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los 5-10 días siguientes a la exposición a la heparin

a 83

. La TIH es

un trastorno inmunitario con anticuerpos dirigidos contra las pla-

quetas y puede dar lugar a una trombosis arterial o venosa, un

accidente cerebrovascular, amputaciones y muerte en hasta el 30%

de los pacientes. Están indicadas la suspensión inmediata de la

heparina y las pruebas en busca de anticuerpos contra las plaquetas

inducidos por la heparina. Es menos probable que la HMMB cause

TIH que la heparina sin fraccionar, pero está contraindicada en

pacientes con TIH. Los anticoagulantes alternativos son el danapa-

roide sódico, la lepirudina y el argatrobán. La púrpura trombocito-

pénica idiopática es un trastorno autoinmunitario crónico con

autoanticuerpos frente a las plaquetas que aumenta su destrucción.

A los pacientes se les trata con corticoides y esplenectomía (para

eliminar el principal lugar de destrucción de plaquetas). Los

pacientes tienen a menudo hemorragias mínimas con cifras de

plaquetas incluso muy bajas, probablemente por el aumento del

recambio y el predominio de plaquetas jóvenes.

Puede realizarse una intervención quirúrgica con seguridad

en pacientes con cifras de plaquetas superiores a 50.000/mm

3

. El

riesgo de hemorragia se relaciona inversamente con las cifras de

plaquetas inferiores a 50.000/mm

3

. La anemia, la fiebre, las infeccio-

nes y los fármacos que afectan a la función plaquetaria aumentan la

hemorragia con cualquier cifra de plaquetas. La anestesia centroneu­

raxial es segura con cifras de plaquetas superiores a 100.000/mm

3

84 .

A los pacientes con una trombocitopenia recién descubierta les

puede ser beneficiosa una consulta con el hematólogo antes de la

intervención quirúrgica programada. Una unidad de plaquetas

transfundida aumenta habitualmente la cifra en 10.000/mm

3

.

Trombocitosis

La trombocitosis es una cifra de plaquetas superior a 500.000/mm

3

y puede ser fisiológica (ejercicio, embarazo), primaria (trastorno

mieloproliferativo) o secundaria (déficit de hierro, neoplasia, inter-

vención quirúrgica, inflamación crónica). Las cifras de plaquetas

superiores a 1.000.000/mm

3

sitúan a los pacientes en riesgo de

complicaciones trombóticas como el accidente cerebrovascular, el

IM, los émbolos pulmonares y mesentéricos y los coágulos arteria-

les y venosos periféricos. Los pacientes con trombocitosis primaria

(trombocitemia esencial) tienen una tendencia hemorrágica que

empeora al exponerse a fármacos como la aspirina. Los pacientes

mayores y los que tienen antecedentes de hemorragia o trombosis

pueden tener un mayor riesgo. Pueden usarse la hidroxiurea, la

anagrelida (estos fármacos reducen la producción, de manera que

son necesarios 7-10 días) o la plasmaféresis (elimina plaquetas, de

manera que el efecto es inmediato) para reducir la cifra de plaque-

tas. El tratamiento del trastorno subyacente de las causas secunda-

rias de trombocitosis suele normalizar la cifra de plaquetas.

Policitemia

La policitemia es un hematocrito superior al 54% y puede ser pri-

maria (policitemia vera) o secundaria a hipoxia crónica (EPOC,

altitud elevada, cardiopatía congénita). Se produce un incremento

acusado de la viscosidad sanguínea, que es trombógena, con hema-

tocritos superiores al 50%. Los hematocritos altos se asocian a un

aumento de la aterosclerosis (estenosis carotídea, accidente cere-

brovascular) y a enfermedades cardiovasculares (insuficiencia

cardíaca, IM). Hay informes contradictorios sobre si la policite­

mia aumenta el riesgo perioperatorio. Un estudio reciente mostró

un aumento de la mortalidad postoperatoria en varones pero no

en mujeres con hematocritos superiores al 51

% 31

. Sin embargo, un

artículo previo no encontró ningún aumento de las complicaciones

perioperatorias en pacientes con policitemia secundaria.

La valoración preoperatoria (anamnesis y exploración física)

se centra en los sistemas pulmonar y cardiovascular. Es necesario

explorar en busca de cianosis, acropaquias, sibilancias y soplos. Son

necesarias la saturación de oxígeno, un ECG y posiblemente una

gasometría arterial y una radiografía de tórax en pacientes con

policitemia. El hallazgo inesperado de una policitemia preoperato-

ria debe llevar a investigar para encontrar la causa y, si no se aprecia

fácilmente, la posibilidad de una policitemia vera.

Riesgo de tromboembolia o embolia pulmonar

La embolia pulmonarmortal se produce en el 0,1-0,8%de los pacientes

sometidos a una intervención quirúrgica general programada, el 2-3%

de los pacientes sometidos a una artroplastia de cadera programada y

el 4-7% de los pacientes sometidos a una reparación de una cadera

fracturada que no reciban profilaxis. El riesgo de trombosis venosa

aumenta en pacientes con tromboembolia venosa previa, obesidad,

varices, diabetes, cáncer, insuficiencia cardíaca, embarazo, parálisis, la

presencia de un estado con déficit de inhibidor o una edad menor de

50 año

s 85 .

El factorVde Leiden es la causamás frecuente de trombofilia

hereditaria (40-50% de los casos). La mutación del gen de la protrom-

bina y los déficits de proteína S, proteína C y antitrombina suponen el

resto de los casos. El riesgo de tromboembolia venosa perioperatoria

depende del procedimiento quirúrgico (p. ej., grado de invasión, trau-

matismo e inmovilización) y de variables relacionadas con el paciente

(p. ej., enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad aguda, tabaco,

neoplasia maligna, obesidad, edad elevada, tromboembolia previa,

consumo de estrógenos, estado de hipercoagulabilidad

) 86

. La profilaxis

tromboembólica aguda está fuera del objetivo de este capítulo, pero es

importante para estratificar el riesgo de los pacientes antes de la ope-

ración de forma que puedan ponerse enmarcha lasmedidas adecuadas

el día de la intervención quirúrgica. Debido al riesgo alto de tromboe-

mbolia en pacientes sometidos a una artroplastia programada en la

extremidad inferior, a estos pacientes se les da a menudo una dosis de

warfarina la noche previa a la intervención quirúrgica. Las directrices

de la American Society of Regional Anesthesiologists señalan especí-

ficamente que si se ha administrado una sola dosis de warfarina en las

24 horas previas, es seguro realizar la anestesia neuraxia

l 87 .

La tromboembolia arterial o venosa profunda (TVP) reciente

requiere intervenciones perioperatorias o posponer procedimientos

que no sean necesarios para salvar la vida. Sin anticoagulación, el

riesgo de TVP recurrente en los 3 meses siguientes a una TVP proxi-

mal es aproximadamente un 50%. Un mes de tratamiento con war-

farina reduce el riesgo al 10%y 3meses lo reducen al 5%.Los pacientes

con un estado de hipercoagulabilidad hereditario (p. ej., antitrombina

III o déficit de proteína C o S, mutación del gen de la protrombina,

factor V de Leiden), cáncer o múltiples episodios de TVP tienen un

mayor riesgo indefinido. Los pacientes con fibrilación auricular no

valvular que han tenido antes una embolia cerebral tienen también

un mayor riesgo. Los pacientes con válvulas cardíacas mecánicas,

especialmente múltiples válvulas, tienen riesgo de embolia. El riesgo

es mayor con las válvulas mitrales que con las aórticas. La interven-

ción quirúrgica aumenta el riesgo de TVP, pero no hay pruebas de

que la intervención quirúrgica aumente el riesgo de embolia arterial

en pacientes con fibrilación auricular o válvulas mecánica

s 84 .

La valoración preoperatoria determina si es necesario «un

período puente» con heparina no fraccionada intravenosa o HMMB

subcutánea de forma ambulatoria (o sin período puente) en pacientes

con válvulas cardíacas mecánicas o episodios previos de tromboem-

bolia secundaria a fibrilación auricular. La decisión debe tomarse de

acuerdo con el médico responsable o un cardiólogo.

Los autores creen que la intervención quirúrgica programada

debe posponerse en el primer mes tras un episodio de tromboembo-

lia venosa o arterial. Si no es posible posponerla, el paciente debe

recibir heparina preoperatoria mientras el INR esté por debajo de

2 84 .

Se recomiendan 3 meses de anticoagulación de forma ideal antes de

la intervención quirúrgica programada. Suspender la warfarina

durante 5 días permitirá al TP/INR normalizarse si el INR se man-

tiene de forma mantenida entre 2 y 3, las dianas terapéuticas usuales.

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Control de la anestesia

III