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razonable bajo determinadas circunstancias clínicas, todas requie-

ren transductores adicionales de la señal y su precisión en pacientes

críticos resulta incierta. Como consecuencia, ninguna ha suplan-

tado a la técnica oscilométrica estándar.

Incluso a pesar de que las determinaciones automáticas de la

PANI han demostrado ser muy aproximadas a la presión arterial

establecida de forma directa en contextos clínicos controlados, nume-

rosas investigaciones destacan el desacuerdo existente a menudo

cuando se comparan las determinaciones directas e indirectas, sobre

todo si las técnicas se comparan en condiciones hemodinámicas

cambiante

s 14,17 .

La American Association for the Advancement of

Medical Instrumentation, la British Hypertension Society y otras

organizaciones han avanzado las normas de referencia para el funcio-

namiento de los dispositivos automáticos PANI. Dichos estándares

requieren generalmente una precisión entre 5mmHg respecto a los

métodos de referenci

a 17,21

. Sin embargo, el rendimiento clínico de un

dispositivo demonitorización PANI debería evaluarsemediante otros

criterios, como el número de valores extremos, la duración de las

discrepancias, la magnitud de los errores individuales y el funciona-

miento en condiciones clínicas variable

s 21

.

Complicaciones de las determinaciones no invasivas

de la presión arterial

Incluso a pesar de que las técnicas de determinación automática de

la presión arterial se consideran no invasivas y relativamente

seguras, se han registrado complicaciones, incluidas complicacio-

nes graves raras como el síndrome compartimental

( cuadro 30-1 ) 22 .

Estos efectos adversos se presentan más a menudo tras períodos

prolongados de ciclos de inflado/desinflado excesivamente fre-

cuentes y se deben al traumatismo o a la alteración de la perfusión

distal de la extremidad. Otros factores que pueden contribuir a ello

son la mala colocación del manguito sobre una articulación o los

intentos repetidos para determinar la presión arterial debido a una

circunstancia que produzca artefactos como los temblores muscu-

lares involuntarios. Habría que tener cuidado con el uso de estos

dispositivos de monitorización en los pacientes con disminución

del nivel de conciencia, neuropatías periféricas preexistentes, insu-

ficiencia arterial o venosa, ritmos cardíacos irregulares o en aqué-

llos en tratamiento con anticoagulantes o trombolíticos.

Técnicas automáticas continuas

Los avances en la tecnología de los microprocesadores y de con-

troladores servomecánicos han permitido que las técnicas no inva-

sivas proporcionen una representación razonable de la onda de

presión arterial y una evaluación casi continua de la presión arterial

sin requerir una canalización arterial directa. Un dispositivo de este

tipo mide la presión arterial en el dedo mediante un método de

pinzado de volumen arterial, diseñado y documentado en principio

por Penaz en 197

3 23 .

Aunque muchos investigadores clínicos han

demostrado una precisión razonable de la medida de la presión

arterial en un dedo como sustitutivo de las mediciones a nivel

intraarterial, algunos factores han limitado la generalización de

esta técnic

a 24

. En muchas circunstancias, la monitorización de la

presión arterial del dedo no refleja la presión arterial braquial.

Además, las arterias digitales son propensas a sufrir espasmos, con

el potencial de producir isquemia distal, la posición de la mano

puede tener influencia en los valores de la presión y no es posible

obtener muestras para determinaciones sanguíneas si no existe un

catéter permanente colocado.

Se han utilizado también otras técnicas continuas no inva-

sivas de determinación de la presión arterial que aplican tecnolo-

gías basadas en el desplazamiento de la pared arterial, tiempo de

tránsito del pulso, tonometría arterial y otros métodos. Todas estas

técnicas tienen limitaciones, entre las que se incluyen la necesidad

de calibración, sensibilidad a los artefactos por movimiento y una

limitada aplicabilidad en pacientes crítico

s 17,21,25 .

No queda claro si

alguna técnica no invasiva reducirá la necesidad de monitorización

directa de la presión arterial o si dichos métodos sustituirán a la

oscilometría intermitente automática como monitorización PANI

estándar en anestesia y cuidados intensivos.

Determinación directa de la presión arterial

La canalización arterial con transducción continua de la presión y

representación de ondas sigue siendo el estándar de referencia acep-

tado para la monitorización de la presión arterial, a pesar de que es

más cara, presenta más complicaciones potenciales y requiere más

pericia técnica en su inicio y mantenimiento que la monitorización no

invasiva. Existen varias razones por las que los médicos deberían uti-

lizar esta forma demonitorización invasiva de la presión

( cuadro 30-2 )

.

En primer lugar, la presión arterial directa habría de emplearse cuando

se prevén cambios de la presión arterial de un momento a otro y se

considera vital detectarlas por anticipado y con rapidez. Estas situacio-

nes se aplican de forma típica a los pacientes con enfermedades car-

diovasculares graves preexistentes, a inestabilidades hemodinámicas o

cuando es posible que el procedimiento quirúrgico provoque cambios

cardiovasculares súbitos graves, pérdidas rápidas de sangre o grandes

desplazamientos de líquidos. El Australian Incident Monitoring Study

de 1993 confirmó la superioridad de la monitorización directa de la

presión arterial sobre las técnicas indirectas de monitorización para la

detección precoz de la hipotensión intraoperatori

a 26 .

Además de la monitorización continua de la presión arterial,

la cateterización arterial proporciona un acceso vascular fiable para

la extracción frecuente de sangre y permite la monitorización de la

presión sanguínea en las circunstancias en la que resulta imposible

la medición de la PANI (como durante la derivación cardiopulmonar

no pulsátil). Quizá la virtud más infravalorada de la monitorización

directa de la presión arterial es que el análisis de la onda de la presión

arterial puede proporcionar muchas pistas diagnósticas significativas

sobre la situación del paciente. Hace más de medio siglo, Eather y

cols. destacaron estos aspectos diagnósticos en un artículo que

primero introdujo la monitorización directa «de la presión arterial

1038

Control de la anestesia

III

Cuadro 30-1

 Complicaciones de la determinación

no invasiva de la presión arterial

Dolor

Petequias y equimosis

Edema de la extremidad

Estasis venosa y tromboflebitis

Neuropatía periférica

Síndrome compartimental

Cuadro 30-2

 Indicaciones de la canalización arterial

Monitorización continua, en tiempo real, de la presión arterial

Manipulación cardiovascular farmacológica o mecánica

programada

Extracción repetida de muestras

Incapacidad para realizar determinaciones indirectas de la

presión arterial

Información diagnóstica complementaria a partir de la onda

arterial

Determinación de la respuesta al volumen a través de la

variación de la presión sistólica o de la presión de pulso