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que un catéter intravenoso estándar o un cable de marcapasos trans-

venoso, se ha probado que los CAP pueden inducir fibrilación auri-

cular, taquicardia ventricular y fibrilación ventricula

r 222,224,225 .

No se ha demostrado que el uso preventivo de la lidocaína

intravenosa previo a la cateterización arterial pulmonar reduzca de

forma consistente la incidencia de arritmias ventriculare

s 226

. Cuando

se produce taquicardia ventricular o extrasístoles ventriculares fre-

cuentes durante la técnica de cateterización, el balón debe desinflarse

y hay que retirar el catéter hasta la aurícula derecha. Cuando se desa-

rrollan arritmias significativas desde el punto de vista hemodinámico

más tarde, durante el período de monitorización o cuando el CAP ha

permanecido en su lugar durante horas o días, es improbable que el

CAP sea el responsable. Sin embargo, debería siempre comprobarse

la posición del extremo del catéter mediante la observación de la onda

de presión y una radiografía de tórax para identificar catéteres que

hayan migrado hacia atrás hacia el ventrículo derecho.

Cuando el CAP atraviesa el ventrículo derecho y golpea en el

tabique interventricular, tiene lugar un bloqueo de rama derecha del

haz de His transitorio en hasta el 5% de los paciente

s 227,228 .

Esta com-

plicación quizá sea la consecuencia del traumatismo leve del paso del

catéter a través del corazón. El bloqueo de la rama derecha del haz de

His no tiene consecuencias clínicas reales,excepto en los enfermos con

bloqueo preexistente de la rama izquierda del haz de His, en los que

puede precipitarse, raramente, un bloqueo cardíaco completo. Shah y

cols. cateterizaron a 113 enfermos con bloqueo preexistente de la rama

izquierda del haz de His, y sólo uno de ellos (0,9%) desarrolló un

bloqueo cardíaco complet

o 149

. En una población distinta de 47 pacien-

tes de alto riesgo con bloqueo de la rama izquierda del haz de His,

muchos de ellos con infarto agudo de miocardio o insuficiencia car-

díaca,Morris y cols.insertaron 82CAP sinningún episodio de bloqueo

cardíaco completo durante la cateterización o las 24 horas posterio-

re

s 227 .

Sin embargo, como precaución debería encontrarse disponible

un equipo de marcapasos transcutáneo, un generador de pulsos

externo y un cable marcapasos transvenoso temporal o un CAP con

marcapasos, especialmente porque el inicio del bloqueo cardíaco por

la cateterización arterial pulmonar puede estar retrasado.

Se ha registrado una vertiginosa serie de problemas mecáni-

cos con los CAP o los introductores desde su introducción en la

práctica clínica. En el contexto de la cirugía cardíaca, los CAP pueden

verse dañados por los instrumentos quirúrgicos o ser atrapados por

suturas o por las cánulas utilizadas en estas operacione

s 149,229–231

.

Cuando la técnica quirúrgica afecta a las estructuras del lado derecho

del corazón, es prudente verificar que el CAP se mueve con libertad

antes de cerrar el tórax. La retracción esternal durante la cirugía

cardíaca supone otro problema mecánico con los CAP, sobre todo si

se insertan a través de las rutas yugular externa o subclavia. El CAP

puede acodarse al salir del introductor y formar un ángulo agudo

entre éste y la pared vascula

r 218,219

. Estas dificultades mecánicas debe-

rían sospecharse siempre que los trazados de presión tengan una

apariencia atenuada o exista dificultad para perfundir líquidos o

extraer sangre a través de una de las luces del catéter.

Aunque los defectos estructurales considerables del propio

catéter deberían reconocerse mediante inspección antes de insertar

el catéter, los problemas más sutiles de fabricación puede que no

se detecten. Algunos de ellos, como la comunicación entre las luces

de PAP, PVC y de inflado del balón, pueden sospecharse sólo

cuando la información procedente de los catéteres no es coherente

con otros datos clínico

s 232,233 .

Los CAP pueden descolocar los cables marcapasos transveno-

sos temporales, enredarse con otros catéteres cardíacos o formar

nudos en el interior del corazó

n 234,235

. Arnaout y cols. documentaron

la formación de un nudo alrededor de las cuerdas tendinosas de

la válvula tricúspide que causó una insuficiencia valvular grave tras la

extracción del CA

P 234

. Debería sospecharse la existencia de nudos en

el catéter cuando se encuentran dificultades durante la extracción de

un CAP y el diagnóstico puede confirmarse mediante una radiografía

de tórax. Un radiólogo puede deshacer los nudos in vivo mediante

lazos intravasculares y fluoroscopi

a 236 .

Si el nudo ya se ha apretado,

puede requerirse la extracción mediante exposición quirúrgica.

Aunque la incidencia de complicaciones tromboembólicas

se halla aumentada en los pacientes que requieren un CAP durante

períodos más largos, se han detectado trombos unidos al CAP

después de 1-2 horas de su inserció

n 237 .

Cuando se utilizan fárma-

cos como la aprotinina y el ácido

ε

-aminocaproico para reducir la

hemorragia perioperatoria, el riesgo de formación de trombos

sobre el CAP puede ser incluso mayo

r 238,239 .

Aunque la impregna-

ción de la superficie externa con heparina ha reducido de forma

incuestionable la trombogenicidad de los CAP, no elimina total-

mente dicha complicació

n 237,240

.Afortunadamente, es raro el embo-

lismo pulmonar con significación clínic

a 241 .

La infección relacionada con el CAP se presentamás amenudo

en los enfermos que requieren monitorización durante más de 3 días

y aquéllos con sepsis preexistent

e 242

. De éstas, la infección más catas-

trófica es la endocarditis, con mayor frecuencia de las válvulas del

lado derech

o 243,244

.Mediante el uso de sofisticadas técnicas microbio-

lógicas en 297 pacientes críticos médicos y quirúrgicos, Mermel y

cols. demostraron una incidencia de un 22% de infección local en el

introductor, pero una incidencia de sólo un 0,7% de bacteriemia

causada por el CA

P 245

. A la vista de estos hallazgos, no resulta sor-

prendente que los cambios programados de CAP no reduzcan el

riesgo de infección hematógena, en especial cuando el catéter se

cambia sobre una guía a través del punto original de inserció

n 246

. Sin

embargo, la canalización de un nuevo punto conlleva un mayor

riesgo de complicaciones vasculares, y estos riesgos y beneficios se

han de valorar de forma individual en cada paciente.

Además de las lesiones infecciosas, se pueden también pro-

ducir lesiones mecánicas por el uso de los CA

P 243,244 .

Rowley y cols.

realizaron autopsias en 55 enfermos previamente cateterizados

para monitorización con CAP, y encontraron que el 53% de ellos

tenía lesiones endocárdicas en el lado derech

o 243 .

Aunque asimismo

se observaron insuficiencia tricúspide e insuficiencia pulmonar

graves, estas entidades son complicaciones infrecuentes del uso del

CA

P 234,244,247

.Mediante ecocardiografía con Doppler color, Sherman

y cols. demostraron que la colocación de un CAP causaba un ligero

aumento en la magnitud de la insuficiencia tricúspide, pero en

ningún caso produjo una insuficiencia valvular derecha grav

e 248 .

La rotura de la arteria pulmonar, la complicación potencial-

mente mortal más grave de la cateterización arterial pulmonar, poco

frecuente y a menudo evitable, se produce en aproximadamente el

0,02-0,2% de los enfermos cateterizados y parece ser una complica-

ción fatal en casi el 50%de los caso

s 149,249

.Se ha propuesto que diversos

factores dependientes del enfermo y comunes en este contexto clínico

pueden aumentar el riesgo de esta complicación, como la hipotermia,

la anticoagulación, la edad avanzada, aunque muchos casos afectan a

pacientes de transplante cardíac

o 249–251

. La hipertensión pulmonar

puede predisponer a los pacientes a la lesión arterial durante el inflado

del balón, como consecuencia del aumento del gradiente entre las

presiones de enclavamiento arterial proximal y distal o porque la

hipertensión pulmonar distiende la vascularización pulmonar y hace

que el CAP se enclave en un vaso distal, menos distensibl

e 252

.

Se han propuesto e investigado varios mecanismos para explicar

la lesión de la arteria pulmonar, como un balón inflado de forma

forzada, la erosión crónica por un extremo del catéter que hace

impronta sobre la pared vascular o un inflado excéntrico del balón que

fuerza el extremo del CAP,desprovisto demanguito,a través de la pared

vascula

r 251,253

. Con independencia del mecanismo preciso por el que se

produce la lesión en la arteria pulmonar en un paciente individual, los

registros de casos subrayan que esta complicación a menudo se debe

a una inserción del catéter y una técnica demonitorización subóptimas.

Estos errores de técnica comprenden la manipulación innecesaria del

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Control de la anestesia

III