas disminuciones de la presión

arterial. El ATP unido a MgCl

2

es un potente vasodilatador pulmonar

utilizado para tratar a pacientes con hipertensión pulmonar secunda-

ria a cardiopatía congénita. Además, se emplea en el tratamiento de

la lesión renal postisquémica. La cotransmisión purinérgica también

se produce en el tracto gastrointestinal, donde la estimulación de

receptores de ATP (y de NO) inhibe el peristaltismo.

Los neuromoduladores modifican el proceso de neurotrans-

misión. Pueden ser neurohormonas circulantes, agentes locales o

sustancias neurotransmisoras liberadas por los mismos nervios

o por otros próximos. La neuromodulación se produce presinápti-

camente, disminuyendo o aumentando la cantidad de neuro­

transmisor liberada durante la transmisión, o postsinápticamente,

alterando el alcance o la duración del efecto del neurotransmisor.

En todos los ejemplos conocidos en los que se produce neuromo-

dulación pre o postsináptica, estas sustancias actúan de forma con-

certada para atenuar o incrementar la transmisión efectiva. El

fundamento de sus efectos puede reflejar la geometría variable de

la unión neuroefectora autonómic

a 76,77

. A diferencia de la unión

neuromuscular, la unión neuroefectora autonómica presenta un

estado dinámico y exhibe sólo una escasa especialización postsi-

náptica. Las aminas biogénicas con frecuencia deben atravesar

importantes distancias. Dada la breve semivida de estas sustancias,

la neuromodulación aporta un mecanismo biológico destinado a

intensificar y prolongar su acció

n 78

.

El NPY también está colocalizado con la noradrenalina y el

ATP. Sin embargo, en ciertos vasos, el NPY ejerce una acción escasa

o nula. Actúa en cambio como neuromodulador presináptico para

inhibir la liberación de noradrenalina por parte del nervio o post-

sinápticamente para potenciar su acción (v.

fig. 2-14 A ) 79,80

. En otros

vasos, sobre todo en los de bazo, músculo esquelético y vasculatura

cerebral y coronaria, el NPY ejerce un efecto vasoconstrictor

directo. En el corazón y el cerebro, neuronas intrínsecas locales

(no simpáticas) utilizan el NPY como transmisor principal

(v.

fig. 2-14 B

). En el bazo, el NPY parece actuar como contransmi-

sor genuino de la noradrenalina en los nervios simpáticos perivas-

culares (v.

fig. 2-14

C

) 81

. La frecuencia de la estimulación determina

qué vasos se movilizan para liberar sus transmisores.

Un transmisor clásico como la acetilcolina coexiste con el

VIP en los nervios parasimpáticos de diversos órganos, aunque, en

este caso, los dos transmisores se almacenan en vesículas separadas.

En función de su localización, pueden ser liberados diferencial-

mente con distintas frecuencias de estimulació

n 82,83

. Por ejemplo,

en las glándulas salivales, actúan independientemente sobre las

células acinares y los vasos sanguíneos glandulares (v.

fig. 2-15 ) 73 .

La cooperación se consigue por liberación selectiva de acetilcolina

a bajas frecuencias y de VIP a frecuencias elevadas de estimulación.

También se han descrito elementos de modulación pre y postsináp-

tica. Cada vez es mayor la evidencia de que, en muchos estados

biológicos, incluidos gestació

n 84 ,

hipertensión y envejecimiento, las

relaciones entre cotransmisores pueden ser un factor determinante

de la respuesta compensatoria para permitir un control más preciso

de importantes funciones fisiológicas. Por otra parte, la gran diver-

sidad de receptores ofrece numerosos objetivos para potenciales

intervenciones farmacológicas.

Farmacología ganglionar

Los ganglios desempeñan funciones más complejas que las de

actuar como simples enlaces entre el proceso nervioso de una

célula y el cuerpo celular de su siguiente conexión. Las funciones

de integración y procesamiento contribuyen a fomentar la sensibi-

lidad de la respuesta y la organización del SNA. La electrofisiología

de la estimulación ganglionar es compleja, con al menos cuatro

tipos de respuestas a la estimulación eléctrica

( tabla 2-8 ) 85 .

El elemento central de la función del ganglio es el potencial

postsináptico excitatorio (PPSE) cuando la acetilcolina interactúa

con un receptor nicotínico de tipo neuronal para despolarizar la

membrana postsináptica. La despolarización deriva fundamental-

mente del flujo de entrada de iones de sodio a través del canal del

receptor nicotínico y es sensible a fármacos bloqueantes nicotíni-

cos no despolarizantes, como el hexametonio. Los otros cambios

en el potencial eléctrico se relacionan con vías secundarias o sub-

sidiarias de aumento o supresión. Dichas vías son insensibles a los

antagonistas nicotínicos clásicos.

Figura 2-15

 Un transmisor clásico, la acetilcolina (AC), coexiste con el

polipéptido intestinal vasoactivo (VIP) en los nervios parasimpáticos que

inervan las glándulas salivales del gato. La AC y el VIP se almacenan en

vesículas separadas; pueden liberarse de manera diferenciada a distintas

frecuencias de estimulación para actuar sobre las células acinares y los vasos

sanguíneos glandulares. Se consigue cooperación mediante la liberación

selectiva de AC a frecuencias de impulso bajo y de VIP a frecuencias elevadas.

Está indicada la modulación pre y postsináptica. (

De Burnstock G: Local

mechanisms of blood flow control by perivascular nerves and endothelium

.

J Hypertens Suppl

8:S95, 1990.

).