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co

s 157 .

Hay poca información sobre la epidemiología de las compli-

caciones perioperatorias relacionadas con tratamientos alternativos

y no hay en la actualidad ningún organismo responsable de super-

visar la fabricación y seguridad, de regular las ventas ni de comu-

nicar acontecimientos adversos.Desde 2005,la TJC exige considerar

los tratamientos alternativos como cualquier otro fármaco cuando

se registren los medicamentos del paciente. Los posibles efectos

adversos de los fármacos más usados se resumen en el

cuadro 24-9

.

Sin embargo, gran parte de estos datos se basa en pruebas anecdó-

ticas, propuestas teóricas y casos clínicos, no en estudios epidemio-

lógicos buenos con grandes bases de datos

158,159 .

Son necesarios más

estudios de laboratorio, en animales y clínicos para evaluar la rele-

vancia de estas posibles interacciones.

Un número significativo de pacientes también refiere el uso

de tratamientos alternativos diferentes a las hierbas. Los tratamien-

tos complementarios y alternativos más frecuentes en un estudio

de pacientes preoperatorios fueron el masaje (15%), las hierbas

(10%), la relajación (8%) y la acupuntura (7%

) 160 .

Estudios diagnósticos

y de laboratorio preoperatorios

El valor y resultado de los estudios y pruebas diagnósticas preope-

ratorias se ha convertido en un aspecto central en la evaluación de

la rentabilidad de la asistencia sanitaria en los pacientes prequirúr-

gicos. Se calcula que se gastan hasta 4 miles de millones de dólares

al año en Estados Unidos en evaluaciones diagnósticas y de labo-

ratorio preoperatorias. El valor de la obtención de un estudio preo-

peratorio como herramienta de cribado para detectar enfermedades

y evaluar la estabilidad del trastorno médico del paciente para la

anestesia y la intervención quirúrgica se ha publicado extensa-

mente en la literatura médica académica

161 .

La idea de estandarizar

las pruebas en todos los pacientes prequirúrgicos independiente-

mente de la edad o el trastorno médico ya no se considera ade-

cuada desde el punto de vista médico. Las pruebas innecesarias son

ineficientes y caras, y requieren recursos técnicos adicionales. Los

estudios inadecuados pueden conducir a una evaluación costosa

de alteraciones en el límite o falsos positivos de pruebas de labo-

ratorio y diagnósticas. Esto puede dar lugar a retrasos innecesarios

en el quirófano, cancelaciones y un posible riesgo para el paciente

debido a las pruebas adicionales y el seguimiento.

Los pacientes requieren una evaluación diagnóstica y de

laboratorio preoperatoria que sea coherente con su anamnesis

médica, los procedimientos quirúrgicos propuestos y la posible

pérdida de sangre intraoperatoria. Deben obtenerse pruebas diag-

nósticas y de laboratorio preoperatorias para indicaciones clínicas

específicas que puedan aumentar el riesgo perioperatorio y no

simplemente porque el paciente se someta a un procedimiento

quirúrgico. La precisión reproducible de las pruebas diagnósticas

y los problemas asociados a los falsos positivos son razón suficiente

para limitar las pruebas preoperatorias a indicaciones específicas.

La sensibilidad, la especificidad, la reproducibilidad y el valor pro-

nóstico clínico de los estudios diagnósticos preoperatorios se han

revisado de forma exhaustiva en ediciones previas de este capítulo.

Se ha demostrado bien en estudios académicos que las pruebas de

cribado preoperatorias sistemáticas en un paciente sano y asinto-

mático no aportan ningún beneficio a los resultados quirúrgicos ni

anestésicos.

En muchos hospitales, la tradición ha sido que todos los

estudios preoperatorios y diagnósticos los ordenen el cirujano o el

médico de asistencia primaria. Es frecuente que estas pruebas las

obtengan sin un objetivo diagnóstico específico aparte de la espe-

culación de que el anestesiólogo pueda «exigirlas» para proceder

con la intervención quirúrgica y así evitar retrasos y cancelaciones.

Otras razones son el cribado sistemático de estados morbosos, el

establecimiento de un diagnóstico basal, el hábito personal (uso de

una lista «estándar» en todos los pacientes), la tranquilidad del

médico y una necesidad medicolegal percibida de «no pasar nada

por alto». Este método histórico de ordenar pruebas de laboratorio

preoperatorias como dispositivos de cribado y para evitar cancela-

ciones y retrasos no puede justificarse y es inapropiada desde el

punto de vista clínico.

Las pruebas de laboratorio y estudios diagnósticos que no

son selectivos dan lugar a costes significativos para el hospital y el

pacient

e 162,163

. Las pruebas de cribado prequirúrgicas sistemáticas

ya no tienen el apoyo ni son reembolsadas por Medicare ni la

mayoría de las aseguradoras privadas sin indicaciones específicas.

Es necesario poner en marcha tales cambios para reducir estos

costes y reforzar la asistencia del paciente. Los anestesiólogos son

los expertos de la medicina perioperatoria y son los mejor cualifi-

cados para establecer las pruebas de laboratorio y diagnósticas

apropiadas y necesarias para la asistencia anestésica intraoperato-

ria. Proporcionar guías específicas y educación a los colegas

médicos y servicios quirúrgicos sobre las pruebas preoperatorias

recomendadas reduce costes, acelera la asistencia del paciente y

refuerza el reconocimiento del anestesiólogo como especialista

médico perioperatorio.

Varios estudios académicos han demostrado una reducción

del coste hospitalario de la evaluación diagnóstica preoperatoria

cuando las pruebas diagnósticas se coordinan a través de una

clínica de valoración preoperatoria anestésic

a 164,165 .

Las guías del

diagnóstico preoperatorio

( tabla 24-7

) proporcionan recomenda-

ciones básicas para el tratamiento perioperatorio de los pacientes

con trastornos médicos que aumentan el riesgo quirúrgico. Estas

guías específicas de cada enfermedad no se consideran requisitos

absolutos estándar. No existen recomendaciones sólidas ni proto-

colos en los textos de anestesia ni en la literatura médica ni consen-

sos de sociedades médicas o anestesiológicas de lo que constituyen

un estudio de laboratorio y diagnósticos recomendado en un

paciente sano asintomático de cualquier edad. Después de 6 años

de extensas discusiones, el ASA Task Force on Preanesthesia

Assessment publicó recomendaciones en 2002 de las pruebas y

consultas que se harían en función de una expectativa razonable

de que el paciente pueda tener un valor anómalo y de que tal valor

influya en la decisión de prestar alguna asistencia y cómo hacerlo

816

Control de la anestesia

III

Cuadro 24-9

 Posibles efectos adversos de los tratamientos

alternativos

Inestabilidad cardiovascular, incluidas presión arterial alta,

taquicardia, angina y arritmias auriculares:

Serenoa repens,

ginseng,

Cimifuga racemosa,

hierba de San Juan

Accidentes tromboembólicos:

Serenoa repens,

ginseng

Potencial aumento de hemorragias:

Cimifuga racemosa,

ginkgo, ajo, ginseng, jengibre, manzanilla, vitamina E

Prolongación de la anestesia: hierba de San Juan

Hipotiroidismo: soja

Hipertiroidismo: ácido triyodoacético

Hepatotoxicidad: equinácea, kava

Reducción de eficacia de inhibidores de la proteasa del VIH:

hierba de San Juan

Convulsiones:

Cimifuga racemosa

Aumento del efecto de los analgésicos opiáceos: valeriana,

kava, manzanilla

Inhibición del efecto de los analgésicos opiáceos: ginseng