objetivo de potenciar la eficiencia en el quirófano y la calidad de la
asistencia del pacient
e 166,167 .Hay muchas variaciones en el personal,
la estructura, el apoyo económico y las operaciones diarias de los
programas preoperatorios; sin embargo, todos tienen en común el
objetivo de evitar cancelaciones, retrasos y resultados adversos para
el paciente que podrían abordarse antes del día de la intervención
quirúrgica.
El desarrollo y puesta en marcha de una clínica de valoración
preoperatoria depende del volumen diario de pacientes, el carácter
agudo predominante de los trastornos de los pacientes, la disponi-
bilidad de instalaciones, el aspecto demográfico de la distancia del
paciente al hospital y un comité compuesto por personal periope-
ratorio, administrativo y anestésico que apoye los cambios.
Es esencial que el anestesiólogo desempeñe la posición líder
y gestora en el programa de valoración preoperatoria. Cuando
departamentos de medicina interna y otras especialidades médicas
elaboran programas preoperatorios dentro de los hospitales, la
función y experiencia del anestesiólogo en el tratamiento periope-
ratorio del paciente adquiere a menudo un puesto secundario. Esto
puede dar lugar a conflictos y desacuerdos interdepartamentales
significativos sobre la evaluación del paciente, la estratificación del
riesgo y la estabilidad óptima para proceder a la anestesia.
Cuando los pacientes son «autorizados para la intervención
quirúrgica» por otros especialistas, el cirujano suele considerarlo
como signo de que el paciente es adecuado e idóneo para la anes-
tesia. Lamentablemente, este permiso se proporciona con frecuen-
cia con un conocimiento limitado de la práctica anestésica actual
y del tratamiento intraoperatorio del paciente. La anamnesis, la
exploración física y la valoración preoperatorias realizadas por un
especialista médico pueden no abordar aspectos anestésicos espe-
cíficos respecto a la evaluación del riesg
o 168,169y la optimización del
paciente, lo que sienta las bases para posibles retrasos y cancelacio-
nes quirúrgicas. Además, a los pacientes les pueden suspender,
cambiar o añadir sus medicamentos en preparación para la inter-
vención quirúrgica, lo que complica más el tratamiento anestesio-
lógico intraoperatorio.
Cuando los casos los retrasa o cancela el anestesiólogo asig-
nado el día de la intervención quirúrgica, esto crea a menudo una
frustración significativa al cirujano y al paciente. El anestesiólogo
es el único especialista que puede tomar la determinación final de
si el paciente es apropiado para la anestesia y si el paciente está
estable para proceder. Es ventajoso acentuar este hecho a los admi-
nistradores del hospital y a aquellos que planifican el desarrollo del
programa clínico preoperatorio pero siguen sin estar seguros sobre
qué especialidad apoyar. Los estudios clínicos han demostrado que
el liderazgo y responsabilidad clínica directa del anestesiólogo en
un programa preoperatorio reducirá los costes hospitalarios al
reducir los retrasos y cancelaciones de quirófan
o 164,170y los posibles
acontecimientos adversos intraoperatorios.
Los buenos resultados dependen de la conciencia y la plani-
ficación. Los grupos de anestesia con una población predominan-
temente sana y ambulatoria que ingresa el día de la intervención y
recursos limitados en medios hospitalarios y personal pueden ser
incapaces de evaluar a todos los pacientes antes del día de la inter-
vención quirúrgica. Esto exige un medio de realizar el cribado de
los pacientes y clasificarlos desde el programa preoperatorio de una
manera que asegure un nivel alto de precisión en la determinación
del estado de salud actual del paciente. Una clasificación precisa da
lugar a ahorros de tiempo y evita cancelaciones y retrasos costosos
el día de la intervención quirúrgica sin afectar a la calidad de la
asistencia ni a los resultados.
Un proceso de clasificación implica realizar un cuestionario
de anestesia (v.
fig. 24-1) disponible en la consulta del cirujano, que
podría cumplimentar el paciente durante la evaluación inicial que
le hace el cirujano. El cuestionario debe enviarse por fax al grupo
de anestesia local antes de la fecha de la intervención. La revisión
de la anamnesis del paciente antes del día de la intervención qui-
rúrgica, incluso en papel, reduce aspectos médicos preocupantes
no resueltos o inesperados. Entonces se podrá tomar una decisión
sobre si el paciente requiere una consulta preoperatoria formal o
podría ser evaluado el día de la intervención quirúrgica. Una
llamada telefónica por un anestesiólogo a un paciente con una
anamnesis médica cuestionable podría aclarar el asunto. Otro
método de clasificar a los pacientes para reducir la repercusión de
evaluaciones clínicas innecesarias sería proporcionar a los pacien-
tes en la visita quirúrgica inicial una dirección en internet del
departamento de anestesia donde los pacientes puedan cumpli-
mentar su cuestionario médico para su revisión.
A los grupos de anestesia con un mayor número de pacientes
prequirúrgicos complejos les puede ser útil unas instalaciones
preoperatorias más formales con múltiples salas de exploración,
personal dedicado y un sistema operativo con dedicación exclusiva.
El siguiente apartado describe el desarrollo y puesta en marcha de
una clínica anestésica de valoración preoperatoria centrándose en
los protocolos, normas y requerimientos necesarios para su reco-
nocimiento, realización y éxito. No todos los aspectos de lo que se
describe son necesarios. Son de esperar varias modificaciones y
adaptaciones para la práctica individual, la expansión de las insta-
laciones y el apoyo económico.
El establecimiento de una clínica anestésica de valoración
preoperatoria satisfactoria requiere un compromiso interdeparta-
mental, colaboración y el apoyo económico de varias disciplinas
hospitalaria
s 164,171 .Los departamentos de anestesia, cirugía, enfer-
mería y administración hospitalaria están de acuerdo en que una
clínica preoperatoria centralizada es útil para el hospital, y todas
las disciplinas deben apoyar con firmeza los cambios necesarios y
los objetivos operativos de una clínica de valoración preoperatoria
( cuadro 24-10 ).
Colaboración, compromiso
y trabajo en equipo
La clínica de valoración preoperatoria es una asociación y colabo-
ración visible entre los departamentos de anestesia, cirugía, enfer-
mería y administración hospitalaria para conseguir objetivos
comunes como se ilustra en la
figura 24-5. Conlleva el concepto
importante de que el desarrollo de este nuevo programa clínico es
una empresa integrada y requiere obligaciones, compartir esfuer-
zos y responsabilidad económica.
Al principio, los cirujanos pueden no estar dispuestos a
enviar a los pacientes a una clínica anestésica de valoración preo-
peratoria recién constituida. Esta vacilación nace de una compren-
sión imprecisa del proceso de apoyo, su relevancia y la mejora de
los resultados de una evaluación médica realizada por un aneste-
siólogo. La vacilación de un cirujano en el envío de pacientes a la
clínica de valoración preoperatoria puede reducirse identificando
las ventajas clínicas del programa preoperatorio.
Por ejemplo, hay que enviar mensajes tranquilizadores infor-
males a los servicios quirúrgicos de que, si se evalúa al paciente en
el programa preoperatorio, el caso procederá a la intervención
quirúrgica sin cancelaciones ni retrasos por el anestesiólogo asig-
nado, y que la única excepción será una enfermedad o aconteci-
miento médico adverso entre el momento de la evaluación y el
momento de la intervención quirúrgica planificada. Las cancela-
ciones y retrasos el día de la intervención quirúrgica pueden ser
una fuente destacada de irritación e incluso de antagonismo para
cirujanos y pacientes, y da lugar a una pérdida de ingresos.Además,
a menudo se facturan servicios hospitalarios a los pacientes aunque
no se llegue a realizar el procedimiento quirúrgico.
Valoración preoperatoria
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Sección III
Control de la anestesia
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