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Otro artefacto frecuente en la determinación de la presión

mediante CAP se produce cuando el balón se infla en exceso y ocluye

el orificio de la luz del catéter. Este fenómeno se denomina en general

sobreenclavamiento

y suele deberse a la migración distal del catéter y

el inflado excéntrico del balón, que fuerza el extremo del catéter

contra la pared de la arteria pulmonar. Más que registrar la presión

intravascular, el catéter registra ahora la presión gradualmente cre-

ciente, causada por el sistema de lavado continuo según ejerce presión

contra la abertura distal obstruida

( fig. 30-33

). Un catéter que ha

migrado más distalmente puede sobreenclavarse por sí mismo, sin

necesidad de inflar el balón. Obsérvese que la presión sobreenclavada

carece de pulsatilidad, es mayor de lo esperado y aumenta continua-

mente hasta la presión de lavado. La presencia de este patrón debe

hacer sospechar y tomar una pronta acción correctora.

Como ya se ha destacado, cada inflado del balón de CAP

permite la migración distal del extremo del catéter. Cuando aparece

un trazado de presión de enclavamiento durante el inflado parcial

del balón, esto sugiere que el CAP se encuentra situado de una

manera inadecuada en una rama más pequeña y distal de la arteria

pulmonar. El catéter debería retirarse antes de que el sobreencla-

vamiento cause una lesión vascular o un infarto pulmonar.

Las situaciones fisiopatológicas propias de las cámaras o las

válvulas cardíacas izquierdas provocan cambios característicos en

las ondas de presión de la arteria pulmonar y de enclavamiento. Una

de las anomalías más ampliamente reconocidas es la onda v alta de

la insuficiencia mitral.A diferencia de la onda normal v de presión de

enclavamiento, producida por el flujo venoso pulmonar del final de la

sístole, la onda v prominente de la insuficiencia mitral comienza al

inicio de la sístole. La insuficiencia mitral causa la fusión de las ondas c

y v, y la obliteración del descenso sistólico x, debido a que la fase

isovolumétrica de la sístole del ventrículo izquierdo se elimina como

consecuencia de la eyección retrógrada de la sangre hacia la aurícula

izquierd

a 208

. Como la prominente onda v de la insuficiencia mitral se

genera durante la sístole ventricular, la presión media de enclava-

miento sobreestima la presión de llenado del ventrículo izquierdo.Por

tanto, en los pacientes con insuficiencia mitral grave, la presión tele-

diastólica del ventrículo izquierdo se estima mejor mediante la deter-

minación de la presión de enclavamiento antes del inicio de la onda v

de insuficiencia

( fig. 30-34

). Aunque la presión media de enclava-

miento supera la presión telediastólica del ventrículo izquierdo en los

pacientes con insuficiencia mitral grave, la presión media de enclava-

miento sigue siendo una buena aproximación de la PAI media. Como

consecuencia, la presión retrógrada que representa la onda v de insu-

ficiencia contribuye a la hipertensión en la aurícula izquierda y al

consiguiente riesgo de edema pulmonar hidrostático.

Cuando existen ondas v de gran tamaño en el trazado de la

presión de enclavamiento, es fundamental reconocerlas y poder dis-

tinguir la onda de la presión de enclavamiento de la onda de PAP

sin enclavamiento.A primera vista, un trazado de enclavamiento con

una onda sistólica v alta se parece a un trazado típico de PAP sin

enclavamiento, pero la observación más detallada muestra varios

detalles morfológicos distintivos. El ascenso de la PAP es más brusco

y precede ligeramente al ascenso de la presión arterial sistémica,

mientras que un trazado de enclavamiento con una onda v promi-

nente tiene un ascenso más gradual, que comienza tras el ascenso de

la presión en la arteria radial. Aunque el pico de la PAP se produce

en el mismo momento que el pico de la presión arterial sistémica y

la onda T del ECG, la onda v de la presión de enclavamiento alcanza

su pico más tarde en el ciclo cardíaco, después de la onda T del ECG

(v.

fig. 30-34 ) 208,286

. Otra característica que distingue los trazados de

la presión arterial pulmonar y de enclavamiento en los pacientes con

insuficiencia mitral grave es la morfología inusual de la onda de la

arteria pulmonar en sí misma. La prominente onda v de insuficiencia

distorsiona la onda de la arteria pulmonar, le da una apariencia bífida

en la sístole, y oculta la hendidura dícrota del final de la sístole

(v.

fig. 30-34 ) 273

. Mediante el reconocimiento de estos detalles diag-

nósticos sutiles pero significativos, un médico puede monitorizar la

onda v de presión de enclavamiento mediante la observación del

trazado de la PAP sin enclavamiento y obviar la necesidad de inflar

el balón de forma repetida y puede evitarse la posibilidad de la

desastrosa situación que sería una rotura de la arteria pulmonar.

Una visión más detallada de las relaciones presión-volumen en

la aurícula izquierda ayuda a explicar la coexistencia, aparentemente

Monitorización cardiovascular

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Sección III

Control de la anestesia

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Figura 30-33

 El sobreenclavamiento del catéter arterial pulmonar (AP) causa artefactos en los registros de las ondas. Los primeros dos intentos para inflar el

balón del catéter AP (primeras

dos flechas

) producen una presión creciente no pulsátil, debida a la oclusión del extremo del catéter. Después de retirar

ligeramente el catéter, el inflado del balón permite la determinación adecuada de la presión de enclavamiento

(tercera flecha)

. Antes del tercer intento de

inflado del balón, se purga la luz de la presión AP. Esto restaura la presión pulsátil apropiada encontrada en las ondas de presión de enclavamiento y AP en la

parte derecha del trazado.

(De Mark JB:

Atlas of Cardiovascular Monitoring.

Nueva York, Churchill Livingstone, 1998,

fig. 5-7.)

Figura 30-34

 Insuficiencia mitral grave. Una onda v sistólica alta se

inscribe en el trazado de la presión de enclavamiento en la arteria pulmonar

(PEAP), y también distorsiona el trazado de la presión arterial pulmonar (PAP),

lo que le da una apariencia bífida. El electrocardiograma (ECG) es anómalo

debido al marcapasos ventricular. La presión telediastólica del ventrículo

izquierdo se estima mejor mediante la determinación de la PEAP en el

momento de la onda R electrocardiográfica, antes del inicio de la onda v de

insuficiencia. Obsérvese que en esta situación la PEAP media supera la

presión telediastólica del ventrículo izquierdo.

(De Mark JB:

Atlas of

Cardiovascular Monitoring.

Nueva York, Churchill Livingstone, 1998,

fig. 17-11.)