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Puede ser necesario suspender más dosis si el INR está más prolon-

gado o menos dosis si es subterapéutico. Por tanto, es necesario com-

probar el INR durante la visita preoperatoria para guiar la suspensión

del tratamiento. Durante este tiempo sin warfarina, los pacientes

pueden estar en riesgo de tromboembolia recurrente, pero el riesgo

es relativamente pequeño en todos los pacientes menos los de ries­

go más alto. Es discutido si los pacientes requieren un «período puen-

te» o heparina durante este período. Antes, la única opción era el

ingreso hospitalario para el tratamiento intravenoso con heparina,

que es costoso. Sin embargo, con la disponibilidad de la HMMB, los

pacientes pueden recibir HMMB subcutánea (habitualmente admi-

nistrada por ellos mismos) en su casa sin necesidad de vigilancia.

Enfermedades neurológicas

En los pacientes con enfermedades neurológicas es necesaria una

anamnesis detallada que se centre en acontecimientos recientes, exa-

cerbaciones o indicios de un mal control del trastorno médico. Es im­

portante la información sobre estudios o tratamientos previos. Es

importante además una exploración neurológica básica preoperatoria

que registre déficits en el estadomental, el habla, los nervios craneales,

la marcha y la función motora y sensitiva. Esta determinación basal

permite comparar con nuevos déficits tras la operación.

Enfermedad cerebrovascular

Si no se ha evaluado completamente un accidente cerebrovascular o

un déficit neurológico transitorio o ha ocurrido recientemente, hay

que considerar la intervención quirúrgica programada pendiente de

una evaluación completa, porque el antecedente de un accidente cere-

brovascular o síntomas de insuficiencia cerebrovascular son factores

pronósticos fuertes de un accidente cerebrovascular perioperatori

o 88 .

Carecemos de datos de buena calidad sobre en qué momento serían

seguros un procedimiento anestésico y una intervención quirúrgica.

La causa y el tratamiento guían el tratamiento perioperatorio adicio-

nal. Un accidente cerebrovascular embólico por un agujero oval per-

meable (AOP) puede requerir una corrección del AOP o una atención

estricta para evitar émbolos de aire. Un trombo auricular o ventricu-

lar izquierdo o un accidente cerebrovascular embólico secundario a

una fibrilación auricular o válvulas cardíacas mecánicas requiere un

mínimo de 1 mes y preferiblemente 3 meses de anticoagulación y un

posible período puente con anticoagulantes de acción corta en la

intervención quirúrgica programad

a 84 .

La fibrilación auricular

(crónica o nueva) es una causa frecuente de accidente cerebrovascular

perioperatorio, especialmente de los que ocurren tras la operación, el

momento más frecuente para un accidente cerebrovascula

r 89 .

Soplo asintomático

Un soplo carotídeo recién descubierto requiere un estudio cuidadoso

en busca de síntomas de isquemia cerebral o crisis isquémicas tran-

sitorias, especialmente si es probable que el procedimiento implique

la manipulación del cuello o el paciente tiene una vía respiratoria

potencialmente difícil. Los pacientes no referirán con frecuencia de

forma voluntaria los síntomas a no ser que se pregunte por ellos de

forma específica, especialmente si fueron transitorios.A los pacientes

con factores de riesgo de aterosclerosis carotídea, incluidos los que

se han sometido a una radiación de la cabeza y el cuello, especial-

mente a una edad temprana, se les debe preguntar específicamente

sobre la amaurosis fugaz, la disfagia, la disartria y otros síntomas de

insuficiencia cerebrovascular. Uno de los autores se encontró con un

colega en la clínica preoperatoria al que habían programado para un

procedimiento abdominal y tenía un antecedente de linfoma de

Hodgkin cuando era adolescente. Después de auscultar un soplo

carotídeo, el paciente confirmó haber recibido irradiación en manto

para el linfoma, pero costó mucho que revelara dos episodios tran-

sitorios de habla cercenada en el mes previo. Se vio que el paciente

tenía una oclusión del 99% de la arteria carótida interna.

En pacientes con soplos realmente asintomáticos, hay lesiones

carotídeas significativas en el 40-60% de las ocasiones, el riesgo de

accidente cerebrovascular en este grupo es del 1-2%anual y lamayoría

de los accidentes cerebrovasculares viene precedido de síntomas tran-

sitorio

s 90 .

Un ensayo multicéntrico relevante, con asignación aleatoria

y prospectivo encontró que a los pacientes con estenosis carotídea

asintomática del 60% o más les resultaba beneficiosa la revasculari-

zación si se consideraban de riesgo bajo y el cirujano tenía un 3% o

menos de morbilidad ymortalidad periquirúrgic

a 91 .

Sin embargo,tras

la revisión de los datos publicados, un simposio más reciente sobre

enfermedades cerebrovasculares concluyó que debido a que las fre-

cuencias de progresión son sumamente bajas y los pacientes con

estenosis carotídea tienen un riesgo sustancial de IM y muerte vas-

cular, la revascularización sólo debe contemplarse en centros con

frecuencias bajas de complicaciones en pacientes estables, aquellos

con una esperanza de vida de al menos 5 años y con un 80% o más

de estenosi

s 90 .

No hay pruebas de que los soplos realmente asintomá-

ticos aumenten el riesgo de accidente cerebrovascular perioperatorio.

La eco-Doppler carotídea es una herramienta eficaz y sencilla para

evaluar pacientes en riesgo a los que podría beneficiar una evaluación

adicional. Las alteraciones significativas en el Doppler deben llevar a

enviar al paciente a un cirujano vascular o neurólogo.

Convulsiones

Es importante asegurar y registrar el tipo y frecuencia de las convul-

siones (p. ej., gran mal o ausencias) y la especificidad de los síntomas,

como la mirada fija o los signos focales. Las ausencias (antes llamadas

pequeño mal) pueden ser particularmente difíciles de reconocer

porque carecen de signos motores generalizados. Los síntomas más

típicos, como la mirada fija y la obnubilación, puedenmalinterpretarse

como un efecto anestésico residual en el período postoperatorio. Los

tumores encefálicos, los aneurismas, las malformaciones arterioveno-

sas (MAV), la epilepsia clásica, los efectos tóxicos de los fármacos, los

trastornos electrolíticos, las infecciones y las enfermedades vasculares

provocadas por la arteriosclerosis, los accidentes cerebrovasculares, la

anemia falciforme o el LES pueden causar convulsiones.

Son necesarias la valoración preoperatoria y el registro de los

antiepilépticos y la idoneidad del control de las convulsiones. No está

indicado solicitar de forma sistemática concentraciones séricas de los

fármacos antiepilépticos a no ser que nos preocupen los posibles

efectos tóxicos o el paciente sufra convulsiones de nuevo.Los pacientes

con un buen control de las convulsiones pueden tener valores fuera

de los límites terapéuticos y los resultados pueden confundir si no se

considera el momento de administración de los fármacos en relación

con la extracción de la sangre. Generalmente son necesarios valores

valle para hacer una interpretación precisa. Los medicamentos para

controlar las convulsiones tienenmúltiples efectos adversos (supresión

de la médula ósea, anemia macrocítica, leucopenia, hiponatremia) y

las pruebas debe dirigirlas la anomalía sospechada. Lo más frecuente

es obtener un hemograma con el número de plaquetas y las concen-

traciones de electrólitos. Las convulsiones mal controladas o de

comienzo nuevo requieren consulta con un neurólogo antes de pro-

ceder con algo que no sea una intervención quirúrgica urgente. Es

necesario continuar los antiepilépticos en el período perioperatorio.

Esclerosis múltiple

La esclerosis múltiple se considera una enfermedad inmunitaria

inflamatoria con dos patrones generales de incapacidad: exacerba-

ciones y remisiones, y progresiva crónic

a 92 .

Los síntomas pueden

abarcar la ataxia, la debilidad motora, los déficits sensitivos, la dis-

función autónoma, la labilidad emocional, la disfunción vesical o

intestinal y los trastornos visuales. Las exacerbaciones pueden pro-

vocarlas el estrés, las infecciones, el período alrededor del parto y el

Valoración preoperatoria

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Sección III

Control de la anestesia

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