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con el fin de tomar una decisión inteligente (estándar del paciente

prudente). Se trata de conceptos legales que se aplican sobre una base

de estado por estado. La ley exige revelar los riesgos que no sean

triviales; no es necesario revelar las complicaciones sumamente raras.

En lo que a la revelación de riesgos asociados a la anestesia se refiere,

Raab cree que el riesgo de muerte o lesión grave por la anestesia en

un paciente cuya salud es por lo demás razonablemente buena estaría

dentro del ámbito de una consecuencia rara; sin embargo, la mayoría

de los pacientes razonables desearía aún conocerlo. El formulario de

consentimiento firmado es un documento que prueba que tal discu-

sión ha tenido lugar. Raab cree que el dilema respecto a la informa-

ción de los pacientes de probabilidades raras de complicaciones

anestésicas queda sin resolver. Con respecto al consentimiento infor-

mado quirúrgico, un análisis de reclamaciones cerradas ha revelado

que el registro de tal discusión en las notas de la consulta del cirujano

fue un factor significativo en la reducción del riesgo de reparación,

independientemente de si el cirujano, el residente o el profesional de

enfermería firmó el formulario de consentimiento rea

l 142

.

Los médicos pueden estar preocupados por su responsabilidad

en la indicación de un exceso o defecto de pruebas preoperatorias. En

general, los médicos no son responsables de errores de juicio; la res-

ponsabilidad está presente sólo cuando las pruebas solicitadas se

consideran por debajo de los estándares de prácticas aceptada

s 143

. Es

sumamente difícil decidir qué es el estándar de práctica para unas

pruebas de laboratorio preoperatorias habituales porque numerosos

artículos demuestran la falta de repercusión de las pruebas de cribado

preoperatorias sobre el tratamiento. Sin embargo, no ordenar las

pruebas de laboratorio adecuadas que diagnosticarán un trastorno

asociado prequirúrgico importante implicaría que el médico ha rea-

lizado una evaluación situada por debajo del estándar. Esto subraya

la importancia de una anamnesis y exploración física preoperatorias

bien realizadas y registradas con pruebas dirigidas a enfermedades

asociadas reveladas por esta evaluación. Las baterías de cribado habi-

tuales en este marco de evaluación inadecuada pondrían al médico

en un riesgo mucho mayor de pasar por alto un trastorno preopera-

torio importante. Una revisión de más de 400 demandas por mala

práctica diagnóstica en el marco ambulatorio apoya este punto de

vist

a 144

. Estos investigadores comunicaron que los principales fallos

en el proceso diagnóstico fueron no obtener una anamnesis adecuada

o realizar una exploración física adecuada, no ordenar una prueba

diagnóstica específica, no seguir un caso en función de los resultados

y una interpretación incorrecta de los resultados de la prueba.

Un médico que mantenga discusiones informadas con el

paciente prequirúrgico y registre una anamnesis, exploración física

y evaluaciones anestésicas y de enfermería adecuadas en la historia

minimizará el riesgo medicolegal. Además, el médico debe propor-

cionar pruebas de la discusión en la historia respecto al consenti-

miento, los riesgos y las alternativas; las órdenes de las pruebas

preoperatorias dirigidas por los resultados de la evaluación parti-

cular del paciente, junto a un seguimiento apropiado y registrado

de las alteraciones encontradas, y notas que registren que se res-

pondieron todas las preguntas del paciente.

Tecnología de la información

y sistemas para el apoyo

de decisiones en la valoración

preoperatoria

Los algoritmos de apoyo de decisiones pueden sugerir una actitud

clínica y unas pruebas preoperatorias basándose en factores regis-

trados en la anamnesis y exploración física del paciente. Estos

algoritmos pueden generarlos líderes clínicos y distribuirse como

parte del proceso de educación y orientación a los profesionales de

la clínica preoperatoria. Se ha demostrado que el uso adecuado de

los algoritmos clínicos y de pruebas por los médicos, incluso sin

apuntes informáticos, reduce los costes de laboratorio debidos a

pruebas innecesarias o que no se reembolsan y las consultas

145 .

Los algoritmos pueden construirse en programas informá-

ticos; la integración con los datos almacenados del paciente como

parte del registro electrónico del hospital tendría un valor especial.

Como las instituciones almacenan con frecuencia datos en progra-

mas que usan diferentes plataformas, a menudo hay dificultades

para intentar integrar programas de almacenamiento de múltiples

datos con sistemas comerciales.

A pesar de los posibles beneficios, hay numerosos obstáculos

para poner enmarcha sistemas preoperatorios electrónicos. La falta de

uniformidad en la codificación de los trastornos médicos presenta un

impedimento significativo a los sistemas informáticos de valoración

preoperatoria. La codificación de los datos del médico es sumamente

compleja, al contrario que el registro informático de los datos de labo-

ratorio. La mayoría de los sistemas comerciales tienen menús desple-

gables, que pueden ser o no compatibles con los procesos mentales del

médico. Los menús desplegables pueden hacer que la información se

registre donde mejor «se ajuste» y por tanto pueden no ser completa-

mente precisos. El uso de resultados en texto libre carece de la capa-

cidad de generar un plan basado en el apoyo de las decisiones y

también puede impedir el uso de datos agregados para el informe.

Los códigos deben registrarse de tal forma que los datos

puedan usarse para el cobro de pacientes individuales, así como de

forma agrupada para comunicar las medidas de la calidad. Será

difícil demostrar la repercusión de programas de comunicación de

la calidad sobre los resultados clínicos hasta que pueda lograrse

una adecuada codificación médica a través de la tecnología de la

información. Debido a la falta de este objetivo de codificación, se

ha visto que los programas de comunicación de la calidad norma-

tiva influyen en la mejora de las actividades hospitalarias, pero no

que tengan una repercusión positiva en los resultados

146 .

Un aspecto importante es la confidencialidad en la protección

de los datos informáticos de ingerencias ajenas. Al contrario que los

registros en papel, los datos almacenados en el ordenador tienen

riesgos para la seguridad debido al acceso inapropiado a la informa-

ción de un gran número de pacientes. Son esenciales políticas adecua-

das y la educación del personal sobre la confidencialidad. La Health

Insurance Portability andAccountabilityAct (HIPAA) es la legislación

referente a la confidencialidad de la información sobre la asistencia

médica y operaciones relacionadas. Los requisitos de la HIPAA del

Department of Health and Human Services se señalan en su página

de internet

( www.hhs.gov/ocr/hipaa

). Los socios económicos de las

instituciones sanitarias, como las agencias intermediarias y las compa-

ñías aseguradoras, deben cumplir también estas normas.

Existe una cierta preocupación sobre el hecho de que un

cambio de la introducción manual de datos a una introducción

informática durante la visita del paciente pudiera reducir la eficien-

cia de los patrones de flujo establecidos. También hay que conside-

rar el efecto sobre la entrevista del paciente. Los médicos tendrán

que asegurarse de que la calidad de la entrevista no sufre como

resultado de dividir su tiempo entre la terminal informática y el

paciente. Puede no demostrarse un ahorro de recursos si la infor-

mación simplemente se pasa a maquina en lugar de escribirse a

mano, lo que de nuevo subraya la necesidad de integrar las plata-

formas y reducir los requisitos de entrada de texto libre. No existen

pruebas en la literatura médica que demuestren una aplicación

realmente satisfactoria, los resultados de la calidad y la gestión de

recursos con sistemas comerciales o de desarrollo interno que

aborden todos los elementos necesarios.

Grupos como Leapfrog y el National Surgical Quality Impro-

vement Program han fomentado el desarrollo y uso de tales sistemas

para registrar y comunicar indicadores de calidad y desarrollar tec-

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Control de la anestesia

III