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para extraer sangre y permiten exponer el transductor a la presión

atmosférica para establecer el valor de referencia cero. Los sistemas

más modernos incluyen puntos de extracción de sangre sin nece-

sidad de aguja y sistemas de aspiración de la vía. Estos elementos

permiten la extracción de sangre sin utilizar agujas y permiten que

la sangre aspirada que se desecha se devuelva al paciente a partir

de un sistema convenientemente cerrado. Las modificaciones como

ésta pretenden reducir el riesgo de accidentes con aguja y la expo-

sición de los trabajadores sanitarios a la sangre, así como reducir

el desecho de la sangre del paciente durante la extracción. Sin

embargo, estas características adicionales pueden degradar la res-

puesta dinámica del sistema de monitorización y agudizar más aún

el repunte en la presión arterial sistólica.

El dispositivo de perfusión proporciona una administración

continua y lenta (1-3ml/h) de suero salino para purgar el sistema de

monitorización y evitar la formación de trombos en el catéter arterial.

No se deben utilizar soluciones que contengan dextrosa ya que la

posible contaminación de la muestra de sangre con el líquido de

lavado puede llevar a graves errores en la determinación de la gluce-

mi

a 54 .

Antiguamente se añadía una concentración diluida de heparina

(1-2 unidades de heparina/ml de suero salino) a esta solución de

perfusión a fin de reducir todavía más la incidencia de trombosis del

catéter, pero esta práctica aumenta el riesgo de trombocitopenia

inducida por heparina y debería evitarse. El dispositivo de perfusión

no sólo asegura un lavado continuo y lento de la vía y el catéter, sino

que además cuenta con una válvula con un muelle que permite la

perfusión periódica de alta presión para purgar la línea de extensión

después de una extracción de sangre arterial o para restaurar las

características de respuesta dinámica del sistema de monitorización

de la presión, que parece sufrir una degradación lenta de la respuesta

dinámica a lo largo del tiemp

o 55 .

Monitorización cardiovascular

1043

30

Sección III

Control de la anestesia

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Figura 30-8

 Efecto de pequeñas burbujas de aire en los sistemas de

monitorización de la presión arterial. Las ondas de presión arterial se representan

junto con artefactos superpuestos cuadrados debidos a perfusión rápida.

A,

El

sistema original de monitorización tiene una respuesta dinámica adecuada

(frecuencia natural, 17Hz; coeficiente de atenuación, 0,2).

B,

Una pequeña burbuja

de aire de 0,1ml añadida al sistema de monitorización produce un aumento

paradójico en la presión arterial. Obsérvese la disminución de la frecuencia natural

del sistema.

C,

Una burbuja de aire mayor, de 0,5ml, degrada aún más la

respuesta dinámica y causa una falsa hipotensión arterial.

(De Mark JB:

Atlas of

Cardiovascular Monitoring.

Nueva York, Churchill Livingstone, 1998, fig. 9-14.)

Figura 30-9

 Determinación clínica de la frecuencia natural y del coeficiente

de atenuación.

A,

Dos artefactos cuadrados debidos a perfusión rápida

interrumpen una onda de presión arterial registrada en un papel milimetrado

estándar a una velocidad de 25mm/s. La frecuencia natural se determina

midiendo el período de un ciclo de dos picos de oscilación adyacentes

(1,7mm). El coeficiente de atenuación se calcula midiendo las alturas de los

picos de oscilación adyacentes (17 y 24mm). A partir de estas

determinaciones se obtiene una frecuencia natural de 14,7Hz y una relación

de amplitudes de 0,71. Véase el texto para más detalles.

B,

Correspondencia

entre la relación de amplitudes y el coeficiente de atenuación. La relación de

amplitudes determinada en la prueba de perfusión rápida de

A

corresponde

a un coeficiente de atenuación de 0,11.

(De Mark JB:

Atlas of Cardiovascular

Monitoring.

Nueva York, Churchill Livingstone, 1998,

figs. 9-9 y 9-10.)