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Déficit de seudocolinesterasa

Hay que identificar un antecedente personal o familiar de seudocoli-

nesterasa (específicamente, butirilcolinesterasa) antes de la operación

(v. cap. 19). Cuando los pacientes refieren «alergia a la succinilcolina»,

debemos sospechar este trastorno o una HM. Preguntar sobre si el

paciente tuvo que estar intubado después de la operación, estuvo muy

grave o precisó asistencia intensiva puede ayudar a diferenciar estos

trastornos. La actividad de la seudocolinesterasa puede estar reducida

de forma permanente por genotipos anómalos o de forma transitoria

por enfermedades, efectos farmacológicos, parto o fase de lactante.

Hay que educar a los pacientes en que esta enzima también metabo-

liza los anestésicos locales con enlaces éster.

Los registros preoperatorios de anestesias previas pueden

aclarar una anamnesis oscura. Deben obtenerse un número de dibu-

caína y las concentraciones plasmáticas de seudocolinesterasa, cloro

y flúor. El

número de dibucaína

es una medida de la actividad cuali-

tativa de la seudocolinesterasa y es el porcentaje de inhibición de la

enzima por el anestésico local dibucaína. Los sujetos normales son

homocigóticos respecto al tipo salvaje y su número de dibucaína es

de 80 porque su colinesterasa plasmática se inhibe un 80% con la

dibucaína. Los que son homocigóticos respecto a los genes atípicos

tienen un número de dibucaína de 20 debido al 20% de inhibición.

Los sujetos heterocigóticos tienen un número de dibucaína de 60 por

una inhibición de alrededor del 60%. La concentración plasmática de

colinesterasa es una medida cuantitativa de esta enzima. La colines-

terasa plasmática no debe confundirse con la actividad de colineste-

rasa, que es una evaluación de la colinesterasa eritrocitaria. La

combinación del número de dibucaína y la colinesterasa plasmática

puede diferenciar las causas génicas de las extragénicas de apnea

prolongada tras la administración de succinilcolina. Se ha observado

una reducción transitoria de la actividad de seudocolinesterasa debido

a una interacción farmacológica u otras razones identificadas poco

después de episodios de sospecha de déficit de seudocolinesterasa, de

forma que las pruebas diagnósticas deben retrasarse al menos 24 ho­

ras. A los pacientes con un déficit conocido o sospechado de seudo-

colinesterasa se les debe urgir a obtener la identificación adecuada

(búsquese en internet «identificación de alerta médica»).

Hipertermia maligna

Debe registrarse con claridad el antecedente de HM o una indica-

ción de ella (hipertermia o rigidez durante la anestesia) en un

paciente o familiar de forma que puedan hacerse disposiciones

especiales antes del día de la intervención quirúrgica (v. cap. 27).

Los sujetos tienen una predisposición génica a la HM y son asin-

tomáticos hasta que se exponen a los factores desencadenantes.

Ciertas enfermedades neuromusculares se asocian a un riesgo de

HM, como las distrofias musculares de Duchenne, de Becker y

miotónica, el síndrome de King-Denborough, la enfermedad

central del núcleo, la parálisis periódica, la osteogenia imperfecta,

el mielomeningocele y el estrabismo.

Formación durante la residencia

en la valoración preoperatoria

La evolución de la valoración preoperatoria, así como el papel del

anestesiólogo en ella, ha desafiado los programas de formación para

educar a los médicos con el fin de que puedan actuar correctamente

tanto fuera como dentro del quirófano. La valoración preoperatoria

óptima, así como la mejora continua, se apoyará en la educación

adecuada de los anestesiólogos en las tareas del diagnóstico físico y

la evaluación del paciente, la gestión del personal y económica, y la

realización y comprensión de investigaciones basadas en el resultado

en esta área.No carece de realismo esperar que la siguiente generación

de anestesiólogos ejerza con éxito los papeles administrativo y clínico

en la medicina perioperatoria sin una adecuada exposición durante

el período de la residencia.Un estudio de los programas de formación

publicado en 2001 reveló que aunque casi todos los directores de

programa estaban de acuerdo en que la competencia en la valoración

preoperatoria era una habilidad importante, menos de la mitad dis-

ponía de un programa de estudios formal en esta área, casi el 50% no

impartía formación en habilidades para entrevistar al paciente y un

39% de los programas no exponía a sus residentes a la experiencia

clínica preoperatori

a 137

. El American College of Graduate Medical

Education (ACGME) ha reconocido la importancia de una forma-

ción adecuada en esta área durante la residencia en anestesia. Los

requisitos se sancionarán y harán efectivos en julio de 2008; se han

aumentado y definido de una forma más específica los requisitos en

educación preoperatori

a 138

. Durante los 3 años de formación clínica

en anestesia, 1 mes debe emplearse en una clínica de valoración

preoperatoria. Esto puede hacerse en rotaciones divididas de no

menos de 1 semana de duración. Las experiencias sucesivas deben

reflejar la mayor responsabilidad y las oportunidades de aprendizaje.

Los objetivos del programa deben incluir una formación adecuada

no sólo en el aspecto clínico de la valoración preoperatoria, sino

también en las habilidades interpersonales, una comunicación eficaz

y las prácticas empresariales.En el programa deben incluirse prácticas

en gestión, organización del quirófano y práctica en sistemas.

La evaluación de las habilidades en esta área requiere una defi-

nición de objetivos. Hay que idear instrumentos para evaluar el rendi-

miento del residente en esta área. Se ha validado una «Lista de

puntuación de la consulta preanestésica» que contiene 37 puntos agru-

pados en los dominios de relación entre el médico y el paciente, anam-

nesis médica, exploración física, educación del paciente y registros

preanestésico

s 139

. Se ha demostrado que este instrumento tiene una

alta validez de construcción, una moderada coherencia interna y una

alta probabilidad de acuerdo entre puntuadores. El análisis de las pun-

tuaciones podría evaluar con fiabilidad el rendimiento del residente en

los criterios definidos. El desarrollo de instrumentos análogos junto a

la institución de un programa de estudios específico en la valoración

preoperatoria sería de gran ayuda para evaluar el rendimiento del

residente, así como para cumplir los requisitos de la ACGME.

Cumplimiento de requisitos

y su comunicación

La evaluación clínica apropiada y segura comprende elementos que

se consideran estándar de asistencia médica, además de elementos

que son exigidos por agencias externas. Estas agencias externas

pueden ser las que exigen una práctica para acreditar la calidad,

como la TJC. Las agencias pueden exigir prácticas para el pago,

como el Center for Medicare y Medicaid Services (CMS) u otras

agencias que pagan en función de la práctica o el rendimiento. En

el siguiente apartado se presenta el uso de la tecnología en la clínica

preoperatoria para cumplir los requisitos. También puede haber

requisitos internos. Las instituciones generalmente elaboran guías

de práctica o estándares, y es responsabilidad de todos los médicos

en ejercicio cumplir los estándares de sus respectivas instituciones.

Varios de estos estándares tienen que ver con aspectos de la asis-

tencia preoperatoria y varios requisitos para la acreditación de la

TJC tienen que ver con aspectos preoperatorios. Estos requisitos se

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Control de la anestesia

III