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monar idiopática, antes llamada hipertensión pulmonar primaria,

es rara, pero son más frecuentes otras formas y ocurren con varias

enfermedades, como las cardíacas, pulmonares, hepáticas, trom-

boembólicas y vasculares del colágeno. La hipertensión pulmonar

se asocia a la infección por el VIH, la exposición a anoréxicos como

la fenfluramina, la hepatopatía crónica, especialmente si hay hiper-

tensión portal, y las enfermedades vasculares del colágeno, como

la esclerodermia, el LES y la artritis reumatoide. La hipertensión

pulmonar se define como una elevación persistente de la presión

media en la arteria pulmonar mayor de 25 mmHg con una presión

de oclusión en la arteria pulmonar menor de 15mmHg. La hiper-

tensión pulmonar oculta es más problemática que la enfermedad

completamente reconocida debido a que los síntomas pueden atri-

buirse a otras enfermedades y producirse inesperadamente una

descompensación perioperatoria.

La manifestación de la hipertensión pulmonar suele ser ines-

pecífica, insidiosa y se asocia a un diagnóstico tardío. La disnea es

el síntoma inicial en el 60% de los pacientes, pero está presente en

el 98% en el momento del diagnóstico. La disnea es inespecífica y

se asocia a múltiples trastornos (v. apartado «Disnea»). Los episo-

dios de casi síncope o síncope indican una enfermedad grave. La

hipoxia, la hipercapnia, los vasoconstrictores y el aumento del tono

simpático (incluso por ansiedad) aumentan la resistencia vascular

pulmonar y llevan a la descompensación aguda con insuficiencia

cardíaca derecha.

Los pacientes con hipertensión arterial pulmonar tienen una

morbilidad y mortalidad perioperatorias alta

s 57 .

La hipertensión

pulmonar leve raramente afecta al tratamiento anestésico, pero la

enfermedad moderada a grave aumenta el riesgo de insuficiencia

cardíaca derecha. Los signos y síntomas de gravedad de la enfer-

medad so

n 58 :

• Disnea en reposo.

• Acidosis metabólica.

• Hipoxemia.

• Insuficiencia cardíaca derecha (edema periférico, hepatome-

galia, distensión venosa yugular).

• Antecedentes de síncope.

La exploración física puede revelar un desdoblamiento de S

2

con un segundo componente fuerte, refuerzo ventricular derecho,

un soplo de insuficiencia tricuspídea, ascitis, hepatomegalia, dis-

tensión venosa yugular y edema periférico.

Un ecocardiograma es la prueba de cribado de elección y

puede usarse para estimar la presión en la arteria pulmonar, evaluar

la función ventricular derecha e identificar la insuficiencia cardíaca

izquierda y la enfermedad valvular o cardíaca congénit

a 59 .

Los

pacientes con observaciones relevantes pueden requerir un catete-

rismo cardíaco derecho e izquierdo, aunque la necesidad de un

cateterismo preoperatorio depende del procedimiento quirúrgico.

Un ECG, una radiografía de tórax y un ecocardiograma son útiles

en pacientes con más que una enfermedad leve. Las observaciones

en el ECG son una desviación del eje a la derecha, un BRD, una

hipertrofia ventricular derecha y ondas R altas en las derivaciones

V

1

y V

2

. La hipertrofia auricular derecha y la «P pulmonar» pueden

estar en la hipertensión pulmonar grave, con ondas P picudas más

notables en las derivaciones II, III, aVF y V

1

. En la radiografía de

tórax pueden verse un aumento de tamaño de la arteria pulmonar

principal y una forma globular del corazón con pérdida del espacio

aéreo retroesternal como resultado de la dilatación ventricular

derecha. Los evaluadores deben preguntar sobre el antecedente de

AOS, que también puede ser la causa de la hipertensión pulmo-

na

r 60 .

Son necesarios un hemograma con plaquetas, electrólitos,

BUN, creatinina y pruebas de función hepática (PFH; pueden estar

elevadas debido a la congestión o el uso de bosentán).

Antes de la operación puede tratarse a los pacientes con

diuréticos, anticoagulantes, antagonistas del calcio, oxígeno, silde-

nafil (un inhibidor de la fosfodiesterasa), antagonistas del receptor

de la endotelina (bosentán) y prostanoides (iloprost, epoprostenol).

Algunos de estos fármacos se administran por infusión intravenosa

continua e incluso una interrupción momentánea del tratamiento

puede ser catastrófica. Hay que continuar con todos los fármacos

hasta la operación. Se aconseja el tratamiento de estos pacientes

junto a un especialista en hipertensión pulmonar.

Fumadores activos y pasivos

La exposición al tabaco, directa o pasiva, aumenta el riesgo de

muchas complicaciones perioperatorias. Los fumadores tienen más

probabilidades de sufrir infecciones de la herida, complicaciones

respiratorias o de la vía respiratoria (como desaturación de oxígeno)

y tos intens

a 61 .

El consumo de tabaco reduce la función del macró-

fago, afecta negativamente a la reserva de flujo coronario y causa

disfunción endotelial vascular, hipertensión e isquemia. Los fuma-

dores precisan estancias hospitalarias más largas que los no fu­

madores y a menudo necesitan ingresar en una unidad de cuidados

intensivos postoperatoria.

El mayor beneficio de la abstinencia del tabaco sólo se

advierte probablemente tras varios meses después de dejar de fumar.

Valoración preoperatoria

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24

Sección III

Control de la anestesia

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Cuadro 24-6

 Clasificación de la hipertensión pulmonar

Hipertensión arterial pulmonar

Hipertensión pulmonar primaria

Esporádica

Familiar

Asociada a

Enfermedades vasculares del colágeno

Cortocircuitos congénitos

Hipertensión portal

Infección por el virus de la inmunodeficiencia humana

Fármacos/toxinas

Hipertensión pulmonar persistente del recién nacido

Hipertensión venosa pulmonar

Enfermedad del lado izquierdo del corazón

Compresión extrínseca de venas pulmonares centrales

Enfermedad pulmonar venooclusiva

Hipertensión pulmonar relacionada con enfermedad

pulmonar o hipoxemia

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica

Enfermedad pulmonar intersticial

Respiración alterada por el sueño

Enfermedad pulmonar neonatal

Exposición crónica a altitudes elevadas

Hipertensión pulmonar causada por enfermedad

tromboembólica crónica

Trombosis o embolia pulmonar

Anemia falciforme

Hipertensión pulmonar por trastornos que afectan

directamente a los vasos pulmonares

Esquistosomiasis

Sarcoidosis

Disponible en

http://www.who.int/ncd/cvd/pph.html .