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alto de vigilancia para evitar el movimiento del paciente cuando la

cabeza se mantiene en clavos rígidos; el resbalón de los clavos

puede provocar laceraciones en el cuero cabelludo o dañar la

columna cervical. Como los reposacabezas en forma de herradura

y con clavos se unen a apoyos articulados ajustables, cualquier

deslizamiento o fallo de este dispositivo de sujeción puede provo-

car complicaciones si la cabeza se cae bruscamente.

Independientemente de la técnica empleada para apoyar la

cabeza, hay que comprobar periódicamente los ojos, la cara y la vía

respiratoria para asegurar que sólo las estructuras óseas soportan

el peso y que no hay presión sobre los ojos. La posición adecuada

se verifica con frecuencia y se anota en el registro de anestesia. La

cara debe volver a comprobarse si se produce cualquier movi-

miento del paciente durante la intervención quirúrgica, o si la mesa

se cambia de posición. El decúbito prono es un factor de riesgo de

pérdida perioperatoria de la visión, lo que se expone con detalle

más adelante.

Debido a que la pared abdominal se desplaza fácilmente, la

presión externa sobre el abdomen puede elevar la presión intraab-

dominal en la posición en decúbito prono. Esta presión elevada

reduce la respiración y transmite presiones venosas elevadas a los

vasos abdominales y vertebrales, incluidas las venas epidurales.

Durante la intervención quirúrgica de la columna, es deseable una

presión venosa baja para minimizar la hemorragia y facilitar la

exposición quirúrgica. La presión externa sobre el abdomen puede

empujar el diafragma en sentido cefálico, lo que reduce la capaci-

dad residual funcional y la distensibilidad pulmonar, y aumenta la

presión máxima en la vía respiratoria. La presión abdominal

también puede impedir el retorno venoso a través de la compresión

de la vena cava inferior. Por estas razones hay que prestar una

atención cuidadosa a la capacidad del abdomen de colgar libre-

mente y moverse con la respiración.

El tórax se apoya generalmente con rollos o almohadones

colocados a lo largo de cada lado desde la clavícula hasta la cresta

ilíaca. Disponemos de múltiples rollos y almohadones comerciales,

como la estructura de Wilson (v.

fig. 26-14 )

, la mesa de Jackson, la

estructura de Relton y la modificación de Mouradian/Simmons de

la estructura de Relton. Todos los dispositivos sirven para minimi-

zar la compresión abdominal ejercida por la mesa del quirófano y

mantienen la distensibilidad pulmonar normal. Para evitar la lesión

tisular, hay que retirar las estructuras que cuelgan (p. ej., genitales

masculinos y mamas femeninas) de la compresión; las mamas

deben colocarse mediales a los almohadones. La porción inferior

de cada rollo o almohadón debe situarse debajo de su cresta ilíaca

respectiva para evitar la lesión por presión de los genitales y los

vasos femorale

s 32

. La posición en decúbito prono presenta riesgos

especiales para los pacientes obesos, cuya respiración ya está redu-

cida y que pueden ser difíciles de cambiar de posición con rapidez.

A veces puede ser necesario discutir posiciones alternativas con el

cirujano para asegurar la seguridad del paciente.

928

Control de la anestesia

III

Figura 26-17

 Posición en decúbito prono, cara vista desde abajo. El

adaptador en forma de herradura permite el acceso superior a la vía

respiratoria y la visualización de los ojos. El ancho puede ajustarse para

asegurar el apoyo adecuado a través de los huesos faciales.

Figura 26-18

 Posición en decúbito prono con clavos de Mayfield para la cabeza. Se proporciona una fijación rígida para intervenciones en la columna cervical

e intracraneales posteriores. La posición de la cabeza puede afectar a la torsión o flexión del cuello e influir en la posición del tubo endotraqueal.